R YONA IBN GENAJ: HA´RIBAG

Nota sobre quien es considerado de forma unánime como el más grande filólogo hebreo de la Edad Media por sentar las bases del conocimiento de la lengua hebrea viegente hasta nuestros días.


Los cien años del Califato de Córdoba (929-1031) se  consideran  el tiempo de mayor esplendor socio-cultural de El Andalus, pero en realiad el  declive del califato  empezó ya  en 976, con la dictadura amirí y la consiguiente  revuelta cordobesa. En ese contexto histórico, hacia el año de  990, nació en Córdoba  rabí Yona ibn Genaj: Ha´Ribag.

Según cuenta Abraham Ibn Ezra -que nació en Tudela, Navarra, 70 años después de la muerte de r Yona- cuando en plena juventud Córdoba fue tomada y saqueada por los bereberes, rabí Yona huyó a Lucena; allí completó  su fantástica educación en poesía a manos de r Yitzjak ibn mar Shaul. Cuando comprendió que no tenía el don para la composición de versos y piutím, usó el conocimiento del arte de la palabra para dedicarse al mundo de la lengua por dentro, comenzando su gran labor en el mundo de la lexicografía y la sintaxis hebreas.

Por aquel entonces la mayor autoridad gramatical del hebreo era Yehudá ben David Jayug, nacido en Fez en el 945, pero trasladado de joven a Córdoba, donde murió en 1012. Discípulo de Menajem Ben Saruk, se le considera el descubridor del sistema trilítero de las raíces verbales del hebreo, sentando las bases para que posteriores gramáticos desarrollen el estudio del hebreo hasta como lo conocemos hoy en día.

R Yona (Paloma) comenzó este desarrollo gramatical  básicamente componiendo dos obras gramaticales: El Complemento, obra de juventud, en la que continua e incluso refina los estudios de su maestro; y Majberet Ha´Dikduk, obra de madurez, dividida a su vez en dos partes: una para explicar el sistema trilítero de las raíces y otra, de carácter semántico, que reocoge el estudio de los significados de las raíces del hebreo clásico.  Sus estudios gramaticales fueron muy apreciados por los gaoním de Babilonia, que veían que con estos aportes léxicos iluminaban mejor el tratamiento del conocimiento del Talmud.

La última etapa de su vida, como tantos judíos de Al Andalus, la pasó en los reinos del norte -la violencia de los almohades y los almorávides era insoportable- y rabi Yona morirá hacia 1055 en la ciudad de Zaragoza. Allí vivió ejerciendo la medicina y escribiendo un tratado de remedios y famacopea cuya única copia se conserva en la Biblioteca de Suleymán, Estambúl.

En algunas fuentes en lengua castellana se comenta que rabi Yona escribió su obra en árabe, pero como vemos en el manuscrito hebreo de arriba, eso no es cierto: habló del hebreo en hebreo. Y cuando se celebra el día de la lengua hebrea debería también tomarse en cuenta de dónde y de quién surge su estudio a través de los siglos.