Nota sobre «Ajot Ketana», el poema litúrgico con que las comunidades sefardíes simbolizan la salida y entrada del ciclo anual judío.
Imaginemos la siguiente situación: la tarde cae y se acerca el momento del crepúsculo del último día del mes de elul. Los judíos, ataviados con sus mejores galas, tras un periodo de reflexión y arrepentimiento, -de tsubá, de selijot y de tashlij- se reúnen en sus sinagogas para el rezo de arvit de Rosh Ha´Shaná. Es un momento importante: cuando el ocaso dé paso a la aparición de las dos primeras estrellas en el firmamento, comenzará el único Rosh Jodesh -el único Primero de Mes- que no se celebra como tal: el novilunio queda eclipsado por la festividad del Año Nuevo, el día en que fue creado el Ser Humano. En el orden talmúdico de Moed, tratado de Rosh Ha´Shaná, 10/ 20, según el amoraíta Rabí Eliezer, la Creación comienza el 25 de elul, y seis días después -el primero Shabat de la Historia- fue creado Adám y, luego, Javá: el primer Rosh Ha´Shaná del calendario de los hebreos.
Mientras el Templo de Jerusalén estuvo en pie, para tan señalada fecha -Yom Tov- para esta celebración se realizaba un sacrificio de la tarde que era especial. Luego, cuando el Templo fue destruido y la sinagoga vino a cumplir simbólicamente las funciones rituales del Templo, no quedó otro remedio que refugiarse en las reminiscencias, generalmente de índole verbal, poética, paytánica, donde el don de la Palabra, exclusividad del Hombre, armonizada con la melodía, orden cósmico, se vuelve excelso símbolo.
En el S XIII, cuando el día anterior a Rosh Ha´Shaná se ayunaba (1), Ha´Rambán, el gerundense rabí Moshé ben Najmán (Najmánides, en griego) era la mayor autoridad rabínica de Sefarad; a su alrededor se creó la Escuela Cabalística de Gerona y a él debemos la primera composición poética -piút- de naturaleza mística. Muchos de sus discípulos siguieron esta tendencia artístico-mística. Uno de ellos fue r. Abraham, jasán de Gerona. No sabemos apenas nada de él, sino que fue el compositor de un piut especialísimo para Rosh Ha´ Shaná, titulado «Ajot Ketaná» (lit. en hebreo, «La Hermana Pequeña») Sabemos de su autoría porque el primer signo hebreo de cada estrofa configura un acróstico con su nombre.
Este piút pasó a ser el símbolo perfecto para sustituir en el mundo sefardí la ceremonia que marca el tránsito del último día de elul al primero de tishré, la transición agonizante de los cielos a la hora del crepúsculo a una noche sin luna donde sólo resuena la voz humana clamando a A´ por un buen Juicio.
A continuación, interpretación de uno de los mayores jasaním de tradición marroquí, J. Louk:
¿Cómo se realiza esta transición ?
El piút en cuestión tiene un título que hace referencia a un versículo del Cantar de los Cantares (Shir Ha´Shirim, 8, 8) en el al Pueblo de Israel lo identifican con la metáfora de una hermana pequeña; a su vez, el hipervínculo del Cantar tiene relación con otro versículo de Ezequiel el Profeta, 23, donde se refiere a Samaria como la hermana pequeña de Judea, pecadora, impía, que fue castigada a ser llevada por los asirios a la Diáspora de Nínive.
En el S XIII, en Gerona, el sujeto lírico del piút se hace cargo de que la hermana mayor también está en la diáspora, esto es, la Gran Asamblea de Israel manifiesta su deseo de redención, su voluntad de transformar esa diáspora en el retorno a Sión y se apague el sol para comenzar algo nuevo en las primeras horas del primer día del nuevo ciclo anual.
Todas las primeras ocho estrofas del piút terminan con el mismo verso: «Que finalice el año y sus calamidades». Pero de pronto, en la última estrofa, la novena, se termina pidiendo a la comunidad que sea fuerte y que descubra el fin de la ignominia. Mientras los judíos cantan estos versos, afuera, el sol languidece para dar paso al nuevo día hebreo. En el momento en que se canta, con melodía distinta, la última estrofa, ya es Rosh Ha´Shaná.
A continuación , una grabación antigua, de los años ´50, según los sefardíes de Amsterdam, en la voz de Abraham López Cardozo,
Notas:
- .Shulján Aruj 581:2, Mishná Berurá 16. Hay quien aún ayuna en la víspera (erev) de Rosh Ha´Shaná hasta mediodía, pero la mayoría de los que recuerdan esto, sustituyeron el ayuno por la tsdaká. También hay una ausencia notable: no se toca el Shofar.