BARUJ ESPINOSA, EL EXPULSADO DE LA COMUNIDAD JUDÍA

 Reseña biográfica del filósofo sefardí que intentó imponer el racionalismo cartesiano contra todo tipo de religión, empezando por la suya propia.


Los Espinosa de Cerrato, familia judía que  por acoso inquisitorial emigró en el S XV -primero a Portugal y luego a Flandes- provenían de una pequeña localidad burgalesa, Espinosa de los Monteros, en la comarca de Las Merindades (origen del condado de Castilla, de donde el  famoso cuerpo de los Monteros de Espinosa, guardas nocturnos de los reyes castellanos.)

Una vez radicados en Portugal-en Vidiguiera, El Alentejo- se encontraron con que , al igual que otras familias,  fueron obligados a convertirse al catolicismo si querían seguir permaneciendo en el país.  Manuel I de Portugal,  el Afortunado,  casado con  Isabel de Aragón, primogénita de los Reyes Católicos, decretó que  los judíos de familias prominentes debían ser bautizados; unos ciento veinte mil judíos se convirtieron.

Cuarenta años más tarde, con el advenimiento de la Inquisición portuguesa y su obsesión por la limpieza de sangre, los Espinosa deciden abandonar la antigua  Lusitania: Abraham de Espinosa -abuelo de Báruj- llevó a la familia a Nantes (Francia)-hay documentación de que viven allí en 1593- y puesto que en Nantes existe una especial animadversión a los cripto-judíos venidos de Portugal, los expulsan en 1613. Entonces la familia se dirige hacia el norte y se asienta en Rotterdam, donde el abuelo muere en 1627.

Los Países Bajos, eran, entonces, parte del Imperio Español: Carlos I de España y V de Alemania -hijo de Felipe El Hermoso y Juana La Loca, es decir nieto de los Reyes Católicos-había heredado de su abuela paterna, María de Borgoña, todo Flandes. En 1578, Amsterdam se unió a la Guerra de los 80 Años -contra la España de Felipe II la cual finaliza en 1650, con la independencia de los Países Bajos.

Báruj Spinoza -Benito Espinosa, hijo de Mijael Espinosa y Jana Senior- nació en Amsterdam  el 24 de noviembre de  1632; es decir, tiene 14 años cuando en los Países Bajos se instaura la libertad de culto por la independencia del Imperio de Felipe II. Esto es importante: el pensamiento spinozista se va a generar en esa atmósfera cultural de cambio espiritual. Y desde el contexto de la comunidad judía, en el momento en que la ortodoxia está siendo atacada por los delirios de la secta del sabateísmo, de gran arraigo en los Países Bajos. Es decir, en el ambiente religioso del lugar hay una hipersensibilidad extrema. Y aún más: el padre de Baruj, floreciente mercader de frutas de importación,  es el parnás de la sinagoga hispano-portuguesa de Amsterdam, esto es, una persona muy conocida y respetada,  con un cargo de gran honor dentro de la estructura comunitaria.

 Espinosa, ya de niño conoció la realidad: por un lado, a los seis años de edad se le murió su madre; por otro,  tuvo la maña suerte de  contraer la tuberculosis, que no curará jamás; de hecho, esta enfermedad minará su salud hasta llevarlo a la tumba el 21 de febrero de 1677.  Sus pulmones sólo le permitieron vivir  44 años.

Como su hermano Gabriel (y quizás sus hermanas Miriam y Rivka) recibió una educación acorde al marco pedagógico del judaísmo según los parámetros de la educación hebrea en el S XVII de Amsterdam, teniendo como maestro al líder de la comunidad,  r. MENASAHE BEN ISRAEL Pero ya desde temprana edad manifestó una actitud intelectualmente crítica con todo lo que le enseñaban. Además, por su propia cuenta, estudiaba filosofía -sobre todo el cartesianismo filosófico- además de  matemáticas; también leía libros de G. Bruno y se relacionaba no sólo con jóvenes protestantes sino también con la heterodoxia judía hispano-portuguesa, en especial con el médico Juan de Prado (nacido en Lopera, Jaén, en 1614, y retornado al judaísmo con el nombre de Daniel. Espinosa probablemente asistiera a los 39 latigazos que De Prado recibió atado a una columna de la sinagoga como castigo a su postura antijudía)

En 1654, cuando Espinosa cuenta con 22 años, murió su padre; los dos hermanos varones se hicieron cargo del negocio familiar.  A partir de la falta del padre, Espinosa -entonces estudiante en la yeshivá de Saúl Mortera- no ocultó más su actitud hiper-crítica contra el judaísmo. Tras un tiempo de amonestaciones y  observación de sus movimientos con los cristianos, el 27 de julio de 1656, las autoridades rabínicas de Amsterdam emitieron contra él un jérem (un decreto halájico por el cual un judío es  expulsado de la comunidad judía) Junto a Spinoza también se lanzó un jérem contra su amigo Daniel  de Prado. Estaban acusados ambos de negar la existencia de los ángeles, de no creer en la inmortalidad del alma y  de megar que La Torá hubiera sido  revelada a  Moshé Rabenu  en el Sinaí, además de incumplir mitzvot y preferir la sociedad de los cristianos. Sostener en público semejantes premisas en el Amsterdam del S XVII era una provocación mayúscula contra toda la comunidad. De Prado, recapacitó,  se arrepintió y pidió perdón. Espinosa,  no.

El jerem contra Espinosa

Además del jérem, Espinosa fue  desterrado de Amsterdam. Se retiró a un suburbio de las afueras de Amsterdam y vivió allí, muy modestamente, sin más sustento que el que obtenía de pulir lentes para la industria de la óptica.

La respuesta de Spinoza  al jérem fue en forma de  libro: «Apología para justificarse de su abdicación de la sinagoga», que está desaparecido. Los exégetas del spinozismo dicen que ese libro, en realiad,   fue el borrador de su «Tractatus theologico-politicus», un manual de crítica racionalista contra la religión en general.

Por otro lado, tras el jérem, profundizó en sus relaciones con los cristianos menonitas, rama pacifista del movimiento cristiano anabaptista, expresión radical de la Reforma Protestante.

Escribió también «Principia philosophiae cartesianae» y los «Cogitata metaphysica», las dos únicas obras que vio publicadas en vida. No vio publicada su obra magna, Ethica, que acabó de redactar en 1675, dos años antes de fallecer. No porque nadie la quisiera publicar, sino porque los escándalos que provocaban sus publicaciones eran mayúsculos, hasta el punto de que hubo asesinatos por ello. El editor, por ejemplo.

En La Haya se le ofreció libertad de cátedra en la Universidad de Heideberg. La rechazó porque se la daban a condición de que no atacara a la religión.

Fue enterrado el 25 de abril de 1677, tras morir -alav ha´shalóm-  minado por la tuberculosis que le carcomía los pulmones desde su adolescencia. Su herencia fue una cama, una mesa pequeña de roble, otra de esquina de tres patas y dos mesas pequeñas, su equipo de pulir lentes, unos ciento cincuenta libros y un tablero de ajedrez. Lo heredó su sobrino, junto una deuda de dos meses de medicamentos. La filosofía heredó el panteísmo -la idea de que Dios es la naturaleza. Infinidad de filósofos asimilarán su obra durante los siglos posteriores.

De forma póstuma, sus amigos publicaron todo lo que encontraron bajo el título «Obra Póstuma».  El libro fue incluido en el Index librorum prohibitorum del Vaticano.

Bibliografía:

  • סטיבן נדלר, ספר שחושל בגיהנום – שפינוזה והולדת העידן החילוני, ספרי עליית הגג וידיעות אחרונות, תל אביב, 2017