BRIT MILÁ

La ceremonia de Brit Milá, punto de partida fundamental de todo judío, es un mitsvá de La Torá -mitsvá obligatoria-


Como sabemos, se realiza, bien al octavo día del nacimiento, bien en el momento de formalizar una conversión al judaísmo. Si el octavo día es Shabat o Kipur también se realiza la ceremonia.

La Halajá denomina Aral al judío que no cumple la mitsvá de eliminar su Oralá: su prepucio. Y a este tipo de persona se le impone una pena llamada Káret, que te inhabilita para la vida venidera hayan sido sus mitsvot las que hayan sido. E incluso para ciertas ceremonias estará inhabilitado, incluso si su incircuncisión se debe a motivos médicos. Esta pena aparece en la parashá de Lej Lejá, cuando H´y Abraham consuman su Alianza, su Brit. (Esta palabra, como todas las palabras hebreas que terminan en tet, es femenina; no debe traducirse por masculino.  La Brit Milá y no «*el Brit». )

וְעָרֵל זָכָר אֲשֶׁר לֹא יִמּוֹל אֶת בְּשַׂר עָרְלָתוֹ וְנִכְרְתָה הַנֶּפֶשׁ הַהִוא מֵעַמֶּיהָ אֶת בְּרִיתִי הֵפַר 

 El incircunciso, el varón a quien no se le circunde la carne de su prepucio será borrado de entre los suyos por haber violado mi alianza.

Bereshit,  17, 14

Antíoco IV, en tiempos de la revuelta macabea,  y  el emperador Adriano, en tiempos de la revuelta de Bar Kojba,  son sólo dos de los gobernantes que prohibieron a los judíos practicar una de sus mayores mitsvot. En nuestro tiempo, los judíos de la Unión Soviética también tuvieron problemas con este asunto, así como todos los del eje comunista. En Israel se practicaron britot masivas para adultos una vez cayó el Muro de Berlín.

La ceremonia consta de tres partes, llamadas respectivamente Milá – el acto en sí mismo- , Priá, y  Metsitsá -la recuperación. La persona que ejecuta la operación se denomina «Mohel» y dura unos 10 segundos.

La ceremonia es una fiesta de bienvenida y son tradicionales algunas canciones para celebrarlo. Por ejemplo el piut «Yom La´Yabasha», de r Yehudá Ha´Levy, se canta después del Kadish como colofón a la ceremonia, pero después hay otros típicos de la música misrají popular para dar paso al banquete , como  , la siguiente:

Kualo es la sirkonsisyon?

La sirkonsision sierve por risivir a la kriatura ke ya kompyo ocho dias en al fermamiento de Yisrael. Dio enkomendo esta enkomendansa a nuestro patriarka Avra’am en ordenandole de sirkosir a Yitshak su ijo en siendo de ocho dias. I ke Avra’am fue el primero ke se sumetio a este orden ‘va-yimol Avra’am et Yitshak beno ben shemonat yamim ka’asher tsiva oto Elohim.’ Avra’am sirkosio a Yitshak su ijo a la idad de ocho dias segun Dio le enkomendo.

Livro instruksion religioza (Izmir, 1910)

En el mundo sefardí, el mohel -oficio respetadísimo- tiene una evidente importancia, pero también , según el Me´Am Loez, la enciclopedia litúrgica del judeo-español, la tiene el Sandak o la sandaka (en ladino, el Kitado, la kitada), que traduciremos por «padrino». Es quien sostiene el cojín de las circuncisión sobre el cual reposa el bebé y se lo entrega al mohel. El kitado del primogéntio suele ser el abuelo paterno, y los niños posteriores tienen como sandak al abuelo materno.

Aquí vemos a una kitada de la comunidad de Rodas en Seattle, entregando al niño al mohel mientras los presentes dan la bienvenida al niño al judaísmo: Baruj ha ´Ba be´Shem H´-.

Que salga el novio

Una de las más conocidas tradiciones sefardíes es el uso de la planta de la ruda, que según la creencia popular, ayudará al niño a tener una vida alejada de los males que le provoquen personas ajenas (L ´ójo malo) La ruda se pone en el cojín de la presentación.

Otras tradiciones son, por ejemplo, en la noche anterior a la ceremonia, la lectura de pasajes del Zohar sobre la circuncisión, en una reunión de amigos y familiares. La ceremonia misma se llama como esta obra fundamental del mekubalismo. Se ofrece una gran variedad de dulces y el rabino hace una lectura de una parashá de La Torá.

Los sefardíes sirios llevan a la ceremonia una bandeja ornamental llena de flores y velas donde los invitados dejan su regalo al niño. La bandeja se dona al mejor postor, que lleva el dinero a la tsdaká. Sobre la silla que simboliza la Silla de Elías, se pone un paño con el nombre de Elías grabado.

Los judíos marroquíes colocan un plato de arena cerca del mohel, circuncisión ritual, para significar que el niño debe ser tan fructífero como los granos de arena, como está escrito en el versículo, “Y el recuento de los hijos de Israel será como las arenas del mar. La noche anterior , la Silla de Elías se lleva de la sinagoga a la casa del niño y se decroa profusamente. En Sefrou, Marruecos, que alguna vez fue sede de la comunidad judía más grande del país, el Trono de Elías se colocaba cerca de un poste de la puerta de la casa del niño. Esto se consideraba auspicioso para la larga vida del niño, como se menciona en el versículo, «Y las inscribirás en los postes de las puertas … para prolongar tus días»