Historia de la Puerta de la judería toledana, que dejó de llamarse «de los judíos» en el S XV, tras el edicto de expulsión de los Reyes Católicos.
Al oeste del recinto amurallado de Toledo, mirando por un lado al Tajo y, al otro, abriendo paso por la calle donde hoy está el instituto de bachillerato «Sefarad», se erige la que hoy se conoce como Puerta del Cambrón, que anteriormente fue conocida como Puerta de los Judíos.
Esa puerta, así llamada por ser la única vía extramuros en la judería toledana, no se sabe a ciencia cierta cuándo se construyó. Así de antigua es. Pero, aunque lo que hoy mayormente vemos es una construcción del S. XVI, esto es , después de la expulsión de los judíos, esa Puerta presenta elementos romanos y visigóticos. Así también lo corrobora uno de los mayores estudiosos de la historia toledana, Francisco de Pisa (amigo que fuera de El Greco) quien dice que la Puerta en cuestión data de tiempos del Rey Wamba (s. VII d.e.c.) el último monarca del esplendor germano en Toletum. (Wamba murió en un monasterio de Burgos, pero en el S XIII, Alflonso X El Sabio mandó traer el cuerpo para enterrarlo en la iglesia de Santa Leocadia de Toledo, cuya tumba fue profanada por las tropas francesas en la Guerra de Independencia. Por eso se quitó su imagen de virgen y santa de la hornacina de la Puerta del Cambrón, para que no la destruyeran o se la llevaran.)
Según la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, la puerta es, más bien, musulmana, esto es del S XI, y muy posiblemente fuera construida aprovechando restos del circo romano que había en sus inmediaciones, como así lo atestiguan parte de algunas cornisas clásicas empotradas en los muros bajos del patio.
Las dimensiones del arco – por el cual para asombro de muchos pasan automóviles e incluso autobuses con conductores de gran pericia – son las adecuadas para que fuera la única puerta por donde podían pasar carros llenos de mercancía, pues así se aseguraba el pago de los aranceles: el portazgo.
Tras la expulsión de los judíos, quedó abandonada, hasta que empezaron las remodelaciones institucionales de la arquitectura de la ciudad, en el S XVI: el corregidor Gutiérrez Tello acometió entonces una gran trasformación de la Puerta medieval, manteniendo las cuatro torres y dos fachadas principales, restauradas a partir de 1571, en las que intervinieron artistas y arquitectos como Hernán González de Lara, discípulo de Covarrubias , a quien sucedió en las obras del Hospital de Tavera, Diego Velasco, Juan Bautista Monegro y Nicolás Vergara el Mozo. Eliminaron todo rasgo medieval para convertirlo en un baluarte renacentista. Fue entonces cuando cambió el nombre.
Máximo Martín Aguado, célebre escarbador de la historia toledana (aun siendo catedrático en Ciencias Naturales) , además de académico de número de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, en uno de sus sabrosos escritos cita a Fco. de Pisa -canónigo y catedrático de Escritura, quien en 1600 redactara la descripción de la Toledo imperial- explicando así por qué la antigua Puerta de los Judíos pasó a llamarse Puerta del Cambrón.
Según Pisa, el término «cambrón» es de origen hebreo (o caldeo). Martín Aguado lo desmiente y dice que es latino. Y cierto es que en latín la zarza espinosa que se llamó cambrón -hoy anacronismo- viene de cabro -onis, traduciendo por avispón, esos insectos de aguijón con forma de espina. De ahí viene, por ejemplo, escabroso. Y muchas palabras más.
Pero por una extraña tradición de los filólogos y gramáticos de la romanística, las etimologías de las lenguas hispánicas se quedan en lo latino, como si lo latino hubiera surgido por generación espontánea, como si el latín no hubiera recibido sobre sí mismo lo mismo que hicieron los romanos con todas las culturas que conquistaron: asimilar lo que encontraron y desarrollarlo a su convenio. Cabro -onis – Francisco de Pisa, catedrático de Sagrada Escritura, no decía algo errado- es un semitismo (aunque un semitismo raro, porque la misma sustancia semántica aparece en el proto indoeuropeo, con lo cual el profesor de ciencias también tiene la razón. )
En hebreo, así como en árabe clásico, existe el término krav, קרב, que significa «batalla» -de donde el nombre, por ejemplo, de Krav Magá, la disciplina de autodefensa de las fuerzas de Defensa de Israel, que tan popular es hoy en España. Krav, según Even Soshán, el mayor lexicógrafo de la lengua hebrea, dice que viene de la lengua que hablaban en el segundo milenio los asirios y los babilonios, el acadio, bajo la forma «qarabu«, con el mismo significado de batalla. La misma raíz aparece en el ugarítico y el arameo, también lenguas semíticas, bajo la forma krv, que toma el enfrentarse del acadio para significar ponerse enfrente, acercarse (de donde karóv en hebreo, cercano) . Y Fco de Pisa sabía todo esto para decir que «cambrón» es término hebreo o caldeo (caldeo es sinónimo de babilonio) De ese significado batallador, punzante, en hebreo también tenemos Akráv, עקרב, que traduce por escorpión, otro animal con aguijón como la avispa latina de cambro -onis, o como el cincel con el que se esCRiBe, GRaBa, etc.
Por otro lado, por el lado indoeuropeo, encontramos , en inglés y en todas las lenguas de la filología germánica ( incluso la lengua visigótica en el Toledo de los reyes Wamba y Recaredo) Crab, cangrejo. En español antiguo al cangrejo se le llamaba cárabo. Hoy se le llama así, en bable, a un tipo de lechuza, esas aves nocturnas de pico afilado que usan para cazar, para batallar con sus presas. Y también en bable, al menos en bable oriental, para denominar a los espinosos arbustos silvestres llamados gorbiños (donde aparece otra vez la espinosa raíz) Ese crab inglés está emparentado con to carve, trinchar -una acción muy parecida a la de la inmovilización de las aves rapaces- y esculpir con un punzón. Ahora bien, pensemos en la acción de esculpir: ¿no es muy parecido a la forma que tenían los antiguos de escribir sobre una tablilla? ¿No fueron los asirios y babilonios y sumerios los que escribían de forma cuneiforme sus tablillas de arcilla? ¿Por qué en el mismo verbo «escribir» tenemos la misma raíz esKRiBir? Pues porque el latín recibió del griego el el verbo «grafo» (grafein en infinitivo) quien a su vez viene de la raíz protoindoeuropea *gerbh, que significa precisamente, arañar -eso que te ocurre si tu piel roza con un espino de una zarza, por ejemplo- Y de dónde proviene además un verbo como escarbar, que no es sino arañar la tierra. Quizás debiéramos reflexionar sobre la expresión «dar mala espina», producir recelo y rechazo, sentimietnos propios….de las batallas.
Volvamos a esa zarza toledana -no la de Moisés- que dio nombre a la antigua Puerta de los Judíos.
Según Pisa… » (…) pasó a llamarse así por una zarza llamada cambronera, que dicen estaba en la torre allí nacida, y en nuestra edad se llegó a ver; y ahora hay algunas de ellas por las murallas de allí cerca, en la casa de Pedro de Silva, alférez mayor de Toledo. Cambrón y cambronera dicen que son términos hebreos o caldeos. » (Descripción de la Imperial Ciudad de Toledo, i Historia de sus antigüedades, i grandeza, i cosas memorables; los Reies que la an señoreado, o gobernado, i sus Arçobispos más celebrados. Primera Parte repartida en cinco libros. Con la historia de Sancta Leocadia. Toledo: Pedro Rodríguez, 1605; 2.ª ed. Toledo: Diego Rodríguez, 1617.)
Es decir, que si la Puerta fue reconstruida en 1576 -casi tal cual la vemos hoy- en los años que van desde 1492 a 1576 el abandono al que se sometió la entrada principal a la judería toledana era tal que hasta de entre los resquicios de sus piedras antiquísimas se había llegado a abrir paso la maleza.
Luego, con la reforma de 1573, La Puerta del Cambrón se utilizó como aduana donde se controlaba el abastecimiento de la ciudad, aplicando los correspondientes aranceles del portazgo y depósito de mercancías fiscalizadas. La parte superior la utilizaba como vivienda el alcaide. En el patio se puede leer una placa en la que se recuerda que son libres de portazgo lo vecinos de Toledo y sus Montes.
Conserva las hojas originales de sus puertas reforzadas con chapas de hierro. y en el S XX fue escuela de niños, refugio de milicianos, hasta que sus desperfectos de la Guerra Civil fueron arreglados por Franco. El primer piso y el segundo lo ocupa desde 1980 la sede comarcal de la A.C. Montes de Toledo. Actualmente sufre el paso de los vehículos, sus humos y vibraciones, sobre todo en la parte del patio interior, mientras que en las cubiertas hay corrosión por excrementos de paloma.