LOS CAMONDO

Los Condes de  Camondo, linaje sefardí de Venecia, Constantinopla y  París, figuras claves de la banca, la filantropía y la historia del arte cuyos últimos miembros fueron asesinados por la barbarie nazi.


Ya no queda nada. O sí: quedan las grandes colecciones de arte donadas a museos de la talla del D´Orsay o el Louvre, la pervivencia del modernismo arquitectónico en la capital del Imperio Otomano, el gran museo de porcelana del S. XVIII del Museo de Camondo en París, todas las donaciones filantrópicas que hicieron desde Eretz Israel  a Esmirna e incluso Madrid, su gran palacio en la ribera del Bósforo, la ruina de sus cenotafios…. Y queda la huella en la memoria de la historia del sefardismo, el recuerdo del esplendor de la alta burguesía ennoblecida en el París de la Belle Epoque.  Pero de la familia ya no queda nadie. La dinastía distinta, extinta.

Abraham Camondo
Abraham de Camondo

Expulsados de la Península Ibérica en 1492, los Camondo  acabron recalando en la Serenísima República de Venecia, como tantas otras familias sefardíes que fueron semi-confinadas en el que fue el primero gueto del mundo. A finales del S XVIII, cuando  Francia y Austria se disputan la plaza,  las cosas cambian de color y abandonan el Veneto, y tras pasar por Viena y Chipre, llegan  a  Constantinopla.

Del primer Camondo del cual encontramos huella es Abraham Jaím Camondo, que vivió en el S XVIII; casado con Rajel Regina, fueron  padres (por este orden) de Salomón, Esdrás, Isak, Abraham Salomon, Yacov, Shlomo y Ventura.  Exceptuando el primero, todos nacidos ya en  su casa del barrio de Galata, en Constantinopla. Allí, Isak será el fundador del banco Isaac Camondo y Cia, la primera entidad bancaria moderna del Imperio Otomano. Isak falleció y fue enterrado en Viena en 1831,  a los 48 años de edad. Casado con Francisca Fanny Veronika Vögele -vienesa- fue padre de cinco criaturas, pero la dirección del banco en Constantinopla la heredó su hermano Abraham Salomon.

Abraham Salomón Camondo casó  con Clara Levi en 1804. Tuvieron sólamente un hijo, nacido  en 1810, al que llamaron Rafael. Abraham, que mantenía los lazos venecianos de su abuelo , en tanto que súbdito veneciano del Imperio Austro-húngaro (de quien era delegado en el Imperio Otomano) recibió  la Orden de Francisco José, quien en 1854 invita a toda la familia a Viena para sus esponsales imperiales con Isabel de Baviera, quizás más conocida como Sissi.

Después, cuando Venecia pasa a ser italiana, en 1865, el rey Victor Manuel concede a toda la familia la doble nacionalidad; en respuesta, Abraham beneficia una serie de instituciones culturales venecianas sumidas en la decadencia; en agradecimiento, el rey de Italia, en 1867, le concede el condado de Camondo a perpetuidad y de transmisión hereditaria para los primogénitos. Abraham de Camondo fallece en París, el 30 de marzo de 1873, a la edad de 88 años,

El conde y su nieto Nissim

Mientras tanto, los Camondo han levantado una mansión en el extremo más oriental del barrio de Galata, conocida como Kamondo Saray, el Palacio de los Camondo, un exceso versallesco junto al mar de Mármara;  hoy  es sede del ministerio de defensa de Turquía. Además, construyeron condominios de apartamentos; y en la calle de los bancos, una hermosa escalinata modernista. Construyeron un gran edificio que donaron a la Alliance Israelite Universelle para que montara allí el mejor colegio de la ciudad, pero el proyecto no se acabó de realizar por oposición de algunos rabinos que temían que la cultura judía tradicional fuera asimilada por el mundo francés. Hoy es el hotel de lujo  Casa de Camondo.

A su nombre se debe en  Constantinopla la creación de  un consistorio central para los judíos del imperio, del cual fue presidente casi continuamente; introdujo, además,  reformas en la administración comunal y fundó,  en 1858,  una institución educativa, la Institución Camondo, en Peri Pasha, el suburbio más pobre y densamente poblado de la capital. Pronto se agregaron tiendas de sastrería y zapatería.

Palacio de los Camondo, acabó siendo sede de la Armada de Turquía

Por otra parte,  ejerció una notable  influencia  durante los sultanatos de  Abdülmecid I y Abdülaziz, así como   sobre los grandes visires y ministros otomanos. Fue banquero del gobierno otomano antes de la fundación del Banco Otomano. Obtuvo de la Sublime Puerta un firman (un poder del sultanato) por el cual le era concedido el privilegio de poseer bienes inmuebles en el imperio. 

El Imperio Otomano en el S XIX sufre una profunda reforma , el Tanzimat, por la cual es disuelta la orden de los jenízaros  y todo ello crea un conflicto económico entre los banqueros judíos y los armenios. A eso hay que unirle que el 18 de diciembre de  1866, Rafael, el hijo único del patriarca,  muere a los 55 años de edad. Un gran golpe familiar, sobre todo para su viuda , Esther Fanny, y sus hijos, Abraham Bejor y Nisim, que será quien herede el condado. Con 86 años de edad , el Conde de Camondo, su nuera y  sus nietos – abandonan Constantinopla y  se trasladan a vivir en París.

Ni el pater familias ni sus nietos vivirán mucho tiempo en la ciudad de las luces. Abraham Camondo, de edad provecta,  fallece pronto; y sus nietos, Abraham y Nissim fallecen ambos en 1889. Pero ambos tenían descendencia. Abraham, casado con Regina Barúj,  fue padre  de dos hijos, Clarisse (casada con el banquero León Alfasa) e Isaac de Camondo. Nisim, casado con Elise Fernández  -de la prominente familia de los Fdez. de Tesalónica – fue padre de Jacques y Moise, que es quien hereda el título.

Su palacete en la rue de Monceau, Paris
La sala dedicada a Degas en el apartamento de los Campos Elíseos

Isaac de Camondo , nacido en el verano de 1851 en Estambul, y desde 1874 al frente del banco, fue  cónsul gral. del Imperio Otomano en París;  y un gran amante del arte, tanto el de la música como el de la pintura. Incluso escribió una ópera, El Payaso, que se representó en su momento por toda Europa. Era un gran mecenas de la Opera de París. En su grandioso apartamento de los Campos Elíseos, coleccionó estatuas medievales y renacentistas, tapices medio orientales y una gran colección de estampas japoneesas que dicen los críticos son el germen del impresionismo. Era miembro fundador  de la Sociedad de Amigos del Museo del Louvre. Y además, coleccionista de Delacroix, Courbet, Corot, además de comprador de obras de los impresionistas, en especial de Degas, a quien compró 30 obras, o Manet, a quien visitaba regularmente, y por supuesto otro pintor, sefardí, Pisarro. No sólo les compraba las obras, sino que aprovechó todos sus contactos diplomáticos para abrirles las puertas del mundo cultural europeo. Murió soltero, sin descendencia, en 1911, y donó su inmensa colección al Louvre (hoy esa colección inmensa está repartida entre el propio Louvre, D´Orsay y otros. En el Museo de Francia, por ejemplo, tiene sala propia )

Moyse Camondo

Moise de Camondo  y familia habitaban  el número 63 de la calle de Monceau, un lugar  de alto standing en París,  en un palacio que era imitación del Petit Trianon de Versalles; fue el cuartel general de la familia, donde se irá reuniendo una espectacular colección de arte del S XVIII,  con objetos como la platería de Catalina La Grande, etc.

Una vez fallecida la sra. de la casa, el hijo remoza el palacio y hace un gran acopio de mobiliarios, pinturas, objetos artísticos, etc.  Moyse se casó con la hija de los banqueros Cahen d´Anvers, siendo padres de una pareja: Nissim y Beatrice. El varón será fotógrafo del ejército del aire de la república de Francia en la Primera Guerra Mundial. Falleció en combate el 5 de septiembre de 1917. Esta tragedia  hizo que su padre, Moyse, cerrara todos los negocios bancarios para dedicarse por completo a edificar en memoria de su hijo desaparecido el Museo de Camondo de la calle Monceau. Murió en 1935.

Nissim de Camondo, pilota caído en la Primera Guerra Mundial

Beatrice se casó con el sobrino de  Salomón Reinarch -arqueólogo, filólogo e historiador que  publicó una traducción al francés de la Historia de la Inquisición (3 vols., 1901–03)-  En 1944, Beatrice y su esposo, Leon Reinarch, gran intelectual y artista,  y sus  cuatro hijos  -Bertrand, el mayor, tenía 20 años- fueron asesinados por los nazis en Auschwitz.

La única que quedó con vida  fue Irene  de Cahen d Ánvers, quien vivió como mejor pudo en el París liberado, defenestrada de la sociedad como conversa al catolicismo, con polémicas sobre autorías de obras ( en concreto por un retrato que le había hecho a ella Renoir de niña. ) Rehizo su vida con un conde y murió en 1963.

No queda nada. O sí. Un mausoleo en el cementerio de Montmartre, en el camino de los israelitas, donde yacen bajo una gran Menorá. Y un panteón abandonado en uno de los cementerios judíos de Estambúl.

El abandonado mausoleo  de Abraham Camondo, en el cementerio estambulita de Hasköy, refugio de mármol de Carrara  para indigentes y drogadictos hoy en día.

Un documental sobre lo que hoy es el Museo de Nisim de Camondo en París: