CATALINA TARONGÍ Y EL AUTO DE FE DE PALMA DE MALLORCA

6   de mayo de  1691: una fecha inolvidable de la judería española: se perpetró el más cruento auto de fe de la capital del Reino de Mallorca.


No todo el mundo sabe lo que ocurrió en las inmediaciones de la Plaza de Gomila,  una de las  más famosas plazas de Palma de Mallorca ; en ese barrio -El Terreno-  concretamente  en la esquina de las calles Bellver e Infanta, se perpetró a manos de la maldita Inquisición ,  el peor  de los cuatro Autos de fe que tuvieron lugar en Palma de Mallorca en el año de 1691.  En recuerdo de esos funestos eventos fue inaugurada, hace un tiempo, una calle a nombre de la más famosa de las quemadas vivas ese día: Caterina Tarongí.

Alcalde de Palma, Antoni Noguera, del regidor de Cultura, Patrimonio, Memoria Histórica y Política Lingüística, Llorenç Carrió, y de la regidora de Función Pública y Govern Interior, Aurora Jhardi; así como de representantes de  comunidades judías en la inauguración de la calle de Caterina Tarongí

Era Yom Kipur y erev Shabat. Ni más ni menos.  13 de octubre de 1678;  un niño -Rafel Cabeza Loca Cortès d’Alfons- delató a  237 personas que se habían reunido para cantar Kol Nidré en el huerto junto a la entrada de las muralla de Sant Antoni y Pintada. Fueron no sólo detenidos por la Inquisición sino también víctimas de una total confiscación de bienes. Además, obligados a asistir a misa bajo custodia de alguaciles. Donde se hubieran realizado  rituales cripto-judíos, que hacía las veces de sinagoga, se realizó un sembrado de sal y fue erigida una columna con la siguiente inscripción:

”Año de 1879. Fue derribado, arado y sembrado de sal este huerto de orden de la Santa Inquisición, por enseñarse en él la ley de Moisés; nadie quite ni rompa esta columna en tiempo alguno, pena de excomunión mayor”.

Tras tres años de pesados juicios e interminables torturas, todos ellos  fueron condenados en cuatro autos de fe,  celebrados en el desaparecido convento de Santo Domingo, bajo la presidencias del inquisidor general del Reino de Mallorca  -Pedro Guerrero de Bolaños- y del obispo de la diócesis mallorquina -Pedro de Alagó y de Cardona.

Hubo una  tentativa de huida:  un numeroso grupo de los sentenciados,  el 7 de marzo de 1688,  se desplazan a Porto Pi con el objetivo de embarcar en un navío inglés anclado en la cala y zarpar de noche.  Pero se desencadena una tormenta que lo impide.  Decidieron regresar a Palma, pero a las puertas de la ciudad ya los estaban esperando los inquisidores, que ven en el intento de huida una clara declaración de retorno al judaísmo. De inmediato fueron apresados y confinados.

El primer  proceso  tuvo lugar el mismo día pero años después,   el 7 de marzo  de 1691,  siendo instruidos en la causa veinticinco reos, pero no se dictó ninguna sentencia a pena capital, sólo sanciones. Joana Miróde 28 años de edad, natural de Artà,  cadena perpetua y confiscación de bienes; Joanot, hijo de la anterior, 23 años, amenazado de que si intentaba evadirse de Mallorca y ser capturado, sería condenado a diez años de galeras y confiscación de bienes; Rafel Joaquim, de 28 años, 200 azotes y siete años de galeras; Onofre Cortès de Melcior, 52 años, amenazado con que si intentara escapar de la isla y ser capturado sería condenado a diez años de galeras y una multa de 200 ducados; Elionor Valls, de 60 años de edad, abjuró del hebraísmo, fue desterrada de la ciudad y multa de 200 lliures mallorquines… Todos además  fueron obligados a portar el  sambenito, tanto en libertad como en presidio.

El segundo auto de fe se celebró dos meses después, el Primero de Mayo. Veintiún personas condenadas a morir en la hoguera, aunque por misericordia se les daría primero muerte a garrote vil. El asesinato en masa tuvo lugar en un terreno entre el Lazareto de la Cuarentena, entre la orilla  del mar y el bosque del castillo de Bellver,  y que hoy se conoce como Es fogó des jueus, es decir, El fogón de los judíosPerviven hasta glosas que recuerdan la procesión de los condenados con sus velones verdes, sus capirotes inquisitoriales y sus sambenitos, como los que vestían y portaban ante la muchedumbre vociferante Catalina Pomar, de 71 años de edad, Violante Martí, de 61, etc.

La flecha señala el lugar del asesinato en masa. Palma a principios de S XX

Cinco días después, el seis de mayo,  se perpetraría  un  tercer auto de fe de para  21 xuetes (chuetas) . 14 de ellas, condenadas a pena capital, pero por abjurar de la fe mosaica, primero a garrote vil y después a la hoguera:

  • Miquel Martí, de 51 años
  •  Rafel Ventura Cortès, de 19 años
  •  Josep Aguiló, de 35 años
  • Isabel Pomar, de 71 años
  •  Isabel Tarongí, de 41 años
  •  Isabel Martí, de 42 años
  • Joana Cortès, de 58 años
  •  Beatriu Cortès, de 28 años
  • Violant Forteza, de 53 años
  •  Isabel Aguiló, de 28 años

3  xuetas, condenados a ser quemados  vivos :

  • Catalina Tarongí, de 45 años
  •  Rafel Benet Tarongí, de 21 años
  •  Rafel Valls, de 51 años.

7, quemados en efigie (fugados de la isla o muertos en los tres años de prisión) Guillem Tomàs Tarongí y Agustí Cortès d´Alfons consiguieron huir hasta Alejandría, Egipto, donde recuperaron sus nombres hebreos, David y Salomón.

 Según  el teólogo  jesuita y calificador del Santo Oficio,  Francesc Garau,  «La Fe Triunfante«, 30.000 palmesanos acudieron como espectadores de tan  macabro espectáculo. Uno de ellos, ilustre, pero no palmesano,  el Marqués de Leganés, que iba de paso a Milán, dice Francisco Grau, cronista de tan luctuoso hecho.

Catalina Tarongí , a cuyo nombre va la calle que  que era la calle de Belchite -memoria histórica- era hija de Rafel Josep Felós Tarongí i Aguiló, y de Francina Tarongí i Martí (los xuetas se casaban entre primos) Tuvieron siete hijos. Caterina casó con Guillem Morro Fès Tarongí.

Su hermano Rafael , de 21 años, era discípulo notable del tercer quemado vivo, Valls, que era el rabino de aquella congregación de judeo-conversos , chuetas, que tan funesta suerte corrió.

La expresión «Felet, no’t dons», empleada por Caterina Tarongí para animar a su hermano para que no se rindiera a las amenazas de los inquisidores, ha quedado en Mallorca para indicar una persona obstinada en su opinión.

El día 4 de mayo de 2011, el Govern Balear rindió homenaje a las víctimas de estos autos de fe con un discurso, un concierto de piezas hebreas de una coral y una suelta de palomas. Con la asistencia del rabino Nissan ben Avraham ―descendiente de la familia Tarongí​― y el rabino José Wallis ―descendiente de Rafael Valls.

​El evento fue el primero organizado por un gobierno autonómico en España en honor a las víctimas de la Inquisición Española.

De obligado recuerdo anual por parte no sólo de los actuales judíos de Sfarad sino que también debería serlo por todas las autoridades administrativas de la judería española.