CÈCILE FURTADO-HEINE, LA BONDADOSA

Reseña biográfica de una gran filántropa sefardí en la Francia decimonónica…


París,  6 de marzo de 1821, reinando Luis XVIII y con Napoléon a punto de morir.  Elias Furtado, hijo del rabino de  Bayona-  y sobrino de Abraham Furtado- ha sido padre de una niña a la que llamará Cècile.

Elías Furtado es un banquero  parisino y sefardí, que además es  representante del distrito de Bayona  en el consistorio central en París.  Hijo de Raquel Levy el rabino de Bayona.  Su esposa es Rose Fould,   hija de  Beer Léon Fould, gerente del banco,  y alcalde  de la localidad de Rocquencourt, cerca de Versalles. (Su tío materno, Achille Fould, será ministro años después,  bajo la época que la historia llamada  Segundo Imperio)

Cécile, a su vez, se casó el dos de octubre de 1938 con el rico banquero alemán -hamburgués-  Charles Frankfort Heine, hijo de Salomon Heine, y primo de Henrich Heine, uno de los más grandes literatos de la lengua alemana, conocido como el enterrador del Romanticismo.

En 1965, enviudó y heredó una más que considerable fortuna de doscientos millones de francos, para vivir cómodamente en una gran mansión de la rue Monceau , una de las calles más elegantes del París de su época, en la que vivían por ejemplo los Rothschild o los Ephrussi o los Camondo. Por su matrimonio se había hecho pariente política de la princesa de Mónaco.

Como no tenía hijos, adoptó a una huérfana, Marguerite Laure Julie, que dicen las malas lenguas era una hija natural de su hermano Paul y su amante , Marie Julie Morel. Se casaría con el duque de Elchingen, primero y con el de Rivoli , después.

Durante la guerra  franco-prusiana de 1870, Cécile Furtado-Heine  sirvió de apoyo financiero  a la Cruz Roja y  además organizó un servicio de ambulancia para la repatriación de los heridos. En 1884,  creó  y proporcionó  una pensión para mantener un hospicio en el distrito 14. La calle donde está situado el establecimiento benéfico  lleva el nombre de la calle Furtado-Heine desde 1897 hasta hoy… Además ordenó construir con su propio dinero  otras instalaciones, como   un jardín de infancia en la ciudad de Bayona y un vivero en Montrouge, cuyas ventas estaban totalmente destinadas a la caridad.

En 1895,  legó al ejército francés su villa de Niza,  en la Promenade des Anglais, – lo más chic de Nice- para que pudiera servir de  recepción de oficiales convalecientes. También   se hizo  responsable del costo de mantener a los enfermos, el personal y el edificio.

Así mismo  también fue  muy generosa con el Instituto Pasteur, donde es recordada con un gran busto.

También colaboró con  con varias organizaciones benéficas judías y contribuyó a la construcción de nuevas sinagogas en Francia y Bélgica. La más hermosa de estas sinagogas es sin duda la de Versalles, donde dos placas de mármol rojo le rinden homenaje. No sólo pagó la construcción total, sino que además dispuso un fondo de 150.000 francos, una barbaridad en la época, para que los intereses pudieran mantener la sinagoga de Versalles .

Por todo ello fue conocida como La Bondadosa, y siempre tomada como ejemplo del judaísmo francés.

También ofrece vidrieras en la iglesia Saint-Germain de Grand-Chesnay de la que depende Rocquencourt. Representan a Santa Cecilia y a San Napoleón.

Sus actividades caritativas y su generosidad le valieron el rango de oficial de la Legión de Honor en 1896. Todavía es muy raro hoy en día  que una mujer alcance tal honor por parte de la república francesa.

Unas semanas después de recibir la Legión de Honor, el 10 de diciembre de 1896, Cécile Furtado-Heine murió  en su castillo de Rocquencourt. Su muerte está marcada por un duelo público  liderado por el Presidente de la República, Félix Faure, los ministros y el municipio de París. Zadoc Kahn, principal rabino de Francia entonces fue el encargado de pronunciar el discurso a modo de  elogio.