CREACIÓN Y DESARROLLO DE LA COMUNIDAD SEFARDÍ DE BRASIL

Breve nota cronológica de los principales aspectos históricos de la comunidad sefardí de Brasil.


Brasil, que tras lo de 1492 se llamaba la Tierra de Santa Cruz, fue a mediados del S XVI un importante lugar de refugio de los judíos que de Castilla y Aragón habían pasado a Portugal; de Europa, tras los eventos de obligada conversión dispuestos por la Inquisición portuguesa, pasan, por un lado,  a las Provincias Unidas de los Países Bajos y, por otro,  a Brasil.

Conocemos alguno de sus nombres: Gaspar de Gama, desembarcó en Terra de Sta Cruz con el almirante Pedro Alvares; poco después, en 1502, Fernando de Noronha lidera un grupo de judíos a los que el rey de Portugal había entregado en alquiler ciertas tierras. Es el documento más antiguo de la judería portuguesa. Estos judíos eran agricultores involucrados en la introducción del cultivo de  la caña de azúcar, su manufactura y su exportación a Europa mediante sus contactos en Portugal, España, Holanda. En el nordeste, concretamente en Pernambuco, crecieron tanto que compraron esclavos negros para trabajar en sus campos y se hicieron tan ricos que pronto pasaron a ocupar cargos administrativos aun a pesar de las estrictas normas de la limpieza de sangre. Así, por ejemplo, Felipe Guillén, converso de origen español, era mano derecha del gobernador Tomé de Souza. En la primera mitad del S XVII, en Bahía, primera capital brasileira, el 20% de la población blanca era judía.

Por esa época, James Lopes da Costa, converso de Porto, parte para Amsterdam, donde con el nombre de Yaakov  TIRADO, funda Beit Yaakov, la primera comunidad sefardí de Amsterdam. Luego pasó a Brasil, ya convertida en potencia mundial del azúcar.

Holanda, en esos momentos, era una potencia comercial, pero tenía un obstáculo para comerciar con Portugal: el país luso, desde 1580, había sido anexionado a España por Felipe II y eso duró hasta 1640. Y España estaba en guerra con Holanda, así que los holandeses fueron a buscar el azúcar directamente a Brasil invadiéndolo en 1624. La Compañía Neerlandesa de la Indias Occidentales venció a los portugueses y como había libertad religiosa y dinamismo económico muchos judíos decidieron empezar una nueva vida en la capital de Recife; Pernambuco. Tal es así que había dos sinagogas, Tsur Israel, de 1636,  y Maguén Abraham, de 1637 y en la isla de Antonio Vaz. Un año más tarde había culto en las localidades de Paraiba y Pinedo. Y entre esos grupos que iban llegando estaban, por ejemplo, el primer rabino de América, d. Isaac Aboab de Fonseca (que también fue el primera autor de un poema en hebreo en tierras americanas)

En 1640 Portugal deja de ser parte de España y entonces comienza la reconquista de los portugueses en Brasil. En 1654, tras muchos avatares y batallas, los holandeses y con ellos los judíos de Recife –unos 1450- tienen que abandonar la plaza. Algunos se desplazan a Paraiba, otros volverán a Holanda, e incluso Inglaterra, mientras que otros no cruzan el Atlántico y comienzan a vivir en las Antillas Holandesas -Aruba, Bonaire y Curaçao. Veintitrés llegan a Nueva Amsterdam, que luego será conocida como Nueva York. Tres judíos nacidos en Portugal fueron apresados por los portugueses y enviados a Lisboa para ser juzgados por la Inquisición: Abraham Mendes, Samuel Velho y Abraham Bueno, víctimas de un auto de fe en 1647. El s XVIII, la cifra de judíos brasileños detenidos por la Inquisición portuguesa en Río de Janeiro llega a 500, quemando vivos a 21.

La comunidad de cristianos nuevos, así pues, era numerosa y en ella hay que ir a buscar a las primeras flores culturales de Brasil, como Benito Teixeira, el primer poeta brasileño, que murió en prisión en Lisboa por judaizar, o Antonio José da Silva, alias O Judeu, el mayor escritor del S XVIII en lengua portuguesa, quemado por la Inquisición en 1739. O Antonio Ferreira Dourado, detenido en 1761, con todos sus bienes confiscados por la Inquisición.

En el S XIX, los judíos que llegan a Brasil, ya país independiente, son los sefardíes que abandonaron la Península Ibérica para radicarse en el Norte de Africa. En un principio se fueron a la Amazonia, atraídos por el éxito del caucho, y sus descendientes viven hoy mayoritariamente en Sao Paulo y Río de Janeiro. También llegaron sefardíes que después de haber estado en Holanda habían pasado a Inglaterra (algunos de éstos se convirtieron al catolicisimo, pero  otros permanecieron fieles al judaísmo) La familia Diniz fue honrada por el rey de Portugal con la concesión de un baronía en recompensa por los servicios prestados al país.

También por ese entonces llegó el hijo de un rabino español refugiado en Porto, Fco. Rodriges dos Santos Sairaiva, doctor en filología por la universidad de Coimbra, que se hizo cura católico hasta que decidió colgar los hábitos y retornar al judaísmo.

A comienzos del S XX, con las Guerras Balcánicas y la Primera Guerra Mundial, llegaron numerosos sefardíes desde Italia, Grecia, Yugoslavia, para convivir con los marroquíes, ya totalmente asentados en el país, incluso ocupando cargos políticos como Eliezer Levy, alcalde de Macapá, editor del periódico Kol Israel, o el sionista David José Pérez, periodista por la identidad judía, fundador de A Coluna. Actualmente se calcula en algo más de 35.000 los sefardíes que viven en Brasil, especialmente en Sao Paulo.