EL CÁNTICO DEL MAR

Shvi´í shel Pésaj, el séptimo (día) de Pésaj: el 21 de Nisán, es el día en que se conmemora el espectacular paso de los hebreos por el Mar Rojo ya por eso se lee la preciosa Canción del Mar.


Los eventos festivos de Pésaj culminan, tal como es precepto, siete días después del Leil Ha´Seder, La Noche del Orden, cuando se conmemora con la lectura de La Hagadá el final de la odisea bíblica en su libertad y constitución, atravesando  lo que hoy llamamos Mar Rojo y que en hebreo se llama Mar del Final (Suf, de sof, final y no de juncos, pues el junco no vive en agua salada) «El Canto del Mar» también se conoce como Az Yashir, «Entonces,  cantó» , que son sus primeras palabras.

«Di a los hebreos  que  se pongan  en marcha. Y tú, alza tu cayado y extiende tu mano sobre el Mar (…)  Yo haré que el mar se abra… Egipto sabrá entonces que Yo soy Di-s.»  (Exodo, 12)

EL 22 de mayo de 2007, el Museo de Israel, en Jerusalén,  en el cual está el Santuario del Libro, expuso al público un fragmento de un Rollo hebreo -una meguilá-   datado entre los ss  VII-VIII  d.e. c. y  que  presenta el texto de Éxodo 13:19 a 16:1.  con  “la Canción del Mar”,  Shirat Ha´Yam, un canto de triunfo con que los israelitas celebraron su milagrosa liberación  tras el paso del Mar Rojo.

James S. Snyder,  que era entonces director del Museo de Israel,  explicó que la relevancia de este manuscrito es mayúscula, pues  “el manuscrito de la Canción del Mar es un importante eslabón que une los Rollos del mar Muerto […] con el CODEX ALEPO, el texto más antiguo del que se dispone, del S X”. Y añade que este manuscrito y otros textos bíblicos antiguos “son un magnífico ejemplo de cómo se ha mantenido intacto el texto [bíblico]”. El manuscrito fue encontrado  a fines del S XIX en un lugar emblemático para el relato tanájico:  en la Guenizá de la  LA SINAGOGA DE BEN EZRA , de El Cairo.

Y entonces – cuenta el relato-  Najshón, hijo de Aminadav, de la Tribu de Yehudá, creyó con suma emuná en las palabras de Moshé  Rabenu y se lanzó al mar el primero. Pero aun así,  el mar no retrocedió y casi se ahoga, pues no sabía nadar.  En ese preciso momento, Di-s Mismo apareció sobre el mar y de forma instantánea las aguas se abrrieron en doce sendas, una para cada tribu, que discrurrían paralelamente en dos grupos de seis… Al abrirse el Mar Rojo también se abrieron todos los océanos, los ríos y los lagos del mundo; incluso todo aquello que contuviese agua, hasta el agua en  los vasos y las  jarras. Esto sirvió para informarle al mundo entero sobre el milagro que Di-s había producido.

Su disposición gráfica en el Tanaj es distinta al resto del texto

Esta composición de acción de gracias no sólo se recuerda en el Séptimo día de Pesaj, sino que también se hace en el llamado «Shabat Shirá», que es el Shabat anterior a la fiesta de Tú Bishvat. Además, ese Shabat especial que celebra ese salto místico fundamental para la creación del pueblo hebreo,  tiene una costumbre: la de dejar  en los alféizares de las ventanas  -antes de que empiece el Shabat- migas de pan para que las coman los pájaros. Las aves  son un recurrido símbolo de la iconografía hebrea -empezando por la paloma de Noé.  Cuando Dios abrió las aguas del mar del final -Yam Suf-  para que los hebreos abandonaran la esclavitud egipcia, los pájaros se alegraron tanto de esa libertad que se unieron a los hebreos, acompañándolos con sus  alegres trinos y revoloteos, como  coro del cantar de júbilo de los judíos. Y los niños les daban de comer frutas prodigiosas que surgían en mitad del paso del mar. ( Lo más  probable es que se trate de una costumbre ancestral para tener oportunidad de captar la atención de los niños y poderles hablar de lo que cuenta la parashá, y pasar, como pasaron los hebreos el mar, la tradición de padres a hijos.)

Desde el punto de vista lingüístico,  la canción tiene su importancia idiomática: es ejemplo de hebreo clásico en  su etapa más arcaica, es decir, del más antiguo estrato lingüístico de la lengua hebrea.  Por estos motivos fue materia de estudio filológico por jajamím de la talla de Ha´Rambán (Najmánides) además de todos los filólogos actuales, claro está, porque este poema litúrgico sigue siendo actualidad.

 


 Moadím Le´Simjá U´zmaním ve´Jaguím La´Sasón!