EL PURIM DE ZARAGOZA

17 de Shvat:  la fecha de una singular efemérides de la historia del judaísmo hispano-hebreo y, por ende, sefardí:  el milagro de Purim en la judería zaragozana.


1428 es un año en el que, como consecuencia de las matanzas de 1391, ya había un gran número de judíos de la Península Ibérica que habían decidido convertirse al catolicismo. Los que abominaban de estas prácticas, en su mayoría, no miraban con buenos ojos a los apóstatas.

Alfonso V

Por esa época reinaba Alfonso V, el Magnánimo, rey de Aragón y de Valencia, además de  Mallorca, Sicilia, Nápoles  y Cerdeña, conde de Barcelona y de la Casa de Trastámara.  Rey culto, decía que,  de todos sus consejeros,  los mejores eran los libros, pues no tenían intereses ocultos diciéndole lo que debía hacer.

Y será  en Zaragoza, a la sazón capital de su reino y sede de su corona, cuando  en 1428, vivia  un episodio con un Libro.

El monarca, que siempre quiso congraciarse con los judíos , realizaba una especie de visitas oficiales a la judería,  donde se le rendían honores y él se aseguraba de su fidelidad (fiscal)  La ceremonia solía realizarse  en la calle Mayor, con  los judíos  ataviados  de gala para la ocasión. Los rabinos, además, en señal de honor, sacaban La Torá de dentro del tik -el estuche ornamental  que guarda el Rollo dentro del Hejál, el armario que simboliza el Sancta Sanctorum del Templo de Jerusalén.

Pero un día,  alguien sugirió que,  a lo peor,  mostrar así La Torá a un gentil, por muy rey que fuera,  fuera  un deshonor y una falta contra la Halajá. Así que se convino en mostrar el tik pero vacío. De esta manera, se honraba al monarca sin deshonrar a la Torá.

Cierto judío converso -en algunas fuentes dicen que un tal Marcos-   se enteró de esta artimaña. Y como tenía ciertos contactos en el entorno dell rey, decidió contárselo a  quien se lo hiciera conocer al miso Alfonso V para que así  éste tomara represalias contra los judíos y les obligara a la conversión . Aunque el rey, al principio , no le creyó , era tal la insistencia del converso que al final el monarca le dijo que al día siguiente,  cuando él  estuviera frente a la sinagoga y le presentaran la Torá,  ordenaría que abrieran el tik para cerciorarse de lo que había o  dejaba de haber en su interior. Y que si estaba vacío el tik , decretaría un edicto para exigir la  conversión o la muerte.

Rollo de Esther del Purim Zaragoza

Esa noche, los shamashim de la sinagoga -los  auxiliares del templo judío- tuvieron un mismo sueño: el Profeta Elías les ordenaba meter dentro del tik el Rollo de La Torá en la presentación del día siguiente.  Asombrados de haber tenido todos el mismo sueño, convinieron en que se trataba de una señal a tener muy en cuenta.

Cuando la comitiva real se detuvo frente a las autoridades rabínicas, el judío converso prorrumpió a gritos que comprobara la deslealtad de los hebreos. El rabino tembló de miedo cuando se le ordenó abrir el tik, pues  él no sabía nada de los sueños de sus ayudantes. Cuando  abrieron el tik y todo el mundo vio que dentro estaba La  Torá, el rey, sin más, ordenó que al judío converso le llevaran a la horca.

Sinagoga de la rue des Bordeaux, en París, donde celebran el Purim de Zaragoza todos los años.

Los detalles de la historia fueron escritos en una meguilá -pergamino hebreo de hermosísima iluminación- bajo el título de Purim Zaragoza, por sus similitudes con la salvación de los judíos de la Meguilá de Purim tradicional con la historia de Esther y la salvación de los hebreos.

 

Desde entonces, en la fecha adecuada, 17 de shvat, diversas comunidades leen la Meguilá del Purim de Zaragoza, como puede ser el Beit Midrash de Mekor Baruj, en Najlaot,  Jerusalén, o en París en la sinagoga de Cherenton le Pont (rue des Bordeaux, no la de Jabad en la misma zona)

 Algunos estudiosos consideran que este evento no tuvo lugar en Zaragoza sino en Siracusa, Sicilia (también parte de la Corona de Aragón) basándose en ciertas conincidencias fonológicas entre los b nombres de ambas ciudades y no en el estudio de la presencia de Alfonso El Magnánimo en Sicilia…