EL PURIM SEBASTIANO, DE MARRUECOS O DE LOS CRISTIANOS

El 4 de agosto de 1578 tuvo lugar la Batalla de Alcazarquivir, entre Portugal y Marruecos. ¿Pero sabes cómo afectó esto a la comunidad sefardí de Fez, Tetuán y Tánger?


Sebastián I de Portugal, hijo del príncipe Juan de Portugal y Juana de Austria,  sucedió  en 1557 a su abuelo Juan III de Portugal ,  casado con la hija de Felipe I de España, Catalina de Austria, primera regente durante la minoría de edad de su nieto Sebastián, que mientras tanto era educado en el espíritu cruzado del cristianismo.

Portugal quería dominar el territorio de Marruecos por razones de estrategia comercial. Depuesto el rey marroquí, éste lo invitó a participar en su restauración monárquica, y fue entonces cuando  con el apoyo económico y efectivo de su tío Felipe II de España, Portugal desembarcó en Arcila, a unos 40 kms  de Tánger, para ir con 17000 soldados a Alcazarquivir, en el camino de Fez. En la batalla murieron tres reyes: dos de Marruecos -el depuesto y el depositor-  y el de Portugal. Este desenlace causó en la época gran estupefacción, además de la creación de un mito alrededor del rey, el llamado Sebastianismo, alrededor de las profecías de un tal Bandarra..Hay literatura al respecto en la tradición barroca española, porque el evento histórico fue de impacto demoledor.

Sebastián de Portugal

Las juderías de  Fez, Tetuán, Tánger y otras conmemoraron aquel día de salvación de la Inquisición portuguesa. Era el segundo día de Rosh Jodesh de Elul, y lo designaron fecha  de purim -suertes-  (llamado en concreto Purim Sebastiano, si bien otros lo llaman Purim de Cristianos o Purim de Alcazarquivir )

Y esto porque dos  soldados portugueses,  que eran anusim (judíos convertidos violentamente al cristianismo)  se dirigieron en secreto a los judíos y les revelaron que el rey cristiano, antes de embarcar para África,  había ido  a una iglesia lisboeta para hacer la promesa de que, si vencía al moro, obligaría a todos los judíos de aquellas tierras a convertirse al cristianismo, o «pasaría a cuchillo a todo judío que no aceptara la conversión», tal como su bisabuelo, D. Manuel I, había hecho con toda la población judía de Portugal.

Todo mélaj (juderías de Marruecos) fue presa del pánico. Los rabinos, ante la situación, recordaron a Esther y decretaron un día de ayuno y rezo, implorando por la salvación. Puesto que los judíos fueron salvados de caer en manos de la Inquisición, los rabinos decretaron que todos los años, de forma eterna, el segundo día de Rosh Jodesh de Elul -cuando los sefardíes comienzan los rezos de las Slijot- fuera fiesta de Purim y hubiera mucho regocijo sin trabajo, con no menos caridad (tzdaká) y hasta regalos de manjares (mishloaj manot) tal cual el Purim Susa.

Todo ello fue escrito en una meguilá de pergamino de la cual perviven en Israel algunas copias que son leídas en las sinagogas o en las casas en ese dos de elul (no hoy, que es el aniversario del calendario gregoriano)

Copia de la Meguilá

En el templo de la Tefilá Pintada o de Kalilia de Tetuán solían tirarse monedas al suelo, después de la lectura del Séfer Torá, para que los niños las recogieran y se alegrasen mucho; además,  se daban regalos a los niños y se hacía una comida festiva; algunos solían comer higos chumbos al mediodía porque, según la leyenda, el rey de Portugal  habría muerto contra una chumbera.

Recordamos que además de Purim general, el mundo sefardí tiene otros Purim en el calendario, como el Purim Zaragoza.