Una de las más importantes ceremonias de Rosh Ha´Shaná en el orbe sefardí, con variantes rituales.
La Diáspora – y las sub-diásporas- del Pueblo de Israel, a lo largo de tantos siglos de existencia, de pervivencia y de asimilación cultural, han ido desarrollando infinitud de rasgos distintivos en las diversas comunidades judías del mundo. Muchas de las particularidades -minhaguím- afloran sobre todo en tiempo de fiesta. Y mayoritariamente cuando se trata de una de las tres fiestas anuales de peregrinación -Sloshet Ha´Regalím. Por ejemplo, Rosh Ha´Shaná: una fiesta que va muchísimo más allá de comer manzanas con miel.
Una de estas particularidades festivas se expresa en todas las comunidades del mundo (y en la judería marroquí -la más cercana geográficamente hablando a Sefarad) en la ceremonia de la Hatarat Nedarim (La Anulación de los Votos) En La Torá, concretamente en Shemot 20:7 , con el episodio de los Diez Mandamientos , está escrito :
«…no perdonará Hashem a quien jura en Su nombre en vano»
Así que existe la costumbre , en la víspera de Rosh Ha´Shana (Día del Juicio) anular las promesas ante tres testigos (que son representación, por un lado, de un tribunal rabínico y de tres poderosas fuerzas cabalísticas, por otro lado) : así evitamos la transgresión de no haberlas cumplido. Es una especie de Kol Nidré en Kipur. Pero los judíos marroquíes no lo hacen así, en dos veces, sino en cuatro tiempos: primero, el 20 de av. Luego, el Rosh Jodesh Elul (inicidiendo posteriormente en todas las Selijot del mes y aumentándolo a partir de Año Nuevo) La tercera vez en que se hace la Hadarat Nedarím es en la víspera de Rosh Ha´Shaná. Y finalmente, como hemos dicho, en Yom Kipur con la oración de Kol Nidré.
El texto de la declaración, reza así:
Escuchen, por favor, maestros nuestros: cada promesa o juramento o prohibición o restricción que hayamos prometido o jurado, mientras estábamos despiertos o mientras estábamos soñando o cuando juramos por medio del Santo Nombre, que no puede ser borrado, o por medio del Nombre Havaiá, Bendito Sea Él, y cualquier forma de nazireato que hayamos aceptado sobre nosotros, incluyendo el nazireato de Shimshón (Sansón). O cualquier otra forma de prohibición, inclusive una prohibición que derivara placer que hayamos impuestos sobre nosotros o sobre otros. Por medio de cualquier expresión de prohibición, bien sea por especificar el término: prohibición o al usar la palabra: konám (voto de abstinencia), o cualquier compromiso, inclusive para cumplir un mandamiento, que hayamos aceptado sobre nosotros mismos, sea por medio una expresión de promesa o una expresión de aceptación del nazireato o cualquier otra expresión, inclusive si fue hecho a través de un apretón de manos; cualquier forma de promesa o cualquier forma de regalo voluntario o cualquier costumbre que constituya un acto caritativo con el cual nos hayamos acostumbrado; y cualquier emanación que haya salido de nuestras bocas o que hayamos jurado o que hayamos determinado en nuestros corazones para cumplir con cualquiera de los mandamientos o cualquier práctica adecuada o cualquier cosa buena que yo haya ejecutado tres veces, pero que no había especificado que no constituía una promesa, sea algo relacionado conmigo mismo o con otros, tanto aquellos conocidos por nosotros y aquellos que ya hayamos olvidado. En relación con todos ellos, nos arrepentimos de manera retroactiva y pedimos y solicitamos a sus eminencias una anulación para ellos, porque tememos que podamos tropezar y quedemos atrapados, no lo permita el cielo, en el pecado de votos, promesas, nazireato, prohibiciones, restricciones, konáms y acuerdos.
No nos arrepentimos, no lo permita el cielo, de la ejecución de las buenas obras que hayamos realizado, sino que sólo nos arrepentimos de haberlas aceptado sobre nosotros con la expresión de promesa o nazirato o prohibición o restricción o konám o aceptación en el corazón y nos arrepentimos por no haber dicho: Estamos aquí ejecutando este acto sin voto, promesa, nazireato, prohibición, restricción, konám, o aceptación en el corazón. Por lo tanto, estamos solicitando la anulación de todos ellos y nos arrepentimos de todo lo que se ha mencionado hasta el momento, no importa si son temas relacionados con el dinero o si son temas relacionados con el cuerpo o temas relacionados con el alma. En relación con todos ellos, nos arrepentimos de la terminología de voto, promesa, nazireato, prohibición, restricción y aceptación del corazón. De acuerdo a la ley, alguien que se arrepiente y busca anulación debe especificar el voto, pero sépanlo, maestros nuestros, que no nos es posible especificarlos todos, porque son numerosos. Ni tampoco buscamos la anulación de aquellas promesas que no pueden ser anuladas. Por lo tanto, que parezca ante ustedes como si los hubiésemos especificado.
Los tres testigos replica la declaración repitiendo tres veces:
Todo ha sido cancelado para ustedes, cancelado para ustedes, cancelado para ustedes, permitido a ustedes, permitido a ustedes, permitido a ustedes, perdonado a ustedes, perdonado a ustedes, perdonado a ustedes, aceptado a ustedes, aceptado a ustedes, aceptado a ustedes. Que ya no existan votos, promesas, aceptaciones, acuerdos, costumbres, nazireato, prohibiciones, restricciones o konáms, pero aquí hay perdón, olvido y expiación (y han sido permitidos retroactivamente). Y así como la corte terrenal ha estado de acuerdo y los ha permitido para ustedes, así la corte Celestial esté de acuerdo y los permita para ustedes, y puedan sus pecados ser anulados y los errores expiados.
Los peticionarios entonces declaran
Aquí entonces estamos haciendo una declaración formal ante ustedes, nuestros maestros, y cancelamos de este momento en adelante, todo lo que aceptamos sobre nosotros: todos los votos y todas las promesas, nazireato, prohibiciones, konáms, restricciones, acuerdos y aceptaciones en el corazón, bien sea mientras estamos despiertos o soñando, excepto por los votos de ayuno que asumimos durante Minjá. En el caso que olvidemos las condiciones de esta declaración, y hagamos una promesa de este día en adelante, de aquí en adelante, nos arrepentimos de ellos retroactivamente, y por este medio hacemos una condición de que sean nulos y cancelados y que no tenga ningún tipo de validez. En relación con ellos, me arrepiento de ellos desde ahora y para siempre.
Y finalmente, los jueces aceptan
Aceptamos la presentación de esta declaración.
En Túnez, para la Hadarat Nedarím hay otra costumbre. La ceremonia se realiza después de las Selijot, y al finalizar, los tres jajamím del «tribunal» iban por las calles hasta las casas de los judíos que por alguna razón no habían podido ir a la ceremonia -quizás por enfermedad- y a las puertas de sus casas les gritaban «Atra, Atra», que significa que quedaban liberados. Los judíos de Túnez no hacen cuatro Hatarot Nedarím, sólo los de la isla ed Djerba lo hacen al estilo de la judería marroquí. Y las mujeres también participan.