¿JATIMÁ TOVÁ O G´MAR JATIMÁ TOVÁ?

En hebreo existe una diferencia entre ambas formas de cortesía para Yom Kipur. ¿Pero cuál es esa diferencia?


Durante los diez días que median entre Rosh Ha´Shaná y Yom Kipur -los Días Terrible(mente) intensos de arrepentimiento y tshuvá- y puesto que son los días de mayor importancia y significación del judaísmo, los judíos nos deseamos unos a otros que en el Libro de la Vida de este ciclo anual seamos inscritos de una forma «buena», tová, y que nuestras faltas contra Ha´Shem y sus preceptos sean perdonados, firmando (o sellando) -jotém- un expediente halájico blanco, sin mácula.

De forma tradicional este deseo se formula en lengua hebrea, pero con algunas diferencias. Por un lado, hay quien dice, o quien escribe, o quien lee, jatimá tová (que el sello sea bueno) y por otro, G´mar jatimá tová. ( Gmar es el sustantivo del verbo Ligmór, finalizar, que se utiliza relativamente poco en hebreo standard, prefiriéndose el sinónimo Lesayém) Pero el sustantivo sí se usa para hablar por ejemplo del fin de la liga de fútbol, e incluso con connotaciones argóticas que no procede comentar aquí, etc.

¿Entonces cuál es la diferencia entre ambas expresiones? ¿Cuándo se dice una y cuándo otra?

Jatimá tová – según todos los rabinos de Jabad- se dice entre Rosh Ha ´Shaná y Yom Kipur incluido.  G´mar Jatimá Tová se dice desde la ruptura del ayuno de Kipur hasta el séptimo día del moed de Sukot, la festividad de Hosana Rabá, final de Sukot , como sabemos. Es en Hosana Rabá cuando se concluye, finaliza y termina el sellado de los nombres en el Libro de La Vida, pues Yom Kipur es tan importante, decisivo y concluyente que ,de la misma manera que hay unos días previos desde Rosh Ha´Shaná hasta Yom Ha´Kipurim, igualmente hay unos días posteriores tras Kipurím, para dar últimas oportunidades o completar, acabar, ligmor, el proceso de retorno -tshuvá, de lashuv, retornar (al modo correcto para un judío, el que se ordena en Sinaí )

Sin embargo, no sólo existe esta explicación:  el Rabino Jaim Katz, ex  jefe de la yeshivá del Kotel Ha´Maaraví, sostiene que es más bien una costumbre que diferencia los usos askenazíes de los sefardíes; estos últimos, no usarían en principio el sustantivo G´mar sino por mímesis de la costumbre askenazí.