JUANA MORDÓ, LA GRAN DAMA SEFARDÍ DEL ARTE EN ESPAÑA

Tesalonicense de nacimiento,  fue una  marchante, galerista,  coleccionista y  dinamizadora de la vida cultural madrileña desde los años ´50 hasta la Movida Madrileña.


Juana Naar Scialom, hija de Elise Scialom y León Naar, nació el 26 de abril de 1899 en Salónica. Pero pronto abandonará la ciudad -aún bajo el Imperio Otomano- y será enviada , con su hermano Freddy,  a estudiar en el  París de Picasso, Modigliani y el resto de la Escuela de París.

En París, y como Jeanne Naar,   se casó con un sefardí, Albert Yalcoel, comerciante de tejidos con tienda propia –Trois A– Pero a mediados de los locos años ´20 se divorcia del mercader  y se casa con otro judío sefardí ,  esta vez de origen catalán, llamado Enrique Mordó.

Henry  Mordó tiene en Berlín un negocio de alfombras orientales. Y además tiene un  pasaporte español desde 1919. Algunos años más tarde lo usa para huir del nazismo berlinés  yéndose a establecer a Suiza, donde muere de repente, en 1942, por un ataque al corazón.

Un año después, Juana, que aún es Jeanne, viéndose sola en Suiza,  con su madre, mayor ya, decide usar el pasaporte español y se instala en Madrid. Sólo hace tres años que se ha acabado la guerra civil.

En Madrid, un conocido suyo de la época de Berlín la pone en contacto con los círculos intelectuales del momento y el lugar  y  así consigue entra a trabajar para la sección en francés de Radio Nacional de España. Lee artículos escritos por sí misma sobre arte, pero  firmados como Carmen Soler. En el primer programa, por hacernos una idea de su nivel y estilo,  entrevistó a Azorín, el gran genio de las letras en la llamada Generación del ´98, y que cuando lo entrevista Juana ya es un señor de edad provecta y amplio verbo. Otro de sus programas por ejemplo se tituló Picasso y yo.

Durante estos años ´40 en la capital española,  su persona se vuelve rápidamente indispensable en el mundo cultural. Por su casa, La Casa del Arco, en la calle Rordriguez de San Pedro,  pasan todos los Sábados  a comer sandwichs  personajes como José Luis López Aranguren, Dionisio Ridruejo, Pedro Laín Entralgo, Luis Felipe Vivanco, Antonio Tovar, Rodrigo Uría González, Luis Rosales, José Luis Sampedro, Pedro Mourlane Michelena, Antonio de Zubiaurre, Gerardo Diego, Antonio Saura, Carlos Saura. Imposible nombrarlos a todos los que son habituales, tanto alineados con el régimen como los que presentan formas de disidencia y posteriores nombres legendarios de la política española en la democracia, como el entrañable alcalde Enrique Tierno Galván.

En el otoño de 1953 se inaugura,  en el parque del Retiro, la Iª Exposición Internacional de Escultura al aire libre, de la cual ella es secretaria del comité organizador . El comité organizador está presidido por Antonio Gallego Burín, marqués de San Calixto (1895-1961) director general de Bellas Artes, siendo sus vicepresidentes Joan Ainaud de Lasarte (1919-1995) director de los Museos de Barcelona, y José Luis Fernández del Amo Moreno (1914-1995) director del Museo de Arte Contemporáneo de Madrid. La secretaria sería Juana Mordó. Fue su entrada triunfal en el mundo del arte.

Poco tiempo después, el galerista Aurelio Biosca buscaba una persona para que dirigiera su galería y, la encontró, en Juana Mordó. En la galería estaban los artistas de El Paso y de la generación del gran informalismo español, a los que reunió en algunas muy importantes manifestaciones.

Fue así como abrió su propia galería, en la calle Villanueva, 7, inaugurada el 14 de marzo de 1964. Una exposición colectiva de lo más de lo más del momento: Chillida, Tàpies, Zóbel, Saura…..tal era el éxito que en diciembre de 1975, y en colaboración con Manuel Mendoza, se abrió una nueva galería, también con su nombre, en la calle Castelló, número 7.

El 27 de junio de 1983, el rey Juan Carlos le hizo entrega en el Museo del Prado de la Medalla de Oro de las Bellas Artes. Pocos meses después fallecía en Madrid, la tarde del 12 de marzo de 1984.

Su legado  forma parte del patrimonio artístico del Círculo de Bellas Artes de Madrid: está compuesto en su mayoría por obras de indudable valor artístico, pero con una fuerte carga sentimental, como los  cuadros dedicados del artista fundador del Grupo El Paso, Manuel Rivera.

Otra donación (legado Mordó-Alvear) ha recalado en la Academia de San Fernando: 57 piezas de autores como Rafael Canogar, Gustavo Torner, Bonifacio Alfonso…y una plancha grabada por Dalí.