El QUIJOTE EN JUDEO-ESPAÑOL

 Sobre la realidad lingüística que hay tras la aparentemente anecdótica traducción de la obra cumbre de la literatura española a la lengua de los sefardíes.


Las comunidades judeo-hispanoparlantes del Imperio Otomano conocieron y usaron muy pronto la imprenta, aunque en un principio para editar literatura rabínica exclusivamente -y no poca, además.  A partir de la segunda mitad del S XIX, como consecuencia del movimiento intelectual de emancipación judía conocido como La Haskalá -común a toda la judería europea- se comienza no sólo a publicar literatura profana de ficción y lírica, sino también prensa, en la cual a modo de entregas -no todo el mundo podía comprar libros- se publicaba como folletín semanal todo tipo de relatos, incluso traducciones de obras cumbre de la Historia de la Literatura Universal , como es el caso de «El Quijote». Este es el caso, por ejemplo de  El Amigo de la Familya” , periódico publicado en Constantinopla -aún no había adquirido el nombre de Estambúl- entre  los años de 1881 y 1886.

María SÁNCHEZ-PÉREZ. El Quijote en judeoespañol. Estudio y edición de los fragmentos publicados en los periódicos sefardíes El Amigo de la Famiya (Constantinopla, 1881) y La Boz de Oriente (Estambul, 1931). Prólogo de Paloma Díaz-Mas. Barcelona, 2019.

 

Su  editor jefe, profuso periodista de la época,  fue  David Fresco (1853-1933)  del periódico el   “El Tiempo” (1871-1930),  “periodiko israelita politiko, literario, komersial y financiero”. Esta publicación tenía  unos  suplementos “El Sol” (1877-1878) “El Instruktor” (1888-1889) y “El Amigo de la Familya”, (1881-1886), “revista periódika ilustrada” -hebdomadario- que es donde se publicó el episodio de Cardenio, personaje ficticio de la primera parte de Las aventuras del ingenioso hidalgo D. Quijote de la Mancha. Se trata de un personaje que Alonso Quijano Y Sancho Panza encuentran en Sierra Morena y que les relata sus amores contrariados con una tal  Lucinda.

Portada de El Amigo de la Familia:revista Periódica Ilustrada

Todo esto lo descubrió la profesora del Departamento de Literatura Española de la Universidad de Salamanca (Usal) María Sánchez-Pérez, que publicó el hallazgo en la muy prestigiosa revista de literatura española «Insula»

Además de los amores de Cardenio, en el mismo periódico también se tradujo -y utilizamos el verbo con toda alevosía, porque nos e trata de una interpretación literal sino de una verdadera traducción con rasgos literarios- la novela de «El Curioso Impertinente», una de las más famosas de las que que aparecen dentro de la obra cumbre de Cervantes, «El Quijote».

Aunque estas obras fueron publicadas en Constantinopla, ya existían proyectos para lo mismo en Tesalónica en 1878, pero parece ser que no se llevó a cabo o que nadie ha encontrado esa edición, ni nadie da más noticia de su existencia que por la intención de sacarla a la luz.

Se desconoce la versión que se usó para la traducción. Pero por la fecha de publicación lo lógico es pensar que se trabajó con una traducción del francés, ya que es esta la época en que todo el orbe sefardí recibe la inestimable pero paradójica ayuda académica de la  Alllance Israelite Universelle, institución académica  francesa que llevó la modernidad a las comunidades sefardíes , conectándola con el mundo europeo tras siglos de cultura otomana. Paradójicamente este hecho es uno de los mayores factores  que llevan al judeoespañol a la agonía lingüística, pues los niños empiezan a estudiar en francés , vivir en turco y sólo hablan el judeoespañol en la casa, con todo lo que eso implica desde el punto de vista sociolingüístico.

Para cuando unos años más tarde D. Ramón Menéndez Pidal , padre de la escuela de Filología Española, se ponga junto a su esposa a recopilar romanzas en judeoespañol por la península balcánica, el judeoespañol, o judezmo, o ladino (latino) o españolit ,  ya estaba en estado crítico.