LA FUNDACIÓN THYSSEN SERÁ APOYADA POR LA ABOGACÍA DEL ESTADO

El largo proceso contencioso abierto contra la Fundación Thyssen-Bornemisza por la compra de un pisarro del expolio nazi abre nuevo capítulo con la personación de la Abogacía del Estado en el litigio.


El pintor sefardí Camille Pisarro -uno de los padres del Impresionismo- pintó una gran obra que tituló «La calle de San Honorato. Efecto de la lluvia por la tarde. »  En 1939 , esa obra pertenecía a una judía alemana, Lilli Cassirer. Los nazis le propusieron vender el cuadro por un cantidad insignificante de dinero y a cambio recibiría un salvoconducto para salir de Alemania sin problema alguno. Y lo hizo.

Tras pasar por distintas manos ,  el cuadro fue adquirido en 1976 por el Barón Thyssen Bornemisza, quien a su vez se lo vendió a la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza en 1993. En el año 2000, los herederos de L. Cassirer descubren que la obra está colgada en Madrid. Y empiezan el proceso de recuperación presentando  una demanda judicial ante el  Distrito Federal de Pasadena (California, Estados Unidos) Este juzgado,  mediante una decisión sumaria, determinó que la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza era la propietaria del cuadro puesto que, fuese cual fuese el título de adquisición, se había convertido en legítima propietaria de la obra por prescripción adquisitiva conforme al derecho español.  La familia Cassirer recurrió ante el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito Federal de los Estados Unidos, al igual que hicieron la Comunidad Judía de Madrid y la Federación de Comunidades Judías de España, que se personaron en la causa representados por el despacho B. Cremades & Asociados y que alegaron que «las cosas muebles hurtadas o robadas no podrán ser prescritas por los que las hurtaron o robaron», según establece el artículo 1956 del Código Civil español. El Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito Federal dio la razón a este último argumento y revocó la sentencia inicial del juez.

Hace unos días, la fundación Thyssen -quien por otra parte aún no ha aclarado si va a seguir con su colección en España- solicitó al Tribunal de Apelaciones que reconsiderase esta decisión. Para apoyar esta petición, la Abogacía del Estado se acaba de personar en la causa como tercer interesado (‘amicus curiae’).