LA JUDERÍA DE TUDELA

Notas sobre la fundación y destrucción de la segunda judería más importante de entre todas las del reino de Navarra.


Tudela es una localidad de la Ribera  (del Ebro) , Navarra, de cuya antigüedad da prueba el que fuera  nombrada en los epigramas de Marcial a fines de S I dec. Tras una inocua y vacua existencia visigótica, la localidad fue tomada por los musulmanes en el S IX y será sede residencial de un poderoso miembro de la dinastía de  los Banu Qasi, Ibn Musa, considerado el tercer rey de España tras el emir de Córdoba, Abderramán II, y Ordoño II de Oviedo. Aunque no quedan documentos que lo acrediten, se cree que en esta época de esplendor económico -era hasta una taifa independiente- ya había población judía (y mozárabe)  a orillas del Ebro a su paso por Tudela. Prueba de ello sería el hecho de que en Tudela nacieron dos grandes intelectuales del mundo hispano-hebreo:  en 1070,  YEHUDA HA´LEVI, la mayor gloria poética de la lírica hebrea en Sfarad,  y en 1092,  IBN EZRA . Ambos,  ya desde jóvenes,  harán carrera fuera de su ciudad natal (como es el caso de otro gran literato, Ibn Gavirol, quien nacido en Málaga ejerció toda su vida en Zaragoza y murió en Valencia)

Alfonso I El Batallador reconquista Tudela en 1119. Los hebreos, que habían huido de la plaza por temor a la masacre, tendrán una sorpresa: el monarca aragonés (y pamplonés) concede los Fueros de Nájera a los judíos tuledanos para que regresaran. Estos fueros -código civil de una población medieval en España- son de los más importantes que se concedieron , modelo de muchos otros; también son la primera documentación que existe sobre  la judería tudelana. Por estos fueros, los judíos recuperaron sus antiguas casas ; y, medio siglo después, ya  en tiempos de Sancho VI,  hasta pudieron venderlas para pasar a vivir en lo que se dio en llamar la Judería Nueva, a  la vera del castillo de la localidad, y sin que dejara de existir la Judería Vieja. (Algunas familias prestigiosas , como los Abenpasat, se quedaron en la Judería Vieja)  Además, el Fuero de Nájera  habilitaba a los judíos  para cargo público,  permiténdoseles ejercer todo tipo de oficios y vender todo tipo de género;  y, en el plano de la justicia, los equipara a la nobleza y al clero (cosa inaudita) por quedar  acogidos a regia protección por los excelentes servicios que prestaban , tanto al rey como a la comunidad.

De la época de Sancho VI ,  el primer rey en serlo de Navarra (y no de Pamplona), es el famoso viajero -nacido en 1130-  BENJAMÍN DE TUDELA, otra gran personalidad del pasado hispano-hebreo (que no sefardí, pues los sefardíes no existen hasta después de la expulsión y es impropio así llamar a un judío del S XII) Para cuando Benyamín el andariego transitaba  por las juderías de las  profundidades de Oriente, Tudela era sede real de Navarra y aumentó considerablemente su población. El elemento judío era el encargado del mantenimiento del castillo, habitado por Sancho VII hasta su muerte.

Tras entuertos históricos que no cabe aquí mencionar, reinó en Navarra, desde 1234 a 1253, Teobaldo I, que marca un punto de inflexión para los judíos tudelanos: `primero, este rey modifica los fueros , decretando que los judíos deben vestir de forma que los identifique como tal; segundo, que todos los libros del Talmud deben estar supervisados por los franciscanos; y tercero, la violencia:  en 1235 se produjo un levantamiento popular en la villa, en contra de la monarquía. En los tumultos, bastante violentos y de toda índole, se incluyó el asalto a la judería para saquearla. Además de las pérdidas materiales, se perdió el privilegio de cuidar del mantenimiento de la fortaleza real. A lo largo de todo el S XIII, como el resto del reino de Navarra, Tudela irá perdiendo su poderío hasta entrar en el S XIV en una situación más problemática, regida por  el controvertidísimo Felipe IV de Francia, El Hermoso,  hasta 1305.

Caserón desde cuyo balcón se cree que los clérigos cristianos predicaban por la conversión de los judíos.-

 Como es lógico, la vida judía de la aljama giraba en torno a una sinagoga mayor , llamada de Los Tejedores, por el barrio en el que se levantaba, y su radio de jurisdicción incluía una decena de localidades aledañas, aunque no todas eran judería, sino que en ellas vivían algunas familias judías. En total unas ochocientas familias a fines del S XIII, que tributaban 800 libras de dineros sanchetes al año, luego, a principios del XIV,  1335, por la llegada de judíos franceses expulsados.

Fragmento de Janukiá encontrado en Tudela

En el siglo XII consta que esta sinagoga estaba junto a la Colegiata de Santa María, la que después, S XV,  se convertiría en la Catedral de Tudela. Esta sinagoga será destruida en la matanza de 1391. D. Francisco Fuentes, presbítero de la Catedral, cuya información es recogida con algunas dudas por Francisco Cantera en su obra Sinagogas Españolas (1955)  Gótico mudejar del XIV,  parecido al toledano, por lo que identificaron la capilla llamada Escuela de Cristo con la antigua sinagoga. Pero algo falla: la sinagoga en el S XIV ya no estaba en la judería vieja, sino dentro de las murallas de la alcazaba, la judería nueva. Así que no puede ser identificada como antigua sinagoga, a pesar de que los guías del comercio turístico, enmarañados en una red de inexactitudes,  así la presentan. La sinagoga de Tudela no se sabe en dónde estuvo a pesar de que Basilio Pavón sostenga que coexistieron dos sinagogas en ambas juderías. Los cristianos de la Edad Media nunca hubiera permitido la existencia de un elemento de culto judío dentro de las dependencias de la entonces Colegiata. Eso son modernidades del S XVI. J.L.Lacave (1992) uno de los mayores conocedores del mundo judío hispano también afirma que ese claustro de la catedral no tiene nada que ver con la sinagoga. Otros historiadores del patrimonio navarro ni siquiera se molestan en comentar la posibilidad, de tan poco crédito como tiene.

Ketubá. Tudela, con un número menor de documentos, tan solo conserva de dos lugares. 6 de la propia Tudela y 2 de Borja. También conserva 8 fragmentos de libros bíblicos.

La judería tudelana volverá a tener episodios de violencia en el S XIV. Primero, con la violenta incursión de los Pastorcillos desde el otro lado de los Pirineos, en 1320, que no sólo actuó sobre Monclús y Barbastro, sino también llegaron a Tudela. Y luego, en 1328, por una revuelta antijudía en todo el reino navarro; esta amnifestación antisemita estuvo instigada por Fray Pedro de Ollogoyen , franciscano navarro  que logró su propósito  aprovechando  la inestabilidad en el Reino de Navarra (tras la muerte del rey Carlos I /IV de Francia) . Asesinatos, conversiones forzosas y también huidas de los judíos hasta el vecino reino de Aragón, donde se les respetaba. Pedro de Ollogoyen fue condenado a muerte, pero por  presión eclesiástica los nuevos monarcas Juana y Felipe de Évreux fue recluido  en el convento de los franciscanos de Olite. Por si fuera poco, veinte años después,  se desencadena la epidemia de peste bubónica, que diezma también la población de la  judería. Familias acaudaladas y de rancio abolengo como los Abenabez, Benjamín, Gamiz, Margelina y Menir, entre otros, fueron preparando con tiempo su exilio: la presión fiscal desorbitada, las condiciones sanitarias, las violencias fueron mermando su población.

 Como todos sabemos – pero siempre es bueno recordarlo- el decreto de expulsión o conversión de la monarquía católica no aplicaba en el reino de Navarra, de donde los judíos fueron expulsados sólo en 1498, por lo cual las juderías de la comunidad foral fueron las últimas en existir como tales en la Península Ibérica.