LA JUDERÍA DE VALENCIA DE ALCÁNTARA

 Una de las mayores aljamas de Cáceres, Extremadura, en la comarca de La Raya, junto a la frontera con Portugal.


Cuatro, como las cuatro esquinas de la Tienda de Abraham, son las órdenes de España: la de Santiago, la de Calatrava, la de Montesa y la de Alcántara. Esta última no es que sea llamada así por generarse en Valencia de Alcántara, sino todo lo contrario: la fundación romana de Valentia – tantas veces confundida con la Valentia de la costa mediterránea- después de la época visigoda y musulmana, en el segundo cuarto del S XIII, es la Orden de Alcántara la que reconquista la plaza y agrega su nombre a la localidad.

Blanca y azul,  en La Raya, la frontera con Portugal, su hoy llamado Barrio Gótico Judío fue declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Histórico Artístico en 1997; diecinueve calles de trazado antiguo en las que proliferan portales ojivales y otros elementos góticos.

En la confluencia de las calles Gasca y Pocitos (que hace pensar en mikvaot, las albercas rituales del judaísmo para las abluciones ) se erige, reformada, la sinagoga, que tras la expulsión fue profanada convirtiéndola en lo que anuncia su entrada: Matadero (de cerdos extremeños, patria del jamón más preciado)

La sinagoga de la aljama, que fue numerosa en su época, está datada en la primera mitad del S XV -aunque la presencia de judíos en el lugar está documentada ya en el S XIII. Al parecer, en el basamento de una de sus columnas apareció una moneda portuguesa del XV que sirve para pensar que el edificio es de aquella época.

En el centro de la antigua sinagoga hay un espacio cuadrado, un dosel sustentado por cuatro columnas – como las cuatro esquinas de la Tienda de Abraham-  que servían como marco incomparable de la tevá del templo. Sobre estas columnas, unidas entre sí por arcos, el edificio se eleva  a modo de pequeña linterna, probablemente cubierta de alabastro en su día, por la que entra la luz simbólica de La Torá. El muro que mira a Levante, donde hubo de estar el hejal,  no es liso, sino que presenta las protuberancias de la roca de origen, como si fuera la roca donde Abraham a punto estuvo de sacrificar a su hijo y donde luego estaría el Kodesh Ha´Kodeshim.

En otros muros quedan evidencias de portones , hoy cegados por llevar a casas particulares colindantes, que se supone llevaban a un posible Talmud Torá o incluso a una sala para la oración de las mujeres.

La estructura arquitectónica es similar a la que encontramos en la vecina sinagoga de Tomar, ya en tierra portuguesa (en la actual demarcación administrativa, porque Valencia de Alcántara fue portuguesa durante unos años)

Con el decreto de expulsión de 1492, la aljama de Valencia de Alcántara que optó por no abjurar de la fe mosaica partió en masa hacia la cercanísima Portugal, concretamente a Castelo do Vide, donde sólo pudieron quedarse unos pocos años, porque en 1496, el rey Don Manuel I también los expulsó de Portugal. Los judíos que se quedaron en Castelo de Vide eran llamados cardadores porque se dedicaban a cardar la lana y a hacer paños, además de ser tintoreros, tejedores y comerciantes que vendían las telas de Castelo de Vide en las ferias de Cáceres, Zafra o la misma  Valencia de Alcántara.