LA SINAGOGA DE BERGAMA

 La decimocuarta sinagoga reconstruida en los últimos años en países de mayoría musulmana.


Bergama – la antigua Pérgamo, cuyas ruinas aún perduran a la vista del viajero, que no del turista-  es una ciudad pocos kms. al norte de  Esmirna (en la siguiente ensenada del Egeo, por decirlo de algún modo) Famosa por su antigua biblioteca, su altar de Zeus (hoy en Berlín….) y sus magníficas alfombras, se desconoce la antigüedad de su comunidad judía -se supone que tan antigua como la de otras localidades anatolias- y sólo se tienen datos fehacientes desde el S XVIII, con el asentamiento de judíos venidos desde Constantinopla (aún no se llamaba Estambúl) de Tesalónica (aún no se llamaba Salónica) o de Esmirna (aún no se llamaba Izmir)

Tevá de la sinagoga mayor de Bergama antes de la restauración

 La mayoría de su población judía se dedicó  – para variar-  al comercio, pero también hubo zapateros y hojalateros, buhoneros y clérigos talmúdicos , todos ellos sometidos en mayor o menor medida a los designios administrativos del Imperio Otomano. Es así que una antigua leyenda cuenta que cuando se declaró la guerra por la independencia de Grecia -frente a Bergama está la isla de Lesbos- hubo en la ciudad una gran batalla y los otomanos ordenaron a los judíos que se hicieran cargo de los cadáveres de los griegos, que ellos no querían ni tocarlos. Los judíos siguieron las órdenes de quien era el rabino de la ciudad, rabí Varon, que indicó que todo lo que se podía hacer era arrojarlos al río Boklu Jai.

 Los sucesores de R Varon fueron Mordejai Sardas, Abraham Kurkidi (1860-80; autor de «Wayiḳra Abraham», Esmiran, 1887), Isaac Mizraji,  Yosef Aboab, Isaac Franco y   Solomon Ḥabi, que era el rabino en 1904. La Enciclopedia Judía no da más datos después de este año porque la entrada es de Abraham Galante básicamente.

 Sí que consta la existencia de al menos tres cementerios -lo que refleja el nutrido número de judíos que habitaban la ciudad. (Unos 500 sefardíes ladino-parlantes en 1904)  El último cementerio se inauguró en 1864.  La lápida más antigua está datada en 1834.

Entrada reconstruida de la sinagoga de Yabets, cortesía de Nissim Bencoya, de Izmir Project
La tevá, con su habitual reminsicencia a la tevá (arca) de Noé.

Por supuesto, tenían una sinagoga principal (además de numerosos oratorios) que fue construida en 1862 y fatídicamente destruida por un gran terremoto en 1896. Luego hubo de ser reconstruida y hacia 1942, después de un incendio por el cual se derrumbó la techumbre de madera,  se usó por las autoridades turcas como Centro de Menores.

El 11 de mayo de 2014, tras una esmerada reconstrucción sufragada s por el gobierno de la provincia de Izmir (Bergama se encuentra en esta provincia), el Ministerio de Turismo de Turquía, la UNESCO y la Unión Europea, abrió sus puertas de nuevo -como centro cultural. Pero la cultura es intangible, todo lo importante es invisible a los ojos, y el viajero (que no el turista) podrá ver en esta reforma arquitectónica el paso de los judíos de Bergama aunque no haya ni uno sólo en las calles de esta ciudad.  A la ceremonia de inauguración del centro cultural que antaño fuera sinagoga fueron invitados 300 miembros de la judería vecina, Izmir, así como el jajám bashí actual de Turquía, r.  Ishak Haleva, así como cientos de judíos de Estambúl que no quisieron dejar de apoyar con su presencia el vínculo del edificio con la comunidad sefardí de Turquía. La restauración en sí fue un proyecto ideado por el antiguo embajador de Israel en Turquía, Gaby Levy (al que la Turquía de Erdogan expulsó del país, no obstante) .