LA SINAGOGA DE GOLONDRINOS

 Toledo – que sepamos- tuvo entre  los ss. S XIII y  XV diez sinagogas; de algunas no sabemos apenas nada, pero por ejemplo la que hoy llamamos de Golondrinos es bien conocida por los historiadores, no así por el visitante.


La gran revuelta cristiana de 1391  contra los judíos tuvo consecuencias de todo tipo sobre prácticamente todas las juderías de la península ibérica -unas de forma más cruenta que otras, eso sí. Una de esas consecuencias, en el caso de la judería toledana, es el de la destrucción de sinagogas.

Pero en 2007 un equipo de arqueólogos dio con dos de ellas: la de Sofer (escriba, escritor) y la de Golondrinos.

Como muchas veces es habitual, el hallazgo fue consecuencia de una intervención en un edificio privado de la calle de Las Bulas;  se descubrió una esquina de la sinagoga, con tamaño de seis metros de ancho por ocho de alto. La sinagoga no se llamaba Golondrinos, sino que se ha llamado así porque era el nombre de la familia que poseía el solar.

La judería toledana se extendía -aun habiendo controversias al respecto- en dos áreas: el arrabal exterior (o superior, lindando con el barrio de S. Román)  y el arrabal grande ( hacia la plaza de Santo Tomé) Pero López de Ayala,  un poeta, historiador y estadista español, contando las pugnas de poder entre Pedro I y su hermano Enrique , dice  que  había en Toledo una judería apartada,  destruida en 1355 por las tropas de don Enrique, mientras que la judería mayor, amurallada, resistió.

En el barrio judío del Alacava – la colina- que era  un barrio de la judería,  había dos edificios públicos judíos : el midrash de Las Vigas y una sinagoga. Esa sinagoga estaba detrás de dos casas, según reza documentación del S XV: una casa de Abraham Batidor y otra de Diego López que  lindaban por detrás con la sinagoga en el hoy llamado callejón de Esquivias.

El 24 de junio de 1492, con motivo de la expulsión, Moisés y Samuel Anacagua, dos hermanos joyeros judíos, vendieron a las religiosas del monasterio de Sto Domingo el Real “unas casas en la colación de la iglesia de san Román al alacava, dentro del adarve que dicen de los Golondrinos”. Un Anacagua construyó un midrash , Madrisa de Ben An Nekawa en otras fuentes, en la casa que hace esquina con el adarve de Golondrinos.

En esta parcela se edificó hacia 1930 una casa que se quiso rehabilitar en 2005. Al ir a hacer las correspondientes análisis arqueológicos que requiere toda obra en dicha zona de la ciudad, se descubrió un muro de seis metros que se considera parte de la esquina de la sinagoga. Y se cree que bajo las casas colindantes continúa el muro, pero no se puede saber a ciencia cierta si los dueños no deciden por sí mismos solicitar la excavación. Bajo la sinagoga, restos de una mikve, una bóveda de cañón que da a un espacio cerrado, y hasta una canalización de agua para traerla desde un pozo cercano.

A esta sinagoga se la denomina de Golondrinos  porque junto a ella habitó la familia de Golondrinos, que tenía estos pájaros en sus blasones y escudos.