LA SINAGOGA DE MÓNACO

Una de las más modernas y lujosas sinagogas construidas recientemente.


Villa Esmeralda

En el número 15 de la Avenue de La Costa, en el barrio de Montecarlo, Principado de Mónaco, se levanta desde 2017 la sinagoga de Edmon Safra, sustituta de la una sinagoga precedente, en Villa Esmeralda, un chalet belle époque de 1887 ya derruido.

  La comunidad judía de Mónaco, después de la Segunda Guerra Mundial, está compuesta por judíos de venidos tanto de Francia como del Reino Unido, pero también del norte de Africa y de Turquía, así como de Siria y el Líbano. Hoy suponen el 2% de los monaguescos y la mayoría vive en Montecarlo.

 

La nueva y única sinagoga monegasca fue construida en forma de torre de cuatro pisos; inaugurada en marzo de 2017 por el príncipe Alberto de Mónaco y la embajadora de Israel, Aliza Ben Nun, representante del estado de Israel tanto para la República Francesa como para el Principado de Mónaco. Asistieron al acto de inauguración el rabino de Francia, r Jaím Korsia , de origen sefardí (Argelia) , el Sr. Pinjas Goldsmidt, presidente de la Conferencia de Rabinos Europeos, así como Joel Mergui, famoso dermatólogo de Marruecos, y por supuesto, Lilly Safra, viuda de Edmond Safra, a quien la sinagoga fue advocada.

Los Safra (de donde azafrán)  son  una conocida y multimillonaria dinastía de banqueros sirios que, en el S XIX, comerciaban con oro entre Alepo, Istanbul y Alejandría.  Cuando el Imperio Otomano sucumbió a la Primera Guerra Mundial, uno de los Safra, Jacob, abrió un banco propio en Beirut, Líbano. En 1952, la sede de este banco sefardí se trasladó al Brasil y,  por supuesto, se trasladó también Jacob Safra, con su prima y esposa, Esther,  y sus hijos: Elie, Edmond, Joseph y Mois. La plaza del ayuntamiento de Jerusalén, Kikar Safra, lleva ese nombre en su honor. (Sus aposentos, en la calle Emek Refaím)

En 1956, Edmond Safra abrió en Ginebra, Suiza,  su propio banco. Le fue tan bien que en 1966 abrió otro en Nueva York. El banco ginebrino se lo vendió a American Express por 450 millones de dólares. Y entonces abrió un holding bancario en Luxemburgo. En los años ´80 era el mayor filántropo del mundo, a través de su propia fundación y a lo largo de todo el mundo, incluso en España. Vivía con su esposa Lily Safra  en Mónaco, en un ático belle epoque de 250 millones de euros; a pocos kms tenían  Villa Leopolda, donde dicen que se dieron las mejores fiestas de los años ´80.

En 1997,  Edmon y Lily  decidieron  construir una sinagoga sefardí en la Gran Manzana. Pero Edmond no llegó a verla terminada. Hay que decir que la fundación Edmond Safra ha construido además otras veinte sinagogas por todo el mundo: la de Madrid en la calle Balmes, por ejemplo.

Edmond y Lilly, en un evento donde reconocemos al Marqués de Griñón, Carlos Falcó, y Plácido Domingo

Pero a Edmond le esperaba el Parkinson y tuvieron que  ponerle en manos de un equipo de enfermeros y cuidadores; una noche de  diciembre de 1997 , uno de esos cuidadores provocó un incendio en el ático monaguesco y Edmond Safra, junto a su cuidadora Vivian Torrente, ardieron vivos en el siniestro.  El cuidador fue condenado en 2002 tras admitir los hechos que se le imputaron. Declaró que él fue que prendió fuego a la casa pensando que si salvaba al señor, éste le agradecería haberle salvado con una gran suma de dinero. Pero en vez de salvarle le quemó vivo.

El hecho conmocionó a la sociedad monegasca, pues Edmond Safra era uno de sus más conocidos y queridos vecinos. Por eso ahora se le rinde tributo a quien tanto le gustaban las sinagogas, con una sinagoga a su nombre en el mismo barrio en el que él vivía.