LA TORÁ DE CALAHORRA

El archivo diocesano de la catedral de Calahorra, La Rioja,  conserva entre sus tesoros un Sefer Torá del S XIII, que se cree perteneció a la misma  judería calagurritana.


La aljama de Calahorra -Muy Noble, Muy Leal y Fiel Ciudad- data del S XI y llegó a su máximo esplendor en el S XIV, cuando contaba con el entonces nada despreciable número de unas seiscientas personas tributando y viviendo en  los alrededores de la iglesia de San Francisco (el Sequeral, calles Cabezo, Morcillón, Sastres y Murallas, entre otras) Pero una de sus más antiguas menciones como comunidad judía está en el edicto de Caracalla, del año 212 d.e.c. , en el que se anuncia que todos los judíos de Calahorra pasan a ser ciudadanos romanos de pleno derecho.

Luego, entre los s XIII y XIV la judería caligurritana vive una época de esplendor, los judíos ocupan cargos administrativos.

Pero de pronto,  en 1366 y en Calahorra , Enrique de Trastámara, bastardo de Alfonso XI, se auto-corona rey de Castilla;   con el conflicto derivado del enfrentamiento con Pedro I, muchos judíos  de Calahorra toman partido  por Pedro, mudándose al vecino reino de Navarra.  Luego, con la expulsión, muchos judíos calagurritanos se radicaron en Cracovia, Polonia.

La sinagoga de Calahorra -en donde en 1167 murió rabí Abraham Ben Ezra, z´´ l-  se ubicaba en los terrenos donde luego se levantó el convento de S. Francisco, hoy museo de pasos procesionales. La Torá de esa sinagoga hoy está en el claustro de la catedral de Sta. María, donde se encuentra el Museo Diocesano de Calahorra.

El día 13 de junio de 1900 tuvo lugar un terrible incendio en la Catedral; acabó con todo el retablo mayor, a excepción de las reliquias de los Santos Mártires y de un relieve  que actualmente se encuentra en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. Veintinueve años después  del incendio, los canónigos D. Fernando Bujanda y D. Julián Cantera, Doctoral y Lectoral respectivamente de esta Catedral, encuentran el pergamino de la Torá. ¿Dónde? Se encontraba a modo de cubierta o envoltura de dos libros de actas del Cabildo Catedralicio, concretamente a los correspondientes a los años 1451-1460 (con cuatro columnas de escritura ) y 1470-1476 (con cinco columnas de escritura muy deteriorada).

El tamaño  del documento es sólo  un fragmento de 1,49 ms.  de largo (seguramente el documento completo tendría una longitud de 40 ms.) por 64 cm de ancho. El texto escrito se distribuye en nueve columnas,  correspondientes las cinco primeras al fragmento peor conservado. Cada columna de escritura está formada por 43 líneas separadas cada una 1 cm entre sí, con un margen superior de 6,5 cm y uno inferior de 10 cm. El margen entre las columnas es de 4-5 cm. Estas medidas son standard en todos los Sifrei Torá del mundo.

El texto corresponde al Libro del Éxodo (desde el versículo 18 del capítulo IV hasta el versículo 10 del capítulo XI), es decir,  se narra el encargo  de Adonai a Moisés para  sacar al pueblo de Israel de la esclavitud egipcia.

En el archivo de esta catedral además hay otros documentos, ya de caràcter civil, de compraventa y arrendamiento,  que manifiestan  la existencia de la judería  y su importancia en la vida social de esta ciudad. Se conservan también documentos de compras, recibos de cuentas… o asuntos de la vida ordinaria, escritos en caracteres hebreos. Algunos de ellos estuvieron en la exposición que en Toledo hubo el año 1992.