LOS JUDÍOS DE MÁLAGA

Notas sobre lo poco que ha perdurado en la memoria  histórica de la judería malagueña.


 Málaga, fundada en el S VIII aec como factoría fenicia, ha debido tener población judía desde tiempos muy antiguos y, sobre todo, en tiempos de los romanos y los visigodos; pero no queda nada de su paso por la ciudad en estas épocas, ni abstracto ni concreto, ni arqueológico ni documental. El tetuaní Enrique Gonzalbes Craviotto, doctor en Historia Antigua, dice que hay que esperar hasta el S XI para encontrar la primera mención de asentamiento judío en Málaga: con la violencia consiguiente a la caída del Califato de Córdoba y la invasión almorávide, el 30 de diciembre de  1066, en Granada, se perpetró una matanza de casi cuatro mil judíos  a manos de los musulmanes. Esto provocó un movimiento migratorio a Málaga, donde se supone que había con anterioridad ya una comunidad  judía que los habría acogido. De hecho, en el año 1021 en Málaga había nacido IBN GAVIROL, PAYTÁN Y POETA , cuya familia se traslada siendo niño a Zaragoza. Si bien la judería malagueña prosperó notablemente, la represión almohade a fines del S XII la liquidó por completo y no vuelve a haber mención de judíos en Málaga hasta pasados dos siglos, cuando Pero Niño pasó por allí con sus galeras en 1404:  el cronista cuenta que quien quiso bajó a tierra a ver el barrio de los comerciantes genoveses y el de los judíos.

Tras seis duros meses de asedio, los cristianos reconquistaron Málaga el 13 de agosto de 1487; los Reyes Católicos hicieron la entrada triunfal el día 19. Según el cronista Andrés Bernáldez, entonces habitaban en Málaga unos 450 judíos. Todos ellos fueron deportados en el mes de octubre de 1487 al Alcázar de Carmona (hoy en Sevilla) Fueron liberados en 1489 y la reina Isabel de Castilla les autorizó a vivir donde quisieran dentro del reino. Mientras que algunos se fueron a LLerena (hoy provincia de Badajoz), otros retornaron a Málaga. De estos, algunos , como Samuel Alascar y su sobrino Yehudá,  intérpretes del rey en «lo arábigo»,  recibieron permiso de los monarcas para habitar el arrabal de la Puerta de Granada; otros, como los Sofer, Abenarques, los Chaquetilla o Maimón Leví,  habitaron en una nueva judería extramuros. La judería, en las inmediaciones de la Alcazaba, fue delimitada por los estudios de Francisco Bejarano Robles, situándola  entre las actuales calles Alcazabilla, Granada, Santiago y Postigo
de San Agustín.

Alcazaba y teatro romano de Málaga, junto a la judería de Málaga

Según María Victoria García Ruiz, la sinagoga: «(…)  y las casas entregadas a Fernán Beltrán, que curiosamente era judeoconverso, se hallaban en una calleja que se adentraba por la calle Redes y salía a la calle Real; por tanto, la calleja se encontraba entre las actuales calles Postigo de San Agustín y Granada, ocupando con toda probabilidad parte del solar que actualmente ocupa el establecimiento Bodegas el Pimpi»

En esa judería, donde por supusto no faltaba su sinagoga mayor, vivían , por ejemplo, los Alascar, que  no sólo fueron trujumanes (traductores) sino que anteriores  a estos aparecen  también notables poetas: Moshé Alascar ibn Ishaq y Yusuf ibn Moshé Alascar. En los registros de embarque del Puerto de Almuñecar, por donde salieron en agosto de 1492, con la expulsión, muchos judíos malagueños, se cuentan diez núcleos familiares de los Alascar.

Otro de los que se tiene memoria es  rabí Jehudah Ibn Hayyat, intelectual que zarpó rumbo a Fez pero que luego pasó a Nápoles para acabar en Mantua, donde redactó una obra kabalística, Maarejet Elohut, El Sistema de la Divinidad.