LOS JUDÍOS DE MIRANDA DE EBRO

Notas sobre una de las más importantes juderías castellanas , en la ribera del Ebro.


La ciudad de Miranda de Ebro -hoy perteneciente a la provincia de Burgos- se ubica en la llanura de la comarca del Valle del Ebro  a su paso por la zona en donde se encuentran no sólo la propia provincia burgalesa sino también las de Aláva y La Rioja, es decir, ese punto en el que en el Edad Media se aglutinaban las aljamas de LA DIÓCESIS DE CALAHORRA.

Poblada desde el neolítico por pueblos celtíberos -los autrigones-  los romanos construyeron allí la ciudad de Deóbriga, hasta que, en el año de 757 -pocos años después de la invasión musulmana de la Península Ibérica-  Alfonso I de Asturias la menciona como una de las ciudades destruidas.

A diferencia de muchas localidades medievales que tuvieron una impronta judía, Miranda de Ebro, a día de hoy, es sede de la prestigiosa fundación Francisco Cantera Burgos, creada en 1979 a nombre de un insigne hebraísta mirandés que tiene la biblioteca privada más impresionante en cuanto a documentos hebreos y literatura judaica se refiere. Y por supuesto, Cantera Burgos se dedicó a la investigación de  su judería  – La judería de Miranda de Ebro (1099-1492)-  y,  sobre todo,  de su desaparecida sinagoga. Todo ello  basado en la documentación hallada en los archivos Histórico Nacional de Madrid, General de Simancas, Municipales de Vitoria, Miranda de Ebro y en los Protocolos de esta última.

 Aunque hay noticia de habitación judía al otro lado del río Ebro -barrio de S. Nicolás- se sabe más de la época en que los judíos habitaban a la vera del castillo,  cuando en 1358 -10 años después de la pandemia de peste- el conde Don Tello, Señor de Vizcaya, solicitó al Obispado y Cabildo de Calahorra la cesión del terreno. Por esta época surge el odio a los judíos, no sólo acusados de la situación económica en recesión, sino también porque la judería toma partido por Pedro I de Castilla y no por Enrique de Trastámara en la guerra que mantienen estos dos hermanastros por el trono castellano.

En 1360 hubo en Miranda un episodio desagradable relacionado con la matanza de judíos
y el castigo que impuso Pedro el Cruel a nuestra villa. A finales del mes de abril de 1360, estando el rey D. Pedro en Briviesca supó que en Miranda habían saqueado y pasado a cuchillo a la judería, a la vez que los mirandeses se declaraban a favor del conde D. Enrique, su hermanastro y enemigo. Partió D. Pedro de Grisaleña hacia Miranda para hacer con sus hombres escarmiento. De un lado, segregó de la jurisdicción de Miranda las villas de Galbárruli y Cellorigo, con loque suponía de pérdidas para la villa en cuestión de tierras, pagos de impuestos …, que pasaban a poder de Vitoria; de otro lado, el ajusticiamiento de los cabecillas con penas tan ejemplarescomo: se coció en una caldera a Pero Martínez (hijo del Chantre de Calahorra, Pascual Martínez), se asó vivo a Pero Sánchez de Bañuelos y se degolló a Miguel Sánchez, además de realizar otros castigos. Al día siguiente, el rey salió de la villa hacia Santo Domingo y Nájera donde el último viernes de abril se celebró la batalla en que D. Pedro desbarató las huestes de su hermanastro, D. Enrique.

Hª de Mirando de Ebro, Varios Autores,

Además de esto, está el asunto del déspota mayordomo de Juan II, Pedro Sarmiento, y la construcción del castillo en sí. Pedro Sarmiento, Señor de Salinas, ocupó la iglesia y, en contra del vecindario, comenzó la edificación del castillo. Su mayordomo, esto es el maior domo (señor de la casa) era Shmuel de Villalpando, un prestamista judío que tenía agobiados a todos los deudores mirandeses.

La judería no era pequeña, pero todas las noticias que tenemos de su sinagoga son del S XV, en documentos que mencionan que se encontraba en la Calle de La Puente, cerca de la Puerta de la Villa, es decir, cerca de la puerta principal de la muralla según se cruzaba el río (emplazamiento baste recurrente en otras aljamas por la sencilla o complicada razón de que así los judíos eran los primeros en sufrir los tumultos contra la ciudad por gente de fuera) La Puerta de la Villa está desparecida, pero aún tenemos datos que nos ayudan a ubicar la sinagoga. La calle  del Puente , aunque oficialemente es conocida como Calle de la Independencia, el pueblo la conoce como Calle de los Judíos. Uno de los más emblemáticos edificios de la ciudad es la Casa de los Urbina, construida en el S XVI, cuando en el S XVII se hizo una ampliación, se delimita el solar de Casa como que «da al corral llamado de los judíos». Y la calle aledaña, antaño llamada del Rabino, fue trastocada en calle del Racimo (Hoy calle de La Fuente, que a su vez es corrupción de La Puente». )

Tras el trauma de 1492, la sinagoga -en tanto que propiedad de los Reyes Católicos- tenía previsto convertirse en iglesia, pero a fecha del 12 de junio de 1492 -a un mes del plazo para la expulsión o la conversión-  fue donada al ayuntamiento mirandés como casa de reunión (que por alguna razón no tenía entonces aquel consistorio) y, aún más, piedras del cementerio judío fueron re-utilizadas para los acondicionamientos de esa casa de reunión. Pero parece ser que al final lo que se hizo fue donar el edificio sinagogal de Miranda, y el de la cercana Pancorbo,  a dos monteros reales -jefes de las cuadrillas de caza de los reyes-Fernando de Angulo, abad de Vicancos,  y Pedro de Azcona ya en 1496.

Si no se mantiene en pie es porque fue demolida después de la gran crecida del Ebro en 1795.

 

Bibliografía básica:

  • Precisiones de la sinagoga de Miranda de Ebro, Inocencio Cadiñanos,  Sefarad, vol. 54, nº 1 (1994)