LOS JUDÍOS QUE MURIERON POR LA GUERRA CIVIL

Sobre las Brigadas Internacionales en España, la Unidad N. Botwin y algunas historias con nombre propio en la lucha contra el antifascismo hispánico.


Durante la Guerra Civil Española (1936-1939) en la contienda no sólo participaron españoles, sino también -en el bando republicano-  un gran número de extranjeros voluntarios, organizados en una unidades militares llamadas Brigadas Internacionales. Según estudios históricos de universidades norteamericanas, el 15 % de esos voluntarios eran judíos. Y esa participación ha sido silenciada -incluso en nuestros tiempos, pues por ejemplo, cuando en Israel la española Rajel Sperberg comisarió la exposición sobre las Brigadas Internacionales, nadie la quiso exponer en España. A lo más que se llegó fue a cierta reseña en un periódico de izquierdas.

Pero había incluso una unidad judía que llegó incluso a publicar un periódico en yidish.

Periódico en yidish para los judíos de las Brigadas Internacionales

Esta unidad de las Brigadas fue denominada  la Naftalí  Botwin,  o más concretamente la Unidad Judía Bortwin, nombrada en recuerdo de  un famoso  judío ucraniano que el comunismo adoraba como a un héroe, pues  en 1925 había matado a un agente de la policía  secreta que se había  infiltrado en el Partido Comunista. Fue por  condenado a muerte. y la prensa realizó una extensa cobertura de los hechos.

No obstante, al principio, esta  unidad,  fue denominada como  la Segunda Compañía del Batallón Palafox, en honor a la figura histórica de este aragonés frente a las tropas napoleónicas.

No todos los voluntarios brigadistas judíos estuvieron en esta unidad, muchos de ellos no quisieron abandonar a sus compañeros en las unidades a las que se les había enviado al alistarse, pero el hecho de su creación indica el alto número de judíos alistados en las Brigadas.

 

Aquí podemos leer  un fragmento del Acta de creación de la unidad  en cuestión:

(…) Teniendo en cuenta el gran número de judíos que han desempeñado un papel significativo en la brigada Dombrowski, por la presente declaramos que la Segunda Compañía del heroico Batallón Palafox se denominará de ahora en adelante Unidad judía Botwin. De esta forma queremos rendir honores a los soldados judíos que han muerto en combate. Para los judíos que están librando esta batalla, Botwin será el símbolo de libertad, de nuestra y vuestra libertad, un símbolo de libertad internacional y de hermandad entre los hombres

González, Isidro (2004). Los judíos y la Segunda República. 1931-1939. Madrid: Alianza Editorial

 

152 combatientes que no soportaban la idea del fascismo de Franco, de Musolini y de Hitler,  y que lucharon  en suelo español , durante nueve meses, de forma totalmente voluntaria; la unidad sería disuelta en 1938, tras la Batalla del Ebro. Sólo sobrevivieron 90, que fueron hechos prisioneros. En tanto que judíos, fueron ejecutados.

El periódico Botwin, que era muy complicado de editar sin fuentes en yidish -se llegaron a publicar seis números- fue fundado por Guershon Dua, perteneciente a la asociación Poalei Zion, Los obreros de Sión, expulsado de Eretz Israel por el mandato Británico y radicado en Varsovia, donde en el 1965 contó sus Memorias.

“No solo la unidad Botwin, (sino también) centenares de voluntarios de otras compañías esperan  con ansiedad poder leer este diario. Desde los cuatro rincones de la tierra, voluntarios judíos llegaron a España para combatir el fascismo. No todos han podido ser incluidos en esta unidad judía, muchos de ellos no han querido ser separados de sus compañeros no judíos de otros países. Estos voluntarios no han olvidado sus orígenes judíos y no han ni siquiera olvidado que combatiendo contra el fascismo, se oponen a la barbarie del antisemitismo y a ese dañino régimen que ha traído las leyes de Nüremberg, los guetos y los pogromos”.

 

Nombres para recordar:  Alter Szerman, jefe de la sección, caído en el Ebro; sus dos comandantes,  Karol Gutman y  Mija Sapir (herido en Lérida en abril de 1938),   Leon Rubinsztein (herido en Caspe, en marzo de 1938) ,  Israel Halbersberg,  Emanuel Mink , Max Geler, Moishe Szafran, Moishe Rozenberg, Emanuel Mink, y Jasza Zawidowicz.

De Eretz Israel, entonces bajo el yugo del Mandato Británico en Palestina,  que es de quien se independiza Israel en 1948, había doscientos integrantes, mayoritariamente de procedencia polaca y ucraniana (y otros cinco árabes y doce armenios )

Shlosberg, a la izquierda

Uno de ellos, por ejemplo, Shamuel  Shlosberg, que falleció en el frente de Extremadura, uno de los más olvidados. En principio iba a haberse incorporado a las Brigadas Internacionales con su joven esposa, Tova, que al final decidió quedarse cuidando de su madre enferma. Tova y Shmuel se casaron antes de que ella tuviera 18 años para no poder ser deportada por el Mandato Británico, que tenía unos cupos muy estrechos de inmigración judía (Aliat Bet)

Según el israelí  Eran Torbiner, el director del documental, Madrid antes que Hanita (2006) ,  este tipo de judíos prestatales fueron borrados de la historia de Israel por no haberse quedado a luchar por el sionismo.

O la historia de Yosef Lipsman, del kibutz Nahalal, cerca de Nazaret; acabó muriendo en la batalla de Caspe, Aragón, en marzo del ´38. De origen moldavo, hizo aliá en  1925 junto a su hermana Jaya, donde ya estaban sus hermanas  Malka, Ita y Sima.

Lipsman se ganó la vida como peón agrícola en Jedera y Kfar Saba, y poco después, en Jaifa,  obrero de la construcción.  Su novia,  Aviva Keren, de Bratislava (Eslovaquia)  vivía con el en el kibutz de Nahalal, donde era fácil contactar con el comunismo.   por otro, e influenciado por su hermana Jaya, inició una relación con los credos comunistas.

Familia Lipsman. Yosef, cuarto por la izquierda.

 

Aviva le acompañó , pero se quedó en París. (Su rastro se perdió, por lo cual se cree que fue víctima del nazismo y los campos de concentración, aunque fue ella desde la capital francesa quien notificó a la familia Lipsman el fallecimiento de Yosef, cuenta  un sobrino llamado Barak)

Aviva y Yosef

 

No hay registro civil en el ayuntamiento sobre los brigadistas internacionales; si son ejecutados, no constan nombres de los inhumados en los cementerios. No se sabe sino que murieron. Al menos en su gran mayoría.

Otro número de integrantes de las Brigadas fueron los deportistas. Al comenzar la guerra ,  la asociación deportiva judía Hapoel, El Obrero,  se encontraba en España para participar en  las Olimpiadas Obreras que se desarrollarían en Barcelona,  en oposición a las Olimpíadas de Berlín, organizadas por los nazis. No se llegaron a inaugurar por el estallido del alzamiento militar. Fueron los primeros voluntarios en inscribirse en las Brigadas.

Más nombres para recordar son los de los generales Manfred Stern (Kleber) de la XI, Mata Zalke (Lukacs) del la XII y Waclaw Romar de la 129ª, así como los norteamericanos Milton Wolff, John Gates y John Dallet.  Irving Goff fue el organizador de las escuadras de guerrilleros que operaban detrás de las líneas nacionalistas y modelo para el personaje principal de la novela de E. Hemingway «¿Por quién doblan las campanas?

Además, hubo un gran contingente de médicos y enfermeras. Por ejemplo, desde Bélgica, llegaron a la localidad valenciana de Onteniente las que hoy son conocido con el nombre de las  Mamás Belgas. Algunas de estas enfermeras incluso dieron a luz en tierras valencianas y , después, al regresar a sus localidades de origen muchas fueron víctimas del nazismo.

Otras que vinieron de Belgrado fueron destinadas a Alfaz del  Pi, en Castellón.  Con ayudad del historiador valenciano Joan Torró, un cineasta de los Países Bajos, Sven Tuytens,  realizó un documental que se estrenó en la localidad valenciana de Onteniente como homenaje a todas aquellas mujeres  judías que ayudaron a los lugareños. Además de las belgas, trabajaron en el Hospital Militar mujeres procedentes de Holanda, Argentina, Cuba y países del este de Europa como Polonia, Rumanía y Hungría que empezaban a sufrir el efecto de los pogromos antisemitas alentados por el nazismo.

 

Para conocer a fondo la historia de este documental , nada mejor que ver el siguiente vídeo, en el que habla el propio director:

 

Bibliografía básica:
  • Benmergui, Alicia (2007). «Los judíos y la Guerra Civil Española». Milim Cultural.
  • González, Isidro (2004). Los judíos y la Segunda República. 1931-1939. Madrid: Alianza Editorial. pp. 286-294.
  •  Sales, Ferran (30 de julio de 2007). «Los judíos catalanes también quieren recuperar su memoria histórica». El País. Barcelona