LOS KIMJI: DEL S XII HASTA HOY

Una familia del S XII y del sur de la Península Ibérica que entre otras muchas cosas son los responsables de cómo se estudia hoy la lengua hebrea.


Kimji, adjetivo derivado de la raíz  קמח (harina, si es sustantivo, pero cortar, si es verbo -cortar las espigas de trigo) es un nombre que puedes encontrar transcrito a caracteres latinos de muy diversos modos; y esto  depende de la lengua que se use,  que suele ser  principalmente francés:  la familia Kimji  , en el S XII, con los problemas derivados de la invasión violenta de los almohades en el Al -Andalus, se radica en la Provenza, concretamente en la localidad de Narbona.

Narbona, en esa primera mitad del S XII, era una judería muy antigua y próspera: en el S VIII, los judíos que vivían en la diócesis romana de la Septimania, ayudaron a Pepin El Corto en la defensa de la plaza ante el acoso mahometano, que duró siete años, pero que fue favorable a los cristianos. Y a los judíos, porque en recompensa se les otorgó una serie de territorios y privilegios, fundando una dinastía de aristócratas judíos -nasí- de los que aún se hace eco Benjamín de Tudela en su guía de viajes para comerciantes judíos, escrito a finales del S XII.

Rabi Yosef ben  Yitzjak Kimji, alias Rikam, nacido en 1105, se radicó en Narbona, donde se unió a sus padres sesenta y cinco años después. Y aprovecho para decir que su tumba en Maguncia, en Alemania,  es más que improbable, dudosa. Dado que en Al Andalus tuvo contacto con los grandes filólogos de la época, se ganaría la vida como moré, profesor, como harán tras él , sus hijos, Moshé y sobre todo David.

Durante veinte años realizará una actividad académica considerable, tanto por su carácter cualitiativo como cuantitativo, multidisciplinar: creación literaria, traducción del árabe, exégesis bíblica y sobre todo , lingüística, componiendo una serie de tratados gramaticales que aún hoy son vigentes.

Su primer obra, Sefer Ha´Zikarón, El Libro de la Memoria, lo concibió como una compìlación de textos para la didáctica del hebreo . Resumiendo sus invalorables aportes diremos que es el responsable de la implementación de las vocales largas y breves  -superestrato del latín tardío en el hebreo- además de completar el sistema verbal hebreo que ya iniciara su maestro,  DUNASH BEN LABRAT   aunque es en su  segunda obra, Sefer Ha´Galui, el Libro de la Revelación, donde se recogen todas estas disquisiciones gramaticales.

Se dedicó también a la exégesis, abarcando casi toda la Torá (hay parte de la obra perdida) comentarios de los Profetas y hasta del Cantar de los Cantares, la traducción de Ibn Pakuda, así como a la composición de piutím -poemas litírgicos- que fueron incorporados al rito sefardí en general y a las costumbres de Narbona, Argel, y Trípoli en particular.

En 1160 -el mismo año en que Ibn Ezra estuvo en Narbona y conoció en persona a Kimji, a quien citará en sus obras – nació su hijo David, que eclipsará a su padre. Toda su vida la dedicó a la enseñanza de La Torá , aunque con viaes a Avila y Burgos para ayudar a la difusión de la obra de Maimónides -que tenía muchos detractores por moderno. A él se debe el dicho Sin harina no hay Torá, que además de hablar  de su propio apellido quiere decir que un judío de be de estar bien alimentado para poder estudiar cómodamente La Torá. No obstante, en los dos últimos años de su vioda vio arder en la hoguera La Guái de los Perplejos, de Maimónides, a causa de la ola de antisemitismo de Gregorio IX.

Su gran obra, Mijlol, Generalidades, es de carácter gramatical, dedicada a la lexicografía por el uso de las raíces, tema fundamental en el hebreo como sabemos. su concisión y caridad de exposición son notables, dignas de un científico de las humanidades, que será obra básica del aprendizaje del hebreo a partir del S XVI, cuando la Iglesia siente que debe conocer la lengua original de la BIblia. Fue él quien dividió el sistema verbal en ocho bloques -binianím- a partir de todo lo que había ya estudiado previamente su padre. Además escribió un tratado para escribir Torás exponiendo el sistema de puntuación masorética. También se dedicó a la exégesis, especialmente de los Salmos. Toda su obra es recogida posteriormente en la tradición del judeo-español, en aprticular en lo tocante a los Profetas. Ostenta el título de Príncipe de los Gramáticos.

Su hermano Moshé, mayor que él, es conocido como Ramaq, y será un digno continuador de la obra de su padre, Yosef, además de gran discípulo de Ibn Ezra. Sus intereses particulares van por la morfología y la fonética más que por la lexicografía, y es a quien debemos los nombres de los distintos grupos de raíces verbales, por ejemplo. La consabida y práctica metáfora dl candelabro para explicar el verbo. También se dedicó a la exégesis de libros poco atendidos -Job- y algunas de sus composiciones de piutím entraron en el cánon de los devocionarios de Trípoli.