«MATAR JUDÍOS» EN LEÓN

Sobre una singular  costumbre leonesa que  perdura desde la Edad Media y que no es de recibo en el S XXI .


La limonada de vino -o sangría, también llamada Limonada de Semana Santa–   es una bebida que no se sabe muy bien de dónde procede , pero la mayoría  de los investigadores está de acuerdo en que su origen está en el  antiguo reino de León; en la capital de la actual  provincia de León, así como en comarcas aledañas,  como la de El Bierzo,  aún hoy se llama «matar judíos» al hecho de ir en Semana Santa a beber esta limonada;  la tradición la podemos encontrar también  en otras ciudades castellano-leonesas: Ávila,​ Burgos (Ribera del Duero), Segovia, Soria,​ Guadalajara,​ Toledo…Lo que si está claro es que su origen es medieval: en esa época el único alcohol que estaba permitido beber en la pascua cristiana era vino rebajado con agua, limones, azúcar y canela, para que no hubiera borracheras   (algo así como el famoso grog de los marineros ingleses) y, en la enajenación alcohólica, no se bajara al hoy llamado Barrio Húmedo de León, (donde estaba la judería y donde hoy se concentran las tabernas) a perpetrar abusos contra los judíos y sus casas.

Una de esas algaradas de cristianos contra  judíos es la que desencadenó un noble del S XIV  llamado Suero de Quiñones, Señor de Navia, Asturias, que era  hijo del merino mayor  de Asturias – el máximo representante de la monarquía en este antiguo reino- D.  Diego Fernández de Quiñones «el de la buena fortuna». Era éste un caballero pendenciero que litigaba incluso con su propia familia por señoríos asturianos.  Debía dinero a un prestamista judío  de León y, para no pagar la deuda, un Jueves Santo acusó a los judíos de crucificar a Jesucristo; junto con unos secuaces suyos, asaltaron la judería, asesinando a muchos de sus vecinos, incluyendo al prestamista.  En Viernes Santo dieron por acabada la matanza y se fueron a celebrarlo bebiendo vino.

 En la actualidad, la tradición de «matar judíos» es incluso reivindicada de forma institucional por alguna concejalía de turismo que organiza hasta concursos para degustar las mejores limonadas y que no se pierdan las costumbres. Luego son capaces de hablar en contra del racismo.