LA NECRÓPOLIS HEBREA DE VALLADOLID

En una de las principales calles de la antaño capital de un imperio, la Acera de Recoletos, hubo un cementerio judío.

Valladolid, ciudad otrora muy importante, tuvo dos juderías. La primera, la más antigua, intramuros, al sudeste de la población, cerca del alcázar (como es habitual) Lo que hoy son las calles del General Almirante y la calle de Especería. La judería era tan enorme como para tener ocho sinagogas, con una mayor que todas cerca del mencionado alcázar.  No hubo mayores problemas hasta la llegada del S XV, que para los judíos comienza en la ola de masacres de 1391, aunque a decir verdad, el declive de la primera judería había comenzado tras la Guerra Civil entre Pedro I de Castilla, que protegía a los judíos, y su hermnastro Enrique de Trastamara, después de que Pedro perdiera la contienda por el trono de Castilla. Tras esto, y con las prédicas antisemitas de Vicente Ferrer, la judería se traslada el dos de enero de 1412 al Barrio de Puente Mayor, cerca del convento de los dominicos….Por eso por ahí están la calle Sinagoga, La Lechería, la Plazuela de los Ciegos…Luego vino lo de 1492 y en la liquidación de la judería vallisolitana consta que  la parcela de enterramiento fue subastada y vendida en 25 000 maravedís. Esto lo sabemos gracias a la historiadora Adeline Rucquoi, quien  encontró un documento en e la Biblioteca Nacional de España. La comunidad judía contaba, además,  con otro cementerio al que denominaban honsario de la Puente,  que se vendió en 11 500 maravedís.  Además, la aljama incluía no sólo la judería de Valladolid, sino las lolcalidades aledañas de Cigales, Mucientes, Portillo y Zaratán, según el Padrón de Huete (donde consta todas las tributaciones desde 1290)
El paseo que corre paralelo al  parque del Campo Grande, desde Zorrilla a Colón, viene del S XIX, cuando la ancha burguesía de la ciudad hizo el ensanche y  urbanizó la zona, hasta entonces sede de conventos agustinos, que por eso se llama así la calle -Agustinos Recoletos. En 1843 se denominó  Campo de Marte, en 1903 Avenida de Alfonso XIII, luego de la República y, por último,  el 12 de agosto de 1936, Acera de Recoletos.

En 2002, al irse a realizar trabajos de renovación en la calle, apareció allí un cementerio judío que los estudios arqueológicos pertinentes dataron en el año de  1411. Habían encontrado  78 enterramientos , con 26 esqueletos de adultos y niños, en disposición oeste-este , con los brazos  extendidos juntos al cuerpo y con las palmas de las manos hacia arriba. Esta modalidad de enterramiento la denominan los medievalistas como «decúbito supino»

La verdad es que ese campo santo ya había sido descubierto en el S XVIII, cuando fueron a cavar los hoyos para plantar los árboles del Paseo. Pero entonces pensaron que era un cementerio romano y, para nuestro pasmo, no le dieron importancia.

En el lugar -que en nuestro tiempo, para mayor pasmo,  se volvió a tapar- hoy luce una triste inscripción en hebreo (con varias faltas de ortografía) Pretende decir la placa «Comunidad de Valladolid» , pero ni el sonido de la doble ele se escribe  en hebreo como la han escrito , ni el signo de  vav lleva punto al centro cuando es /o/ (se lee, finalmente,   *Ualdulid, y no Valladolid)

«Son tumbas de tiempos antiguos, en las que unos hombres duermen el sueño eterno. No hay en su interior ni odio ni envidia. Ni tampoco amor o enemistad de vecinos. Al verlas mi mente no es capaz de distinguir entre esclavos y señores».

  Moshe Ibn Ezra

Convento San Pablo, al lado de la judería nueva y el Palacio Real

Según archivo, los judíos compraron el terreno del camposanto no más ni menos que a la orden de los dominicos, la creadora de la Inquisición; concretamente, compraron un campo que tenían en el convento de S. Pablo, otorgándose escritura de la compra el 18 de agosto de 1413,  ante el escribano Juan Alonso de la Rua y comprometiéndose los compradores a abonar el convento “en dos plazos y por los cuatro primeros años, treinta y cinco florines de oro del cuño de Aragón en cada uno de los dichos años, y cuarenta en cada uno de los sucesivos”.

 Hay otro dato: la judería de Valladolid aportaba el 3% de lo recaudado de los judíos de toda Castilla, 69.530 maravedíes, de los más de dos millones y medio que tributaban los hebreos castellanos. Lo que lleva a pensar que serían unas dos mil personas, sin contar niños ni mujeres, lo que en Historia medieval se llama mil fuegos, mil hogares.  Los judíos de Valladolid figuraron ya formando aljama en el repartimiento de Huete de 1290.

No queda sino la literatura:  «La Ruta del Hereje», inspirada en la novela del escritor y periodista Miguel Delibes, tiene parada en el almacén de la Judería de la calle San Quirce. Otra de las obras que hacen referencia a la vida de los judíos en Valladolid es ‘Los locos de la Costanilla’, del asturiano Miguel Ángel Galguera.

Bibliografía:

  • Moreda Blanco, Javier (2009). La Necrópolis Judía del Paseo de la Acera de Recoletos (Valladolid). Valladolid: Junta de Castilla y León.