PARASHAT HA´SHAVÚA: «NITSABÍM»

Parashá: נִצָּבִים‎ , Comparecéis. Nitsabim.  Deuteronomio  29:9–30:20. Haftará, 7ª y última de consolación: Isaías 61:10–63:9. Darshán: Morenu veRabenu HaGaón HaTzadik Rabí David Janania Pinto shlita.


Nuestros Sabios, de bendita memoria, dijeron (Pesiktá Rabatí 46) que Adam Harishón fue creado en el día sexto de la Creación del mundo, que es el primer día de Rosh Hashaná. Hashem comenzó a crear el mundo el 25 de elul, y el hombre fue creado en Rosh Hashaná. Eso es lo que decimos en la tefilá de Musaf de Rosh Hashaná:

“Éste es el día del comienzo de Tu creación, recuerdo del primer día”.

La frase “el comienzo de Tu creación” se refiere a la creación de Adam Harishón, la obra de las “manos”
de Hashem.

Raanan Art

¿Cómo fue creado Adam Harishón? Nuestros Sabios, de bendita memoria, nos enseñan (Pirké Deribí Eliézer 11) que Hakadosh Baruj Hu reunió polvo de los cuatro puntos cardinales del mundo y con él creó al hombre. De esta forma, cuando un hombre muriere en cualquier parte del mundo en la que se encontrare, la tierra lo recibiría y no le diría: “No eres del polvo de esta región. ¡Vete de aquí!”. Más bien, en cualquier lugar en el que el hombre se encuentre y muera allí, la tierra lo aceptará y el hombre volverá a ser polvo en cualquier parte del mundo.

A mi parecer, se puede dilucidar este tema con buenas razones. Los días precedentes a Rosh Hashaná son los días de la Creación, como explicamos, porque el mundo comenzó a ser creado el 25 de elul, y fue finalizado en Rosh Hashaná. Y el mundo fue creado por medio de diez enunciados de Hashem. Después,
a la culminación de los seis días de la creación, fue creado el hombre, Adam Harishón, en Rosh Hashaná. Y, además, ese mismo día que Adam Harishón pecó al comer del Árbol de la Sabiduría, Hakadosh Baruj Hu lo juzgó y, aunque merecía la muerte, lo absolvió, gracias a Shabat, porque Shabat “habló” en favor de Adam Harishón para que Hakadosh Baruj Hu lo no condenara a muerte (Pesiktá Rabatí 46). Así abogó Shabat ante Hakadosh Baruj Hu: “Si Hakadosh Baruj Hu le diera muerte a Adam Harishón y a Javá en este mismo día, aun antes de que comience Shabat, ¿quién observará Shabat? ¿Habrá alguien que observe la santidad de Shabat y mencione en el futuro que Hakadosh Baruj Hu fue Quien creó el mundo en seis días y descansó en el día séptimo, en Shabat Kódesh? ¿Y cómo podría Hakadosh Baruj Hu encontrar para Sí descanso el día de Shabat Kódesh, después de los seis días de la Creación, si la corona de la Creación —Adam Harishón— muriera antes de que comience Shabat? ¿Qué tipo de descanso sería para Hakadosh Baruj Hu si faltara lo principal de la Creación, que es Adam Harishón, la obra misma de las ‘manos’ de Hashem y parte misma de Dios Altísimo, pues Hashem le insuflóel aliento de vida?”.

Resulta, entonces, que todo aquello sucedió en Rosh Hashaná. En ese mismo día, Adam Harishón fue juzgado, y en ese mismo día, fue absuelto del veredicto de muerte con el fin de que pudiera observar Shabat. Y Hashem Yitbaraj, por Su infinita bondad, les confeccionó a él y a Javá vestimentas, unas túnicas de piel, con el fin de que no anduvieran desnudos (Bereshit 3:21). Es decir, para que no estuvieran “desnudos” de mitzvot (Bereshit Rabá, parashá 19:6), Hakadosh Baruj Hu les dio el día de Shabat para que el hombre y su mujer descansaran junto con Él. Resulta que en mérito de la observancia de Shabat, Adam Harishón fue protegido para la eternidad.

Siendo así, por cuanto fueron días limpios y de prístina pureza, sin el menor rastro de pecado, estos días son llamados precisamente días de teshuvá antes del Día del Juicio. Esto es así ya que estos días despiertan las luces de la Creación, luces de días sin pecado; y por ello, en estos días, existe una buena predisposición para hacer teshuvá por medio de la toma de buenas resoluciones, y por medio de la pronunciación de las Selijoty los Tajanunim ante Hashem. Desde que se concluyó la Creación del mundo, estos días han permanecido libres de pecado. Es por esto por lo que en estos días es más fácil para todas las personas hacer teshuvá por sus pecados, y alcanzar un estado de pureza y limpieza delante de Hakadosh Baruj Hu, como en ese entonces, en los seis días de la Creación, cuando en todo el ambiente reinaba una pureza prístina, sin ninguna inmundicia ni suciedad en el mundo.

Y no solo esto, sino que también el periodo especial que representan estos días les provee a los verdaderos Tzadikim la sensibilidad de percibir las luces especiales y la santidad particular que se despiertan en medio de estos días de Selijot, estos días de tishré, previos a Rosh Hashaná. Y esto también es producto de las luces sagradas y las chispas de santidad que se encuentran en el ambiente en estos días, previos a Rosh Hashaná, la época de la Creación del mundo. Y, ciertamente, a pesar del gran despertar que reina en la atmósfera en estos días, cada persona tiene que saber muy bien que es fácil percibir la sensación sublime de las luces y las chispas y el retorno en teshuvá de estos días. El hombre tiene que cumplir con su parte en “Ábranme un resquicio del ancho de tan solo la punta de una aguja” para que entonces se cumpla en él “y Yo les abriré un paso por el que podrán atravesar carrozas y vagones” (Shir Hashirim Rabá 5:2). Es decir, todo hombre que quiera percibir estas luces y volver en teshuvá completa, entonces desde las Alturas le enviarán una ayuda especial que le permitirá percibirlas.

Principalmente, según los actos del hombre para retornar en teshuvá completa ante Hakadosh Baruj Hu, con todo el corazón y con toda el alma, según su arrepentimiento por los pecados que cometió, y la aceptación sobre sí mismo de buenas resoluciones, Hakadosh Baruj Hu le abrirá las puertas para que pueda sentir la teshuvá y tener éxito en volver en total arrepentimiento delante de Él.

Así dice el versículo (Malají 3:7):

“¡Volveos a Mí y Yo Me volveré a vosotros!”.

Pues “si vosotros volvéis a Mí, entonces Yo volveré a vosotros”. Y nuestros Sabios, de bendita memoria (Tratado de Yomá 39a), dicen que al que viene a purificarse lo ayudan [desde el Cielo]; es decir, solo
cuando el hombre en verdad quiere, entonces, Hakadosh Baruj Hu lo ayuda. Pero el hombre debe querer aquello con sinceridad. Para esto es necesario que toda persona sepa que estos días son los más propicios para hacer teshuvá y acercarse a Hashem Yitbaraj. Como dice el versículo (Yeshaiá 55:6): “¡Buscad a Hashem mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano!”, sobre lo que esclarecieron nuestros Sabios, de bendita memoria (Tratado de Rosh Hashaná 18a): “Esto se refiere a los Diez Díaz de
Arrepentimiento entre Rosh Hashaná y Yom Kipur, porque es entonces que ‘Cercano está Hashem a todos los que Lo invocan, a todos los que Lo invocan de verdad’ (Tehilim 145:18)”.