PARASHAT HA´SHAVÚA: «TAZRÍA/METSORÁ»

Parashot: «Tazria» תַזְרִיעַ,parto.‎ Levitico  12:1–13:59. Metsora, מְצֹרָע‎ ser enfermo, Levitico 14:1–15:33. Haftará : Reyes  II 7:3-20 .Darshán: Morenu veRabenu HaGaón HaTzadik Rabí David Janania Pinto shlita´-


“Una mujer que engendrare y diera
a luz a un varón” (Vaikrá 12:2).

Las parashiot de Tazría y Metzorá muchas veces se encuentran unidas, es decir, se leen de corrido en Shabat por la mañana. Y por cuanto recibimos de nuestros Maestros que “no existe tal cosa comocasualidad en el mundo”, es obvio que incluso la conexión que tienen estas dos parashiot —que, aparentemente, no parecen tener relación— no es una simple casualidad, sino, más bien, viene a enseñarnos una moral. Y debemos comprender qué se puede aprender de la unión de estas dos parashiot.

Vemos, además, una conexión entre estas parashiot, pues la parashá de Tazría comienza con las leyes de la mujer que da a luz y que se impurificó con el alumbramiento. Ciertamente, la mayoría de la parashá no habla de este tema, sino acerca de las manchas de tzaráat del cuerpo y de las vestimentas. A simple vista, estas leyes de tzaráat deberían aparecer en la parashá de Metzorá y no en la de Tazría, por lo que, indudablemente, hayuna conexión entre el tema de la mujer parturienta y el del metzorá.

Podemos esclarecer que el tzaráat le llega a la persona o a sus vestimentas cuando ésta habla lashón hará del compañero, tal como enseña el término en hebreo metzorá (מצורע’ :persona afligida con manchas de tzaráat’), que se puede dividir en motzí ra (רע מוציא’ :uno que saca cosas malas’), es decir, habla mal del compañero. Incluso el castigo le llega al metzorá “medida por medida”, ya que él le sacó un mal nombre al compañero y con ello provocó que las personas se alejaran de ese compañero; entonces, incluso él es castigado con confinamiento, es alejado de las personas.

La Torá quiso instruir a las personas que, así como un metzorá es castigado “medida por medida”, incluso la simiente del hombre crecerá y florecerá “medida por medida”, porque de acuerdo con lo que el niño ve en su padre, así crecerá él mismo y será como su padre. Y de acuerdo con lo que la hija vea en la madre, así, cuando crezca, se asemejará a su madre en cuanto a su conducta. Por lo tanto, la Torá yuxtapuso la parashá de Tazría a la de Metzorá para enseñarnos una moral, para enseñarnos el hecho de que tenemos que esperar de nuestros hijos que sean mejores que nosotros. Y si queremos tener hijos educados que sigan el sendero de la Torá, debemos darles el buen ejemplo nosotros mismos, porque solo así florecerán y crecerán para ser buenos “árboles”. Los hijos y las hijas de una persona constituyen su “simiente”, porque es natural que la descendencia sea precisamente como el origen. Nunca sucedió que un hombre sembrara semillas demanzana y después creciera un árbol de naranjas, porque de la semilla de la manzana salen solo manzanas. Así mismo sucede con la simiente del hombre. Aquel que es perdonador y humilde, tendrá hijos que serán como él. Pero la descendencia de aquel que es altivo y poseedor de malas cualidades aprenderá tambiénde dichas cualidades, e ira en pos de ese camino torcido.

Muchas veces, vienen a verme padres de familia con gran llanto porque su hijo o su hija no se comporta con buena educación, no atiende la voz de ellos o, a veces, incluso quiere pasarse de los límites y casarse con una persona no judía —Rajmaná litzlán—. Los padres me piden que le hable al hijo o la hija y lo/la convenza de no dar ese terrible paso. Yo, obviamente, trato de animarlos y ayudarlos dentro de mis posibilidades, pero no me abstengo de reprochar a esos padres que no educaron a sus hijos por el sendero correcto y éstos, por lo tanto, terminaron saliéndose del camino. El que no ve a sus padres viviendo una vida de Torá y mitzvot, y nunca vio que el padre vaya a escuchar un shiur de Torá, y no vio a la madre encender las luminarias de Shabat, entonces, ¿cómo pretenden dichos padres que el hijo siga el sendero del judaísmo? Por eso, el hijo no tiene ningún remordimiento de conciencia al salirse de los límites y casarse con una persona no judía. Lo que el hombre siembra es precisamente lo que cosecha.

Una vez, llegó a verme un padre que me contó que su hijo quería suicidarse. Le dije que un niño de tal edad no quiere suicidarse si no hay una razón muy potente, porque un niño no tiene el yugo del sustento sobre su lomo ni sufre los problemas de salud que los adultos atraviesan. La vida del niño fluye con facilidad y seguridad, de modo que ¿por qué el niño habría de pensar en quitarse la vida? Le pregunté al padre si el niño veía películas de violencia —lo alenu—, a lo que me respondió afirmativamente, comentando que al niño le encantaba ese género de películas. Le dije que ésa era la respuesta a su problema, porque lo que el niño veía todo el día era solo matanzas y asesinatos. Por lo tanto, su alma no podía discernir entre la realidad y la imaginación. Su alma se había degenerado tanto con esos temas al punto quela vida de la persona no tenía valor a sustiernos ojos. Por lo tanto, incluso su almano veía ningún problema en concluir suvida sin razón alguna.

El castigo del metzorá difiere de los demás castigos que figuran en la Torá, porque involucra dos castigos a la vez. Con independencia de que el cuerpo del metzorá se llena de manchas de tzaráat —lo cual es un castigo en sí mismo—, la Torá le agregó otro castigo: tener que salir del campamento y permanecer aislado de la sociedad por siete días. Aparentemente, el motivo para ello es que Hakadosh Baruj Hu, en Su inmensa bondad para con nosotros, así quiso que se hiciera. Hakadosh Baruj Hu quiso que las personas se alejaran de este pecadode lashón hará y rejilut todo cuanto sepueda, particularmente por la facilidad involucrada en transgredir esta prohibición, porque no hay nada tan fácil como el abrir la boca para hablar acerca de los demás.

El autor del Jovot Halevavot escribió: “Muchas personas llegarán al Día del Juicio —el día en el que se hacen todas las cuentas—, y cuando les muestren los actos que realizaron en el mundo terrenal y que figuran en el Libro de Crónicas de sus méritos, encontrarán méritos por actos que no hicieron y dirán que no les corresponden. Los del Bet Din Celestial les dirán que dichos actos fueron realizados por otras personas, pero como aquellas personas hablaron lashón hará y rejilut de ellos, los méritos les fueron transferidos a su favor. Asimismo, cuando la persona se percate de que le faltan méritos que estaba segura de que tenía a su favor, y los reclame, los del Bet Din Celestial le dirán que los perdió y que le fueron traspasados a fulano, sobre quien habló lashón hará y rejilut”.

Cuán grande y terrible será dicha aflicción, pues incluso cuando la persona es castigada por el pecado que cometió —que no es un asunto nada ligero, particularmente respecto del castigo que le imponen en Guehinam—, no obstante, cuando se la castiga por transgresiones que no hizo en absoluto, y que le acreditan solo por el hecho de que habló acerca del compañero, esto es todavía mil vecesmás difícil. Por lo tanto, Hakadosh Baruj Hu quiso que el castigo del metzorá fuera difícil incluso en este mundo, para enseñarles a las personas que se abstengan de transgredir la prohibición de lashón hará y rejilut, y se alejen del habla prohibidatodo cuanto puedan.



Las dos parashot juntas.