PARASHAT HA´SHAVÚA : «TOLDOT»

Parasha: Toldot, תּוֹלְדֹת, Generaciones. Bereshit,  25:19–28:9. Haftara sefaradit: Malaquías 1:1–2:7. darshán: Morenu veRabenu HaGaón HaTzadik Rabí David Janania Pinto shlita.


“Y Rivká escuchaba cuando le hablaba Yitzjak a Esav, su hijo. Y fue Esav al campo a cazar una presa para traer” (Bereshit 27:5)

Nuestros Sabios, de bendita memoria, estudiaron de la expresión “para traer” que Esav tenía todas las intenciones de traer lo que fuera si no encontraba la presa casher requerida, aun si tuviera que robar o traer carne prohibida. Y, en efecto, cuando llegó Esav, le trajo a su padre la carne de perro que había preparado, porque no había logrado cazar nada. Y ello fue una tontería de su parte, pues estaba claro
que eso no era lo que quería su padre, así como tampoco algo que lo alegraría, ya que su padre no comía carne taref. Si Esav le hubiera dicho que no había encontrado nada, su padre lo habría bendecido de todas formas por su esfuerzo y por el hecho de que se había abstenido de tomar carne robada o de darle carne taref. Pero cuando Esav entró con las comidas prohibidas, Yitzjak Avinu vio proféticamente que
el Guehinam se le abría delante de sí. En estas circunstancias, aun cuando Yaakov no hubiera venido con astucia a tomar las bendiciones, Yitzjak no habría bendecido a Esav en absoluto.

Hendrick ter Brugghen (1588–1629) Esau

Esto requiere de una aclaración, ya que Rivká Imenu tenía conocimiento de todo esto. Entonces, ¿qué necesidad tenía ella de que Yaakov se presentara rápidamente con las delicias ante su padre Yitzjak? ¡Si, de todas formas, Esav no iba a recibir las bendiciones y, así, se podría suponer que Yitzjak llamaría a Yaakov para bendecirlo en lugar de Esav! Más bien, este suceso se puede explicar de la siguiente manera: Rivká Imenu, con su gran sabiduría, quiso hacer una separación entre Esav y Yaakov, e incluso crear enemistad entre ellos. Podemos ver que Hashem actuó de forma similar al decirle a Abraham Avinu que escuchara la voz de Sará cuando ésta le exigió que echara a Yishmael y a la madre de éste de la casa con el fin de cuidar a su hijo Yitzjak de la mala influencia de aquellos. De la misma forma, Yitzjak Avinu atendió la petición de su esposa Rivká de bendecir y enviar a Yaakov en busca de esposa. Rivká
era de las Matriarcas sagradas que podía ver con sabiduría el porvenir, y comprendió que un Tzadik como Yaakov no podía convivir con un hombre capaz de servir comidas prohibidas a su padre. Por ello, intencionalmente, desde un principio, Rivká envió a Yaakov en lugar de Esav, creando así una enemistad eterna entre ellos. Y, como es sabido, su propósito se llevó a cabo, como dicen nuestros Sabios,
de bendita memoria: “Es una halajá: Esav odia a Yaakov”.

Si alguien, alguna vez quiso saber cómo se estableció esta máxima como halajá para todas las generaciones y cuándo fue establecida, podríamos decir que fue establecida por Rivká Imenu, quien determinó que Esav odiara a Yaakov debido a que éste tomó las bendiciones. Todo el ser de Yaakov Avinu estaba consagrado a la verdad. A él le fue difícil traerle a su padre las delicias y dedicarse a las artimañas para recibir las bendiciones, y temió , al contrario, ser maldecido por su padre. Pero Rivká
se mantuvo firme en su postura, y le dijo: “Sobre mí serán tus maldiciones”. Los comentaristas explican que con esta frase ella le quiso decir a Yaakov: “Si tú no vas a tomar las bendiciones de tu padre, entonces seré yo la que te maldecirá”. De modo que Yaakov Avinu no tenía otra salida: si iba donde su padre y éste se daba cuenta de que se trataba de Yaakov, lo iba a maldecir; y si se rehusaba a ir, entonces
su madre lo iba a maldecir. De acuerdo con esto, hay algo que resulta aún muy extraño: ¿por qué Rivká optó por una opción tan difícil para Yaakov Avinu, haciéndolo interrumpir su estudio de Torá? ¿Por qué no dejó que las cosas siguieran su rumbo y que Esav llegara con la comida taref y recibiera las bendiciones? ¡Ella hubiera podido buscar otro camino para crear una separación entre ellos! Para explicar este tema, podemos decir, besiatá Dishmaiá, que la sagrada Torá nos ordena abstenernos de comer nevelot y terefot, pero, paralelamente, el Rambam explica que está prohibido decir, por ejemplo, que el cerdo no es delicioso, sino, más bien, uno debe decir que el cerdo es muy rico, pero que la Torá nos lo prohibió. De esta misma forma, existen oportunidades en las que uno huele aromas de comidas deliciosas que provienen de cocinas prohibidas de los no judíos. Y, obviamente, en casos como estos, la persona recibe gran recompensa cuando se prohíbe a sí misma siquiera oler aquello con el fin de alejarse de la transgresión, de la posibilidad de llegar a caer en la tentación de comer alimentos prohibidos.

Rivká Imenu vio con espíritu profético que Esav tenía la intención de traer delicias de lo robado, o taref, si no encontraba una presa casher. Ella sabía que su sagrado esposo le había solicitado a Esav que le trajera delicias. Ella, con su inmensa sabiduría, quiso evitar una situación en la que el Tzadik, oliera las delicias terefot de Esav, mientras estuviera con apetito, con el fin de que el Tzadik apodado Olá Temimá (‘korbán perfecto de elevación’) no se deleitara siquiera del olor de un guiso prohibido ni por un segundo
antes de que se acordara de que están prohibidos y ello le causara sentir el olor del Guehinam.

De esta forma, podemos comprender bien la razón por la que Rivká le pidió a Yaakov que hiciera lo que ella le ordenaba a pesar de que con ello tuviera que interrumpir su estudio de Torá, en cumplimiento del precepto de

“No permanezcas impávido ante la sangre de tu prójimo” (Vaikrá 19:16),

para que su padre estuviera saciado sola y únicamente de las fragancias de una comida casher y oliera
la fragancia del Gan Eden proveniente de Yaakov. Luego, cuando llegara Esav con sus terefot, ya estaría saciado y satisfecho de las delicias de Yaakov, y así —como acostumbran los que están saciados de comida— no le importaría el olor de aquellas comidas de Esav. Y, de hecho, Yaakov Avinu permaneció con la verdad de la Torá, pues todo el propósito de lo que había hecho era salvar a su padre de deleitarse de comidas prohibidas.

Y el hecho de que Rivká misma no preparara los alimentos para Yitzjak fue porque Yitzjak quería recibir las delicias de su hijo, para poder bendecirlo con mayor alegría. Pensé que indudablemente las delicias que le había preparado Yaakov a su padre Yitzjak contenía el condimento de la verdad de la Torá, y así le iba a resultar aún mucho más delicioso e iba a satisfacerse más de la comida de Yaakov, su hijo.
Hakadosh Baruj Hu retornará en teshuvá completa a todos los malvados de la congregación de Israel. Así escribió el Or Hajaím Hakadosh (Devarim 25:14), que Zimrí fue llamado “el israelí”, a pesar de que era un malvado. Y, además, después de que Zimrí haga teshuvá, ameritará la vida eterna, pues todo judío tiene su porción en Hashem, y ninguno será apartado ni olvidado.

Y en su cantilación sefardí , por El´ad  Shalush: