Orihuela, en la provincia valenciana de Alicante, tiene un museo arqueológico cuya pieza estelar es una pequeña lápida del S VI d.e.c. que unos creen acaso hebrea y otros quizás bizantina. ¿Quieres saber por qué se duda antre lo que podría ser uno de los más antiguos vestigios judíos en Sfarad?
Es muy antigua: del S VI d.e.c. No es muy grande: 18,7 x 18,3 x 2,4 cm, en piedra caliza, y con la nomenclatura inventarial n.º inv. HEB-0000001: la pieza emblemática del arqueológico de Orihuela, hasta el punto de servir como logo de esa institución. Una lápida de notable bajorelieve representando dos pavos reales alrededor de una peana donde se erige una Menorá. Uno de los pavos se está comiendo a una serpiente. El otro está picoteando unos frutos indeterminados, tradicionalmente se piensa que pudieran ser uvas. La repartición del espacio es armoniosa: el pavo de la izquierda picortea en el suelo y el de la derecha en lo alto, uno come un animal que simboliza el problema de Adán y Eva mientras el otro disfruta de la fruta del Arbol de la Vida. Toda la escena está enmarcada por una moldura, lo que explica que no fuera parte de un friso mayor.
Estamos en el S VI en el sudeste de la Península Ibérica; han pasado doce desde que los celtíberos de la zona conocieran a los griegos. Los iberos eran una amalgama de pueblos venidos del este del Mediterráneo y no sólo trataron con los griegos sino con los fenicios y los cartagineses, de ahí la influencia semítica -camítica-del nombre de Orihuela (en valenciano, Oriola) Los patronímicos en Or -Ordesa, Oropesa, etc.- tienen raíz como en hebreo Ir, ciudadad, población. Los romanos la fortificaron y en la época de Justiniano, S VI, fue conquistada por el Imperio Bizantino. Y aquí está el problema: ¿se trata de una lápida hebrea o de una lápida bizantina? ¿Había en Orihuela una comunidad judía en el S VI d.e.c?
La Menorá, no cabe ninguna duda, es una símbolo netamente hebreo: dicen que una representación abstracta de la zarza mosaica para conceptualizar la idea de lo divino . El pavo real es, en toda la cuenca mediterráena, símbolo de Resurreción. También para los judíos. Por ejemplo, en el techo de un arcosolio de la catacumba judía de Villa Torlonia, Roma, como símbolo de inmortalidad, tras la llegada del Mesías y la resurrección de los muertos en el Juicio Final. También en las catacumbas hebreas de Radanini. Y el Tanaj los nombra precisamente mentando un lugar dicen que pudiera ser Tartessos: «Porque el rey Salomón tenía en el mar una flota de naves de Tarsis, con la flota de Hiram. Una vez cada tres años venía la flota de Tarsis, y traía oro, plata, marfil, monos y pavos reales (Reyes I ) » Y el Talmud dice que son kasher, aunque sólo la judería italiana del S XVIII los comía. Originarios de la India, donde es ave nacional, pasaron a Babilonia , Persia y Asia Menor, para luego ser muy estimados en la cultura greco-latina, donde toman ese simbolismo de resurrección porque en primavera mudan el plumaje. Y de ahí a la tradición cristiana, bizantina. Pero con una regularidad: se suelen representar bebiendo, no comiendo del Arbol de la Vida. Además , esa iconografía aparece también en la pila pétrea de Tarragona -de uso desconocido- conservada en el Museo Sefardí de Toledo y elevada a símbolo de esa institución.
Por el tamaño y la iconografía dicen que pudiera ser un elemento decorativo a la entrada de una sinagoga. Pero esto es muy poco probable porque en Levítico está prohibida la representación de criaturas vivientes.
Además, ni siquiera se conoce su procedencia. Se conserva donde se encontró, en Orihuela, pero su tamaño la hace fácilmente transportable. Desconocemos asentamiento judío en Orihuela anterior al S XIII. Pero sin embargo en la cercana Elche, donde también había comunidad, Cantera Burgos, en los años ´50 descubrió una sinagoga cuya antigüedad tiene como término ante quem el S V d.e.c. Y sólo está a 34 kms de Orihuela. Es decir, ¿por qué no habría de haber habido una sinagoga en Orihuela entonces?
Hay un argumento para pensarlo: en el S VII, Suintila, rey visigodo, conquista a los bizantinos todas estas tierras, incluyendo Auriolis (Oriola, Orihuela) que ya es capital de la región. Luego vinieron los musulmanes. Hasta que fue reconquistada por Alfonso X EL Sabio en el S XIII. Lo hizo con los préstamos de Adán de Paterna. Luego, en 1296, conquistada por Jaime II de Aragón y Valencia, valiéndose del trujumán -traductor- Estruch de Bonsenyor, quien quedó en Orihuela como gobernador junto a otro judío, escribano real, Astrugo. Y como ocurrió en Palma de Mallorca, con las repoblaciones se permitió que los judíos pudieran asentarse en los nuevos territorios y se juntaran con los judíos que allí había y que en la reconquista habían sido respetados porque lso conquistadores necesitaban sus conocimientos. Es decir, la judería de Orihuela existía antes del S XIII, y no tan pequeña como cabría suponer, porque aportaba al reino 500 sueldos anuales en impuestos. Valencia pechaba 3.500.
Ya en el S XIV, y quien sabe desde cuando, la judería de Orihuela estaba en la falda de la montaña -Crónica del S XVII de Mosén Pedro Bellot-y dice que en su época estaba ya todo asolado, que el cementerio estaba al otro lado del río y las murallas, en el lugar que luego fuera huerto de un tal Juan de Rocafull, y que muchos fueron conversos y se dedicaron a ser zapateros como los conversos de Zaragoza y tejedores de velos, mientras que en la rica Elche se dedicaron al comercio de especias hasta rabinos convertidos . Ya no había judíos cuando llegó Vicente Ferrer , en 1411, como resultado de las abjuraciones en masa en el Reino de Valencia tras las Disputas de Tortosa
Y así dice Juan Bautista Vilar , catedrático de la Universidad de Murcia.