La Redención de los Primogénitos, la segunda ceremonia que algunos niños judíos tienen que pasar a los pocos días de su brit milá.
Ha´Shem, al principio, tuvo mucho interés en los primogénitos -recordemos lo que les pasó a los hijos de los egipcios con el Angel de la Muerte marcando, cual mezuzá, las casas de los hebreos. Parece ser que todos los primogénitos de aquellos hebreos iban a ser designados como sacerdotes de su culto, como Kohaním. Pero, más tarde, cuando el Pueblo se desesperó porque Moshé Rabenu no regresaba del Monte Sinaí, los hombres se hicieron con las joyas de las mujeres -que decidieron no participar en el asunto- las fundieron y , con la colada, modelaron una estatua con forma de becerro, tal cual habían visto en Egipto con el dios llamado Apis. La ira de Moshé Rabenu al ver aquel acto de idolatría hizo que rompiera las Dos Tablas de La Ley ; entonces les dio a escoger entre Ha´Shem o el ídolo de oro . Sólo la tribu de Leví eligió a Ha´Shem. Después, ya calmado, Moshé subió de nuevo a Sinai para pedir perdón y recibir unas Tablas nuevas. El día que bajó fue el primer Yom Kipur de la historia. Ha´Shem perdonó, por supuesto, pero cambió de planes: ahora cada primogénito de cada clan ya no estaría destinado al sacerdocio del culto divino; todo la liturgia del rito y sus prebendas -40 matanot– pasarían de forma exclusiva a los hombres de la tribu de Leví. Sólo ellos podrían ser Kohaním (Números 3:11-12)
Es decir: en los matrimonios hebreos, el primer hijo de los padres es -en potencia y en esencia- un Kohén, pero un Kohén inhabilitado por el Juez Supremo para la Kohanut. Esa inherencia sacerdotal del primogénito debe ser trasladada a un Kohén de la Tribu de Leví . Y ese traspaso sacerdotal es una mitzv’a, un precepto, de la misma Torá. A la ceremonia con que se formaliza esta metamorfosis espiritual se le denomina en hebreo «Pidión Ha´Ben» (el rescate del hijo) Básicamente consiste en que el padre del niño vende a un Kohén el cohanato del primogénito por cinco monedas de plata a los treinta y un días de haber nacido. Preferiblemente en la tarde , para facilitar a los invitados la asistencia a la ceremonia y al posterior banquete festivo. No obstante, hay que recalacar que es un mitzvá que se puede hacer después de los 31 días pero nunca antes. Si el niño es huérfano se le sobreentiende que el pidión se hace de forma automática el día de su Bar Mitzvá.
Ahora bien, ¿a quién el judaísmo considera primogénito?
Primogénito judío es quien nace del útero de una madre judía que pare por primera vez y que, además, pare de forma natural, no mediante la operación denominada cesárea. La madre no tiene que haber sufrido abortos (ni voluntarios ni involuntarios) ni dar a luz a sietemesinos. Por otra parte, por la parte paterna, para realizar la ceremonia de Pidión Ha´Ben se tiene que dar el caso de que el progenitor del niño, o el abuelo de la madre, no sea Kohén o Leví. Es así que un hombre puede haber sido padre de siete hijos con una mujer que muere, el padre se vuelve a casar con una mujer que pare por primera vez y ese niño será también primogénito apto para el pidión.
El bebé, para la ceremonia, es vestido con todas las galas que a los padres les sea posible y lo acuestan sobre una almohadilla que suele estar bordada primorosamente. Sobre ese lecho, que suele ser el mismo cojín de la brit milá, las madres depositan sus joyas junto al niño, en recuerdo de que la mujer no participó en la fundición del oro para el becerro de la idolatría.
Aunque no es preceptivo que se reúna un miniam -una decena de hombres para todo rezo judío- se suele crear minián para el pidión. Sí que es necesario que la ceremonia sea pública y que sea el Kohén quien pregunte al padre por el hijo por el cual le va donar cinco monedas -se preparan monedas especiales para ello- y que el Kohén haya preguntado antes de la ceremonia a la madre. La ceremonia tiene un marcado tono de obra dramática con estas preguntas y bendiciones.
