¿QUÉ ES EL «SHOFAR»?

El shofar, uno de los instrumentos litúrgicos más emblemáticos del judaísmo.


Desde que empieza el mes de elul hasta el final del día de Yom Kipur, los judíos hacemos sonar el shofar.
שופר צרפת וספרד יצרח להתקדש
“Un shofar resonará, desde Francia y España, para santificarse.”
        Rabí Shimón Há Gadol (Mainz, 950-1020)
El día de Rosh Ha´Shaná, el Primero de Tishré , el primero del  año nuevo litúrgico del judaísmo, es yom Ha´Din, “ El día del juicio”, y  Yom Ha´zikarón “El día de la Memoria” pero sobre todo, es también » yom truá  “ el día del toque (de shofar)”, tal y como leemos en Núm. 29:1:
וּבַחֹדֶשׁ הַשְּׁבִיעִי בְּאֶחָד לַחֹדֶשׁ מִקְרָא-קֹדֶשׁ יִהְיֶה לָכֶם ;כָּל-מְלֶאכֶת עֲבֹדָה לֹא תַעֲשׂוּ:  יוֹם תְּרוּעָה יִהְיֶה לָכֶם.
“Y en el mes séptimo, en el primero del mes, convocatoria  santa será para vosotros, todo trabajo servil no haréis (en ese día): día de truá será para vosotros.”

En su Tratado sobre la Teshubá (3:4), el Rambám nos dice que el sonido del shofar nos llama a despertar:
“Vosotros, los que permanecéis dormidos, ¡despertad de vuestro sueño, examinad vuestras acciones, volved con arrepentimiento al Señor y tened presente a vuestro Creador!”

¿Pero qué es exactamente un shofar?

El término hebreo shofar (שופר), cuerno de carnero o cabra o antílope que se utiliza como instrumento musical de viento, procede del arameo shofara (שופרא) y éste a su vez del acadio shapparu, “bóvido”. Es uno de los artilugios litúrgicos más conocidos del judaísmo;  pero en la antigüedad, además, se utilizaba para hacer ruidos que ahuyentaran a bestias, advertir de peligros que acecharan a las poblaciones, e incluso para transmitir mensajes codificados.  En el judaísmo, como decíamos al principio,  se usa para cumplir la mitzvá de  ESCUCHARLO en Rosh Ha´Shaná y otros momentos. Por ejemplo, para anunciar el fin de los años jubilares. También, en tiempos del Segundo Templo,  se hacía sonar seis veces para anunciar el  final de las jornadas laborales, esto es , el comienzo de los Shabatot. Hoy se utiliza una sirena.
El shofar es el instrumeno musical más mencionado en el Tanaj, incluso más que el kinor del Rey David. Esto se debe a que los pueblos circundantes a los israelitas también usaban shofar. Se usaba para desalentar al enemigo, muy probablemente acompañado por el sonido de tambores (hay un relieve de la Edad del Hierro que así lo representa) Según el Sefer Yeoshúa la ciudad de Jericó sucumbió el séptimo día con el séptimo sonido del shofar. Según la tradición El Mesías anunciará su llegada a través del sonido de un shofar. En la sinagoga de Ben Zakai, en Jerusalén, hay una hornacina en una pare superior, que nadie alcanza, con un recipiente lleno de aceite y un shofar para que cuando llegue lo pueda usar.
¿Por qué tocamos el shofar?
Porque es un instrumento en el que no podemos elaborar una melodía. Es primitivo, anterior a cualquier escala musical. Tal vez por eso, de entre los demás instrumentos musicales citados en La Torá , estas fechas de reflexión están asociadas al shofar: nos recuerda lo más íntimo de nuestra naturaleza, lo más elemental.
En palabras del Rab Tsadok Ha´Kohén, “es el instrumento que dice: cuando no son posibles las palabras, no se necesitan las palabras”. En Rosh Ha-Shaná el alma judía anhela reencontrarse con su Fuente creadora. El shofar refleja el sonido de lo inexpresable: nos devuelve a los orígenes del ser humano y curiosamente estamos en el mes de Elul en dirección al primero de Tishré, fecha en la que la tradición judía celebra la creación de la humanidad. En las notas primitivas del shofar se acaricia, se palpa, lo indecible. Lo más esencial del ser humano, su más interior grito de vida, es inexpresable. El shofar expresa (para recordárselo a la humanidad) lo que solamente se puede mostrar, lo que el lenguaje no puede significar.
En un piut de Yekutiel bar Moshé se dice sobre el shofar,
יסתער בקרבי בעת אתחיל
“truena (el shofar) dentro de mí cuando comienzo (a rezar)”

Cuando el alma grita lo inexpresable, solamente entonces, después de este sonido primitivo y elemental que reclama/proclama la vida (Rosh ha-Shaná es la “llamada de la vida”), surge como un caudal la oración sincera. Por eso es costumbre tocar el shofar durante el mes de Elul, excepto el día antes de Rosh ha-Shaná, y por eso también es precepto hacerlo sonar en Rosh ha-Shaná durante la oración de la mañana. Sus notas nos acompañan durante el último mes del año salvo el último día, que permanece callado, y al día siguiente (en el primero del año) truena y resuena con toda su fuerza anunciando la humanidad.

De acuerdo al Rab Saadiá Gaón, hay diez alusiones al shofar que nos ayudan a entender el significado de su sonido:
  1. En Rosh ha-Shaná, celebramos que Dios, el Eterno, es el Manantial creador del universo.
  2. Su sonido nos llama a reflexionar, al arrepentimiento, antes del día del perdón (Yom Kipur).
  3. En el Monte Sinaí, cuando los judíos aceptaron las diez palabras primigenias (los diez valores grabados en piedra en las dos tablas), “el sonido del shofar crecía continuamente y era muy intenso” (Éx. 19:19). En Año Nuevo reafirmamos el apego a los cometidos y a las enseñanzas de nuestros antepasados.
  4. Nos recuerda también la llamada de los profetas a hacer teshubá (ver por ej., Ez. 33:2-3).
  5. Nos interpela a la reparación y reconstrucción del mundo, tal y como decía Jeremías (vv. 4:19-20): “No deberé callar, pues en el sonido del shofar has escuchado, oh alma mía, la llamada a luchar”.
  6. Es un cuerno de carnero (o de cordero) en recuerdo a la Akedat Yitsjak, “la atadura de Isaac”, lectura que también hacemos en Rosh ha-Shaná. Aquel día Abraham no sacrificó a su hijo, sino que siguió la voz de su conciencia: sustituyó a su hijo por un carnero. Abraham nos ha dejado esta lección tan valiosa, la de escoger entre lo mejor y lo peor incluso cuando las peticiones que Dios le hace se contradicen entre sí (es decir, debemos buscar siempre lo mejor que la Biblia Hebrea nos puede aportar, separar el alfiler de oro en medio del centeno).
  7. El shofar inspira reverencia y temor, “¿puede el shofar sonar en una ciudad y que sus habitantes no se estremezcan?”, dice el profeta.
  8. De acuerdo a Sofonías (1:16), al llegar la Era Mesiánica “un día sonará el shofar”.
  9. También su sonido reúne a los exilios, tal y como dijo Isaías, “y ocurrirá en ese día, que el gran shofar sonará” (v. 27:13). Reunir en su cometido a quienes están dispersos: buscar la justicia, la bondad y la paz.
  10. Finalmente, nos consuela en la creencia de que el ser humano es mucho más que carne y huesos, pues su buen nombre y sus obras le sobreviven. La vida completa/cumplida brotó mucho antes de nacer y palpita muchos siglos después de la muerte.
Tocamos el shofar en Rosh ha-Shaná treinta o cien notas o incluso más, según la costumbre de cada comunidad.
Antiguamente se hacía sonar muy temprano, tal y como nos relata el Talmud (Pesajim 4a), pues: zerizín makdimín le-mitsvot “los celosos observan los preceptos tan pronto pueden”. Sin embargo durante la dominación romana hubo de cambiar esta costumbre, debido a que los romanos interpretaban este resonar tan fuerte como una llamada a la rebelión y solían irrumpir en las sinagogas y masacrar a quienes allí estaban. En la actualidad se toca el shofar hacia el final de la oración de la mañana de Rosh Há´Shaná.
Fue el Rabí Abahu de Cesarea quien estableció el modo en que el shofar debe tocarse (Talmud, Rosh ha-Shaná 34a). Se hacen shloshim kolot “treinta sonidos o notas (literalmente “voces”)” de cada vez, 12+9+9: tekiá-shebarim-teruá-tekiá 3 veces, tekiá-shebarim-tekiá 3 veces y tekiá-teruá-tekiá 3 veces. 12 (4*3), 9 (3*3) y 9 (3*3) hacen 30 notas:
(3) תשר״ת
(3) תש״ת
(3) תר״ת

El sonido tekiá (ת) consiste en una nota uniforme y prolongada. Cuando se hace el último tekiá de una serie, se toca como tekiá guedolá, más larga que las demás. El sonido shebarim (ש) consiste en tres notas prologadas pero entrecortadas, como en un llanto. El sonido teruá (ר) está formado por nueve notas muy breves, cortadas (staccato).

Muchos judíos ortodoxos hacen sonar las notas del shofar antes del Musaf de Rosh ha-Shaná y de recitar “Ashré”; después, durante la sección del Musaf llamada “Maljuyot, Zijronot ve-Shofarot” y para cada una de ellas, y nuevamente durante su repetición por parte del jasçan con la misma “melodía”.
Escuchar tekiat ha´shofar “el sonido del shofar” es un precepto para todo judío, tal y como dice el Salmista,
אשרי העם ידעי תרועה יוי באור פניך יהלכון
“Bienaventurado es el pueblo que conoce la teruá, Dios Eterno, a la luz de Tu rostro caminarán.”
Bendición del Shofar

Por ello, cuando se va a escuchar su sonido debe pronunciarse la siguiente bendición:

“Bendito eres Tú, Dios Eterno, Soberano del universo, que nos santificó a través de Sus preceptos y nos inspiró la mitsvá de escuchar la voz del shofar.”

Si el shofar da voz al llanto humano de lo inexpresable, la liturgia de los días solemnes, Año Nuevo y Yom Kipur, también está llena de lo contrario, es decir, de la creativa voz del paytán, del “poeta judío”, que más allá del orden fijo de las oraciones da rienda suelta a sus emociones y anhelos.
La mayoría de  los Shofar están hechos de animales  que no necesitan ser kasher -aptos- como los shofar de los yemeníes, que son de antílopes (nunca toro o vaca) y generalmente son importados desde Sudáfrica.  No obstante sólo el 30% de los cuernos importados pasan los controles de calidad; la mayoría son descartados por presentar algún tipo de malformación -grietas, rayaduras, suciedades. Luego se someten a un calentamiento para darle su forma. El shofar sefardí a lo largo de toda su longitud. Los más grandes son los yemenitas y los más pequeños los askenazíes.
 En la tradición sefardí el shofar se hace sonar después de la Akedá, justamente después de cantar un piyut medieval de la Edad de Oro en Sefarad. . En total, suena 101 veces. 30 de ellas , antes de la oración de Musaf, cuando la congregación aún no se ha puesto de pie. Otras 30, en la parte silenciosa. Y otras 30 en la repetición. 10 más en mitad del kadish tras la Amidá.