¿QUÉ FUE EL TABERNÁCULO O MISHKÁN?

Notas  sobre el diseño y significado trascendente del Tabernáculo que el Pueblo de Israel construyó en el desierto, antes de que hubiera Templo en Jerusalén.


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Desde la Parashat Terumá, la Torá comenzará a narrar la labor para la construcción del Tabernáculo (v. 25:8)

ועשו לי מקדש ושכנתי בתוכם

“Y harán para Mí un Santuario para que resida dentro de ellos.”

Al principio el Eterno creó el universo. En Sinaí, el Eterno entregó la Torá a Israel de manos de Moisés. El Tabernáculo evoca los dos hitos. Es una metáfora de la Creación, pero en clave espiritual: cada objeto, cada medida, cada detalle, cada ubicación enseña algo sobre cómo debe el judío creativamente llenar de significado e inspiración su vida. Pero también evoca, en miniatura, la experiencia del pueblo judío en Sinai. Dijo el Rab Sa’adiá Gaón, “Israel es una nación (o un pueblo) solamente en virtud de la Torá”.

La palabra Mishkán משכן (v. 25:9) procede del verbo shin-kaf-nun [ש-כ-נ] que significa “habitar”. El versículo 25:8 dice veshajanti [ושכנתי] “para que resida” o “para que habite”. El Tabernáculo era como una especie de templo portátil que se montaba y desmantelaba a lo largo de la travesía que el pueblo de Israel recorrió hasta la tierra prometida. Pero debemos entender esto de manera figurada, no literal. El Tabernáculo (y después el Templo) no era el lugar físico en el que la Presencia divina habitaba, sino solamente el vehículo para la mejora humana. Tal vez por ello el versículo dice betojam [בתוכם] “entre ellos” pero más correctamente “dentro de ellos”, es decir, en el interior de cada judío y judía.

Estos son los componentes y objetos del Tabernáculo de acuerdo a su orden en la Torá y su significado:

  1. – El Arca (v. 25:10 y ss.). El Arca o Arón [ארון] estaba situada en la parte más sagrada del Tabernáculo, llamada Kódesh Ha-kodshim [קדש הקדשים].

Dice el Eterno (v. 25:10),

ועשו ארון עצי שטים

“Y harán un Arca de madera de acacia”

El plural se usa también aquí, al igual que antes para el Mishkán. A partir de aquí la Torá usará el verbo en singular (a Moisés). Dice el Midrash que la Torá utiliza aquí el plural, “y harán”, para que así todo Israel tuviese mérito en el estudio de la Torá (Shemot Rabá, 34:3). En el Arca irán las Tablas de la Ley o del Testimonio [עדות] tal y como dice el v. 25:16. Rabenu Bajia dice que la palabra arón [ארון] está relacionada con orá [אורה] luz, “porque la Torá es la luz del mundo”. Primero se construirá el Arca y demás objetos y solamente después la tienda propiamente dicha, porque es el Arca (la Torá) el fundamento del Tabernáculo y no al revés (TB, Berajot 55a). Continúa así (v. 25:11),

צפית אתו זהב טהור מבית ומחוץ

“Y la recubrirás de oro puro por dentro y por fuera”

El oro que rodea a la madera simboliza la honestidad: su interior debe estar en consonancia con sus actos exteriores (Rabí Hananel). Además, si nos fijamos bien, dice “por dentro y por fuera”, primero por dentro y después por fuera. Es precepto nutrirse en la Torá para que su estudio y comprensión nos conduzca a la observancia de los preceptos.

El Arca estaba tapada con una cubierta especial de oro puro (v. 25:17) que representa la espiritualidad humana. Esta cubierta estaba fabricada a partir de una sola pieza de oro, y sobre ella de la misma pieza (v. 25:18) surgían las figuras de dos querubines, con rostros de niño y niña (para simbolizar la doble naturaleza interior, masculina y femenina), con las alas alzadas hacia arriba pero sus rostros uno enfrente al otro y hacia abajo.

La ubicación y forma de los querubines es una representación del encuentro místico con lo Divino. Las alas estaban alzadas le-ma’lá “hacia arriba”, pues el alma humana aspira a la elevación espiritual, pero a la vez los querubines se miraban, ish el ajiv “uno hacia el otro” y también el ha-kapóret “hacia la cubierta (del Arca)”, es decir, hacia abajo, como en reflexión. Los rostros se miran, porque es a través de nuestro prójimo, de la experiencia plena del encuentro con el otro, cómo alcanzamos el encuentro con lo Divino; pero estaban hacia el Arca, mirando hacia abajo, es decir, teniendo siempre presente la Torá. Es como si los querubines fuesen la metáfora del pueblo judío que coopera y comparte, con la Torá como su base y su referencia esencial. Es curioso que las cuatro alas se tocaban formando una especie de suká o “cabaña” (Rashi sobre TB, Suká 5b).

El Arca estaba en la parte más santa del Tabernáculo, separado por la cortina, quedando después el espacio llamado kódesh [קדש], en el que estaban la mesa de los panes, la Menorá y el altar dorado.

2.- La mesa de los panes (v. 25:23 y ss.). Si el Arca estaba situada en la parte más sagrada, hacia el oeste, mirando hacia la cortina que la separaba encontraríamos a la derecha (hacia el norte) el shulján léjem panim [שולחן לחם פנים] o “mesa de los panes de exposición”, tal y como dice (v. 25:23),

ועשית שלחן עצי שטים

“Y harás una mesa de madera de acacia”

Se preparaban doce panes que se colocaban frescos en este lugar los viernes, retirándose los de la semana anterior que se daban a los sacerdotes. Simboliza el sustento material del pueblo, y también la protección y la resistencia física (tal y como interpreta el Sforno).

3.- La Menorá (v. 25:31 y ss.). El candelabro de siete brazos simboliza los siete días de la semana, pero sobre todo el intelecto. Estaba fabricada de una sola pieza de oro, para enseñarnos que la vida del judío debe estar asentada sobre un solo sistema de valores éticos y morales, no sobre varias partes divididas y conjugadas de manera que sirvan a nuestras conveniencias personales. La Menorá también representa la Torá oral. Porque usando los principios y métodos enseñados a Moisés en Sinai, el hombre puede ejercer su propia habilidad de manera creativa para obtener nuevos conocimientos y aplicar así la sabiduría ancestral de la Torá a situaciones nuevas. “Así como la luz de la Menorá fue creada por la mecha, el aceite y la llama fabricadas por el hombre, la Torá oral es la contribución humana a la misma Torá”, decía el Rabí Guedaliá Schorr. Leemos (v. 25:31)

עשית מנרת זהב טהור מקשה תיעשה המנורה

“Y harás una Menorá de oro puro, de una sola pieza fabricarás la Menorá.”

De acuerdo con el Sforno la propia Menorá simboliza en miniatura cuanto hemos dicho: la mecha central es el pensamiento aplicado al estudio de la Torá; las tres candelas a la izquierda (hacia la entrada del Tabernáculo) son la luz del saber aplicado a ganar el sustento; y las tres candelas de la derecha (hacia el Arca), la luz del pensamiento aplicado al puro intelecto. De las siete candelas, la que estaba más a la derecha (al oeste) permanecía siempre prendida: es lo que se llama el ner tamid “la luz perpetua”.

4.- Estos tres elementos estaban más o menos equidistantes, pues simbolizan los tres extremos básicos de la vida judía: la Torá, las ciencias humanas y el saber, y el sustento material. Cuando el Eterno ha terminado de detallar las instrucciones relativas a estos tres elementos del Mishkán, ya puede proceder a explicar cómo se levantaba propiamente el Tabernáculo.

Primero se colocaba el mishkán [משכן] (v. 26:1). Después se posaba por encima el ohel [אהל] o “tienda” (v. 26:7). De los dos se dice, vehayá ejad “y será uno” (vv. 26:6, 26:11), pues aunque estaban formados por varios tapices, eran una unidad: para representar así la necesaria unidad que ha de regir la vida del judío y los tres pilares sobre los que se levanta. A continuación por encima iba otra cubierta llamada mijsé [מכסה] (v. 26:14), compuesta a la vez por dos.

5.- La madera de acacia (v. 26:15 y ss.) se utilizaba para montar el resto de la estructura. Los flancos de madera simbolizan la necesidad de que el hombre una su realidad terrenal a las aspiraciones espirituales, pues están clavadas en el suelo pero miran al cielo (decía el Rabí Jaim ben Attar de Livorno, 1696-1743) y también la eternidad de la esperanza del pueblo judío, pues a pesar de tantas persecuciones y adversidades, logra superar la dificultad y sobrevivir. Tal vez por eso el versículo dice (v. 26:15; TB, Yomá 72a),

עצי שטים עומדים

“(…) troncos de acacia erguidos.”

6.- La cortina (v. 26:31) o parójet [פרוכת] separaba el kódesh ha-kodashim (en donde estaba el Arca) del kódesh propiamente (donde estaban la mesa, la Menorá y el altar dorado).

7.- El altar exterior (v. 27:1-8) estaba en el atrio, y era de bronce, y también hueco, y se llenaba de tierra, tal vez por aquel versículo (v. 20:21)

מזבח אדמה תעשה לי

“un altar de tierra harás para Mí”

En él se quemaba parte de las ofrendas y se accedía a través de una rampa. Este altar, llamado “de bronce” o “exterior”, proveía expiación a Israel, por eso representa el refinamiento de nuestra dimensión más animal o física. De nada sirven ni el estudio de la Torá, ni el saber, ni el sustento, si después nos dejamos arrastrar por lo peor que llevamos dentro. La propia palabra para bronce, nejóshet se parece a nejush “terquedad” (ver por ej., Is. 48:4).

Otros dos elementos formaban parte del Tabernáculo: el altar dorado y la pila para el lavado ritual. La entrada estaba ubicada hacia el este, y dispuesta de tal manera que podía entrarse por el norte o por el sur.

Es importante que estudiemos en qué medida aquel primer Mishkán sigue realizándose en cada sinagoga.

La palabra sinagoga procede del griego συναγωγή “asamblea”, ya que es un lugar de reunión. En hebreo decimos bet ha-kenéset [בית כנסת]. Pero además es un lugar de oración o bet tefilá [בית תפילה]. La comunidad judía que se reúne en ella es el kahal o kal [קהל]. Habitualmente, además del salón de oración y del centro comunitario, la sinagoga tiene la habitación para el estudio o bet midrash [בית מדרש].

Dice el Rambam (“Mishné Torá”, Hiljot Tefilá 11:1), כָּל מָקוֹם שֶׁיֵּשׁ בּוֹ עֲשָׂרָה מִיִּשְׂרָאֵל, צָרִיךְ לְהָכִין לוֹ בַּיִת שֶׁיִּכָּנְסוּ בּוֹ לִתְפִלָּה בְּכָל עֵת תְּפִלָּה; וּמָקוֹם זֶה, הוּא הַנִּקְרָא בֵּית הַכְּנֶסֶת todo lugar en el que habitan diez israelitas es necesario que en él se erija una casa en la cual entren para rezar en toda hora destinada a la oración; tal lugar es llamado bet ha-kenéset.

Añade וְלִקְנוֹת לָהֶן סֵפֶר תּוֹרָה נְבִיאִים וּכְתוּבִים y (deben) comprar para ellos un séfer Torá, libros de Profetas y Hagiógrafos. El lugar de la sinagoga debía ser el más elevado de la ciudad o bien elevar el edificio de manera que sea más alto que las demás casas judías, וְאֵין פּוֹתְחִין פִּתְחֵי בֵּית הַכְּנֶסֶת אֵלָא לְמִזְרָח y deberá estar la entrada de la sinagoga hacia el oriente, al igual que el Tabernáculo, וּבוֹנִין בּוֹ הֵיכָל שֶׁמַּנִּיחִין בּוֹ סֵפֶר תּוֹרָה y construirán en ella un hejal «palacete» en el que depositarán en él el séfer Torá, que estará en la dirección en la que se reza, según la ciudad (ídem., Hiljot Tefilá 11:2).

En la actualidad no es práctico edificar la sinagoga en el lugar más alto de la ciudad y muchas veces ni siquiera es posible. Además, la puerta que lleva al santuario no ha de ser la misma que lleva a la calle, creando así un lugar en el que los orantes pueden prepararse antes de los servicios religiosos.

Dado que la entrada y el Hejal no pueden estar en el mismo lugar, y dado que en occidente rezamos hacia el oriente, la entrada estará hacia el oeste, quedando el Hejal hacia el este. Para cumplir con el precepto tal y como el Rambam dice, se añaden ventanales (algunos dicen que doce) que miran hacia Jerusalem.

El Hejal, al igual que el Arca del Tabernáculo, tiene dentro los rollos de Torá, y por esto sustituye en la sinagoga el lugar y el simbolismo que el Arón [ארון] tenía en el Mishkán. Tal es así que los ashkenazíes lo llaman también Arón ha-Kódesh [ארון הקדש], con sus puertas e incluso con cortina o parójet [פרוכת] al igual que aquella que en el Tabernáculo ocultaba la parte más sagrada en la que estaba el Arca. La tradición sefaradí original, anterior al decreto de expulsión de 1492, era no colocar cortina ni por fuera ni por dentro del Hejal. Dentro del Hejal, los rollos de la Torá se envuelven en largos y hermosos mantos, o en estuches de madera o metales preciosos.

En el centro de la estancia debe estar el estrado o bimá, וּמַעְמִידִין בִּימָה בְּאֶמְצַע הַבַּיִת y levantarán la bimá o «estrado» en el centro de la estancia (ídem., Hiljot Tefilá 11:3). A este lugar sube quien lee la Torá y también el que dirige su enseñanza a la comunidad.

Añade el Rambam, וּכְשֶׁמַּעְמִידִין הַתֵּבָה שֶׁיֵּשׁ בָּהּ סֵפֶר תּוֹרָה, מַעְמִידִין אוֹתָהּ בָּאֶמְצָע, וַאֲחוֹרֵי הַתֵּבָה כְּלִפְנֵי הַהֵיכָל, וּפָנֶיהָ כְּלִפְנֵי הָעָם al construir la tebá, en la que se posa el séfer Torá (para su lectura), la colocarán en el centro (de este estrado), y la parte de atrás (o posterior) de la tebá estará volteada hacia el Hejal, y la parte de delante (por donde se lee) hacia el público (ídem., Hiljot Tefilá 11:3). En la tebá se posa el rollo cuando sea hace la lectura pública de la Torá.

En recuerdo del ner tamid [נר תמיד], la “luz perpetua” del Tabernáculo, suele mantenerse también una luz siempre encendida en la sinagoga, ya sea de candela o eléctrica. Algunos también decoran la sinagoga con candelabros (de siete o de nueve brazos).

La sinagoga ha sustituido al Tabernáculo y al Templo, pero la luz que estos emanaban sigue circulando hacia el pueblo judío a través de ella. Aquellos que no pueden permitirse construir una sinagoga, pueden crear salones de oración en sus propias casas, un lugar fijo en la casa reservado a la oración y al estudio, y en el que debe observarse igual respeto que en la sinagoga. Estas habitaciones se conocen como kloiz en yiddish. Toda casa debería tener esta habitación especial dedicada la oración y al estudio, tal y como enseñaba el Rabí Yoná de Gerona.

Durante la conquista de Canaán, el principal campamento israelita estaba en Gilgal (Josué 4:19; 5: 8-10) y el tabernáculo probablemente se erigió dentro del campamento. Tras la conquista y división de la tierra entre las tribus, el tabernáculo fue trasladado a Silo,  en el territorio de la tribu de Josué,  para evitar las disputas entre las otras tribus . Permaneció allí durante  300 años . Según Jueces 20: 26-28, el Arca, y por lo tanto posiblemente el tabernáculo, estaba en Betel cuando Pinjas, nieto de Aarón, todavía estaba vivo.

 

Después de que el Arca fuera capturada por los filisteos, el rey Saúl movió el tabernáculo a Nob, cerca de su ciudad natal, Gabaa, pero tras la masacre de los sacerdotes (1 Samuel 21-22), fue trasladado a Gabaón. Justo antes de que David moviera el arca a Jerusalén, el arca estaba ubicada en Kiriath-Yearim

Finalmente, el Arca fue llevada a Jerusalén y se colocó «dentro de la tienda que David había levantado  para ella» (2 Samuel 6:17; 1 Crónicas 15: 1), no en el tabernáculo, que permaneció en Gabaón. El altar del tabernáculo en Gabaón se usó para el culto de sacrificio hasta que Salomón finalmente llevó la estructura y sus muebles a Jerusalén para la dedicación  del Templo. (1 Reyes 8: 4)

No hay mención alguna al tabernáculo en el Tanaj después de la destrucción de Jerusalén y el Templo por los babilonios en c. 587 BCE.

Sin más os deseo que tengáis paz en el Shabat. Shabat Shalom u-meboraj!

Adi Cangado.

El lugar del Mishkán en Siló