¿QUÉ SON LOS TFILÍN Y QUÉ IMPORTANCIA TIENEN?

Muchas personas preguntan, con curiosidad, por este objeto del ritual judío. Nosotros ofrecemos esta breve respuesta:


Rabí  Yehuda Ha´Levi , sabio sefardí del S XII, probablemente tenía en mente el asunto  de los tefilín cuando escribió en el Sefer Ha´Kuzarí:

«La religión Divina no nos obliga a llevar una vida ascética, sino que nos guía por el camino intermedio, equidistante de los extremos de tanto o tan poco. Permite el libre juego de toda facultad dada por Di-s tanto del cuerpo como del alma, dentro de los límites constructivos diseñados por la Mano Divina. Pues ciertamente cuando nos dedicamos a una facultad en medida excesiva nos alejamos de otra, y esto perturba la armonía que debe inundar todo nuestro ser…».

La palabra Tefilín está relacionada etimológicamente con la palabra Tofel , תפל, una localidad al sur del Mar Muerto, donde Moisés habló una vez,  cuyo sentido lingüístico más evidente  «reconectar » Y de ahí también TFILA, oración. Los Tefilín sirven para conectar el intelecto con las emociones y a ambas  con D-os. Reconectar en cuerpo y alma, de una forma emotiva pero también racional. De una forma total.

Las filacterias, como se llaman en español -de una palabra griega que significa «protección»-  son el utensilio litúrgico del judaísmo que favorecen en el creyente esa reconexión.

Consisten en unas pequeñas cajas de cuero de color negro que contienen , enrrollado, un pergamino con cuatro parashot de La Torá; de la base que sujeta a la caja, que se pone sobre la frente,  parte una correa, también de cuero, que  se ata sobre el brazo izquierdo (o derecho, si la persona es zurda) dando siete vueltas al mismo y luego anudando sobre la mano.

Según La Torá es mitzvá que todo varón judío mayor de trece años rece de esta manera siempre que sea de día, nunca de noche, y siempre que no sea Shabat. Lo habitual es usarlo en la oración de la mañana, Shajarit, y en la de mediodía, Minjá, si es día de ayuno.

Como objeto de culto que son, deben tratarse con mucho cuidado y respeto. Para evitar lo contrario, no se usa en niños antes del Bar Mitzva. Con lo cual han pasado a ser uno de los grandes símbolos de esta ceremonia de iniciación a la hombría judía. Se regalan al niño ese día junto al talit, que en su mayoría de los casos guardará hasta el día de su boda.

Los cuatro pasajes que esconden las dos cajas son los siguientes:

Esos pasajes son:

a) El Shemá ,Israel (Deuteronomio 6:4-9) —que proclama la Unicidad del Único Di-s. Posiblemente la más sagrada de las oraciones hebreas.

b) Vehaia (Deuteronomio 11:13-21) —que expresa la promesa de Di-s de que nos recompensará si seguimos observando los preceptos de la Torá, y nos advierte de la retribución por desobedecerlos.

c) Kadesh (Éxodo 13:1-10) —el deber del pueblo judío de recordar siempre la redención de la servidumbre egipcia.

d) Vehaia (Éxodo 13:11-16) —la obligación de todo judío de informar de esto a sus hijos.

Una de las cajas («el tefilín del brazo»)  se coloca sobre el brazo izquierdo:  así queda frente  al corazón —el lugar de las emociones-  mientras la correa de cuero  envuelve la mano izquierda, y alrededor del dedo medio de esa mano.

La otra caja (el «tefilín de la cabeza»)  , por encima de la frente,  simboliza que se pone sobre  el cerebro. Por lo tanto, la concentración del rezo está dirigida a  la cabeza, el corazón y la mano.

Pero hay varias formas de ponerlo.

Veamos la forma sefardí:

Y ahora, los askenazí

Muchas personas inspeccionan el estado de sus tfilín una vez al año, pues deben ser kasher -aptos según la Ley judía- y ese momento es unos pocos días antes de empezar a prepararse para la llegada de Rosh Ha´Shaná, es decir, cuando empieza la etapa del ciclo anual en que se rezan la Slijot -los perdones- que culmina el día de Yom Kipur.