R.FRIYA SUARETZ

Nota biográfica de un rabino, profesor, literato y  ministro de cultura y educación de origen libio muy recordado por todo lo que aportó a los judíos de Trípoli.


 

La familia Suárez, Juárez, incluso Soares -en hebreo Su- Aretz- debe su apellido a orígenes patronímicos: en español, Suárez, es el Hijo de Suero. Como Fernández es el hijo de Fernández. Gutierre Tibón en su Diccionario Etimológico Comparado de los Apellidos Españoles, Hispanoamericanos y Filipinos, anota que Suárez procede del nombre propio de Suero,del bajo latín «Suerius», de «sueor», como variante de «sutor» «el que cose» o el «zapatero» (del verbo «suere» «coser», siendo sutor el artesano especializado en coser los zapatos, o zapatero remendón). No olvidemos que zapato está etimológicamente relacionado con Shabat. (Las oclusivas sonoras /b/ si se ensordecen da /p/. Shabat, Shapat)

Hay muchos Suarez famosos en el mundo judío, pero hoy hablaremos sólo de uno de ellos, rabí Frija Suaretz, literalmente «El próspero hijo del zapatero», un judío nacido en Libia el 7 de diciembre de 1907 y , en paralelo a su dedicación a las letras, un diputado de la Kneset durante bastantes legislaturas, entre 1955 y 1969.

Nacido en Trípoli, capital de Libia, primogénito tras el previo nacimiento de tres hermanas, recibió la habitual educación primaria en el Talmud Torá, y luego pasó a estudiar Talmud y «SHULJÁN ARÚJ», en la yeshiva de Yagdil Torá, la exaltación de La Torá, donde adquirió un gran conocimiento, además, de la literatura medieval, esto es , básicamente hispano-hebrea, por no decir un gran adiestramiento en el manejo de fuentes bibliográficas. En poco tiempo se convirtió él mismo en fuente indispensable de filólogos y antropólogos.

A los 21 años, el rabinato libio le envío a Homs como jasán de la comunidad allí establecida, donde también sirvió como supervisor de la kashrut,  incluso como darshán de sus sinagogas y, por supuesto, como docente de la lengua hebrea, que dominaba. Cuando las brigadas israelíes llegaron a Libia se sorprendieron de encontrar un club llamado Ben Yehudá donde sólo se hablaba y cantaba en hebreo.

Fue un gran modelo para toda una generación de jóvenes que adquirió a través de él, una gran instrucción sobre sionismo a través de una publicación del sionismo religioso titulada Jayenu, Nuestra Vida, en donde publicaba sus propias creaciones literarias, tanto en prosa como en verso. También publicó libros con su producción literaria , que son una tesoro de datos sobre las costumbres de los judíos libios. Debido a esto, y a sus contactos con los judíos de la época del Mandato Británico en Eretz Israel, fue acusado por el gobierno italiano como espía del sionismo y enviado durante tres años a un campo de concentración en el corazón del desierto libio. Sólo fue liberado llegado el año de 1943.

En 1949 decidió subir a Israel, para vivir, con su hermano, en el campo de transición de Shavot Am, usado como tal tras haberlo creado los británicos como campo de detención. Sus primero pasos allí fueron en la enseñanza del hebreo. Pronto se convirtió en el director de la escuela local y su objetivo era transmitir a las nuevas generaciones la tradición secular del orbe sefardí. No sólo enseñaba la lengua sino también su literatura, en especial realizando actuaciones de teatro sobre la historia del Pueblo de Israel y el sionismo.

Formó parte del Movimiento del Obrero Oriental, Ha´Poel Ha´Misrají. En la tercera Kneset de Israel, entró en las listas a las elecciones y en 1955 fue elegido diputado de una coalición nacionalista religiosa, mientras de forma paralela fundó la Asociación Nacional de los Judíos Originarios de Libia, que será uno de los pilares del posterior  partido político nacionalista-religioso Mafdal. Durante tres Kensiot, la tercera, cuarta y quinta, fue ministro de educación y cultura y ayudó muchísimo a todos aquellos judíos que por un motivo u otro eran absorvidos en la sociedad israelí a través de los campos de refugiados, muchas veces sometidos a injusticias y discriminaciones  inefables por parte de otros judíos.

Además, levantó una yeshivá en nombre del jajám Abraham Jaim Adadi, dayán y av beit din de Trípoli a finales del S XIX. Esta yeshivá se considera hoy en día continuadora de la acción rabínica de la yeshivá de mismo nombre en una Trípoli que ya no existe.

Fue nombrado hijo predilecto de Netanya, entre otras muchas condecoraciones que recibió en vida por su profunda labor en el mundo de la educación y la política. Falleció en 1993 y a su nombre, y en su memoria, se construyó un Talmud Torá, y en 2018 salió a la luz un disco en el que se musicalizaron sus poemas más famosos.