R. JAÍM ABULAFIA II

Nota biográfica del renovador de la comunidad judía de Tiberias en el S XVII


El linaje de los Abulafia -en origen, Abu Al´Fia (el padre de la salud, literalmente) es originario de Túnez, pero se instaló en  la Península Ibérica en el S XII. Aunque luego repartidos por diferentes juderías, la mayoría  radicó en Toledo. Del primero que se tiene noticia es  de Yehudá Abulafia HaLevy, padre de Todros Abulafia de Toledo, abuelo de Todros de Burgos, uno de los grandes mekubalím castellanos. Muy conocido es R MEIR ABULAFIA Con la expulsión, pasaron de nuevo al norte de Africa.

Tataranieto de Meir fue r Yaakov Abulafia, hijo de r  Yehudá el molinero; en 1592 fue el rabino de la comunidad sefardí de Damasco y padre de Jaím Abulafia I. Este fue dayán en Tsfat , luego pasó a Jebrón y por último a Jerusalén. Su tumba está cerca de la Tumba de Zacarías, en el Monte de los Olivos, pero desaparecida por las incursiones arqueológicas británico-jordanas. No obstante, hace unos 50 años apareció la lápida y con la ayuda de la Jebrá Kadisha Sefardí se restituyó, aun sin los restos. Nieto suyo fue Moshé Abulafia, que fue el padre de Jaím Abulafia II.

Siendo adolescente – hacia 1670- Moshé Abulafia trasladó a la familia a Jerusalén.  Jaím estudió en la yeshivá de r Yaakov Vega, entonces dirigida por r Moshé Galante, y teniendo como compañeros a r Abraham Amigo o r Shlomo Algazi.

En 1699 se trasladó a Salónika y en 1712 a Esmirna, donde fue ordenado rabino y donde permaneció durante seis años. Luego, regresó a Eretz Israel y se radicó en Tsfat, donde fue el rabino principal, Ha´Rava. Durante toda una década, visitaba la cercana ciudad de Tiberias, entonces destruida, para cuidar de las tumbas de los grandes rabinos que allí fueron enterrados.

Ets Jaím, en Tiberias, hoy

Cuando en Esmirna falleció r Israel Benveniste, la comunidad esmirniota le pidió que regresara para sucederle como gran rabino, cosa que realizó durante más de veinte años con tanto carisma que hasta los musulmanes le tenían por un gran ser que era conocido por ello en todos los países. No obstante, llegaron rumores al gobernador de Galilea sobre los deseos de Abulafia para regresar a Eretz Isral y en en 1740 se  le invitó a regresar a Tiberias. Cuando llegó, inauguró la renovación de la sinagoga de Ets Jaím, el último asiento del antiguo Sandedrín. Seguidamente, con una red de recaudación de fondos de los Países Bajos e Italia , comenzó a reconstruir la comunidad sefardí de la ciudad santa de Tiberias, dotándola de una casa de baños, un mercado, un molino para el sésamo, etc. La renovación del asentamiento hebreo en Tiberíades causó una gran impresión en la Diáspora, y muchos vieron esto como un signo de la redención venidera.  Así, durante su tiempo, la inmigración a Israel aumentó mucho.  El 27 de marzo de 1742, el rabino Jaim Ben Atar también visitó al rabino Jaim Abulafia en Tiberíades.

Estado actual de la sinagoga Ets Jaím de Tiberias

A los mandamases del Imperio Otomano no les gustó la política del gobernador de Tiberias y decidieron deshacerse de él, pero en cuanto Abulafia se enteró de ello movilizó a toda la población judía, además de la musulmana, y consiguieron salvar la vida del gobernante el 1 de diciembre de 1742, que se declaró festivo.
Poco después, el 27 de febrero de 1744, el rabino Jaim Abulafia llamó a su hijo mayor, el rabino Yitzjak Abulafia, que vivía en Siria, y le ordenó que  le sucediera en el liderazgo tiberiense.

  El 19 de marzo de ese año,  día sexto de Nisán, el rabino Jaim Abulafia murió y fue enterrado en el antiguo cementerio en el sur de la ciudad. Sus dos hijos, Yitsjak e Isajar, fundaron el nuevo asentamiento judío en Tiberias.