REVUELTA ANTICONVERSA DE TOLEDO EN 1449

Una matanza a mediados del S XIV a cuyo término se crean los estatutos de limpieza de sangre que regirán luego, cuando se cree la Inquisición Española.


Sepulcro de Juan II, Cartuja de Miraflores, Burgos

La primera mitad del siglo XV en Castilla es la del reinado de Juan II. Nacido en 1405, quedó huérfano de padre a los dos años y hasta la mayoría de edad fue regente su madre, Catalina de Lancaster y su tío, Fernando de Antequera; el niño pasó a ser educado por un tutor, el judeo-converso Pablo de Burgos. En 1410, con la firma de los Compromisos de Caspe (Aragón) su tío Fernando deja Castilla para pasar a ser rey de Aragón hasta su muerte en 1416. Su hijo, Enrique de Trastamara, en 1420, secuestró en Tordesillas a su primo, el rey Juan II, pero el monarca logró escapar con ayuda de D Alvaro de Luna. Esta  ayuda  le procura a Don Alvaro una gran recompensa: le entrega el condado de S Esteban de Gormaz (hoy en la provincia de Soria) Enrique fue encerrado en el castillo de Mora; y sus familiares, desposeídos de títulos, huyeron a Aragón. Las tensiones entre Castilla y Aragón se agrandan cuando el rey aragonés Alfonso El Magnánimo interviene con la firma de los acuerdos de Arcila. Después de este acuerdo, parte de los castellanos se aliaron con los aragoneses para frenar el poder de D Alvaro de Luna; en 1429 estalló la guerra entre Castilla y Aragón. Con la guerra civil de Castilla en 1437, Juan II se vio obligado a desterrar dos veces a su valido, Alvaro de Luna, que fue sustituido por Pedro Sarmiento,  hasta entonces repostero del rey.

Alvaro de Luna, busto en Cañete

Cuando Alvaro de Luna recupera su puesto, Pedro Sarmiento pasa a ser alcalde de Toledo. Airado con su  destitución como valido de Juan II, Pedro cada vez se vuelve más hacia el futuro Enrique IV de Castilla,  hijo de Juan II.

El 25 de enero de 1449, el condestable Álvaro de Luna había pedido a la ciudad de Toledo, en nombre del propio rey Juan II, un préstamo de un millón de maravedíes (cifra astronómica) para sufragar la contienda contra Aragón. El cobro de ese impuesto corría a cargo de quien entonces era recaudador en Toledo: el judeo-converso llamado ALONSO COTA , padre del poeta Rodrigo Cota.

El pueblo aullaba de ira. Y como no se vio escuchado en su clamor, decidió revolverse contra Cota, el recaudador, que logró huir.  Enardecido y frustrado, el pueblo, con Pedro Sarmiento a la cabeza, el 27 de enero  dirigió su furia contra el resto de conversos toledanos, a los que venían detestando y envidiando  hacía años por su bienestar económico.

El 5 de junio  saquearon  e incendiaron el barrio de la Magdalena, habitado por judíos y conversos. Junto a Sarmiento estuvieron en la revuelta los canónigos Juan Alfonso y Pedro López Gálvez, así como Marcos García de Mora, redactor de un Memorial justificativo de la doctrina, motivos y metas de la rebelión, que junto al tema judío tenía componentes fiscales y políticos. El fuego en La Magdfalena  duró más de 24 horas,  quemándose «mil seiscientos pares de casas»  y dejando a unas cuatro mil personas sin vivienda. Además de sufrir un gran número de muertos, muchos conversos de origen judío tuvieron que abandonar la ciudad

Tras los disturbios, se escribe y edita la Sentencia-Estatuto de Pedro Sarmiento, o la llamada  Primera Sentencia-Estatuto de Limpieza de Sangre, por la cual quedaban expulsados los conversos de toda clase de cargos representativos en el municipio. «ningún confesso del linaje de los judíos no pudiese aver ni tener ningún ofiçio ni benefiçio en la dicha çibdad de Toledo»  Estas disposiciones anticonversas fueron en su tiempo muy famosas y sus medidas fueron adoptadas pronto no sólo por el ayuntamiento de Toledo, sino por universidades y todo tipo de instituciones en Castilla, tanto religiosas como profanas.

En su afán por conseguir la introducción del estatuto de limpieza de sangre en la catedral de Toledo, el cura Melchor Izo llegó a falsificar una supuesta Carta de los judíos de Constantinopla enviada a los judíos de Zaragoza en 1492 para aportarla como «prueba» de la existencia de un complot de los judíos para a través de los conversos acabar con los cristianos y «violar sus templos, y profanar sus sacramentos y sacrificios«

Por esta razón, muchas familias, sobre todo con grandes medios económicos, van a hacer lo posible por disimular sus orígenes conversos, aunque en algunos casos había publicaciones de apellidos, como la que da origen a la expresión «TIRAR DE LA MANTA»

En el marco de la revuelta anticonversa de 1449 en Toledo se escribió, no obstante, de forma anónima, en Burgos, un texto que refutaba intelectualmente las posturas anticonversas. Está guardado en la Biblioteca Gótica de la Universidad de Oviedo.

Con estos hechos, que se pueden corroborar en la Crónica de Juan II, y con los hechos precedentes y posteriores , seguir hablando de una España de las Tres Culturas es una traición a la Historia del propio país y una estafa cultural, pues priva a los ciudadanos del conocimiento de la verdad.