LA FIESTA DE LAS CHICAS

Una tradición de la judería magrebí, de especial festejo entre los judíos de Túnez, en el Rosh Jodesh Tevet.


Ed Al Bainat, como también se conoce al evento, no se sabe desde cuándo se celebra, lo cual en principio tiene que decirnos que es una tradición muy antigua, atestiguada en documentos medievales. Aunque el origen más remoto hay que ir a buscarlo a cuando el Pueblo de Israel salió de Egipto : cuando Moshé Rabenu subió al Monte Sinaí  y bajó con las Tablas de La Ley se encontró con que los israelitas habían hecho un becerro de oro para adorarlo. Ese fue el primer día de KIpur que hubo en la historia: el primer perdón del Pueblo de Israel. El becerro de oro se hizo fundiendo  las joyas y el oro y la plata de las mujeres israelitas, que no quisieron participar en la abominación de la idolatría, por lo cual todos los primeros de mes del año se les premió con eximirlas de sus trabajos y dedicar el día a la mujer en sí. Lo dice nuestra guía halájica vigente,  el Shulján Aruj.

Rosh Jodesh Ha´banot, el Primero de Mes De las Chicas, se celebra  en la Luna Nueva del mes de Tevet (generalmente en diciembre) en la sexta o séptima  vela de Januká. Es decir, si el primer día de Januká es el 25 de Kislev, cuatro días después es Rosh jodesh Tevet.

Ese día, las mujeres van a la sinagoga expresamente para ser bendecidas tocando el Sefer Torá de su sinagoga, símbolo de aquella Ley que bajó Moisés mientras sus collares y zarcillos eran fundidos par modelar el becerro de oro. Después de esta bendición en la sinagoga, se celebra un banquete que termina en baile.  Sin que hubiera presencia masculina alguna de por medio. Las madres, en esta fecha,  hacen regalos a sus hijas; y las mozas casaderas  a sus prometidos. También era un día de reconciliaciones entre amigas enemistadas, en memoria del encendido de la  séptima vela,  cuando se enciende por la Shjiná (palabra femenina ) la Presencia Divina, que retornó al Templo de Jerusalén una vez re-consagrado tras la inmundicia seléucida que en él se perpetró.

 También está de por medio la historia de Judith en el Libro de los Macabeos, aunque esta obra sea apócrifa  pero no porque no sean libros históricos sino por haber sido escritos en griego y entonces no poder pasar a formar parte del Tanaj. En tiempos de los seléucidas el gobernador de Judea tenía derecho de pernada, y Judith, la única hija de Matitiahu, la única hermana de los macabeos, lloraba desconsoladamente sabiendo que debía acostarse con el gobernador y no con quien se iba a casar. Yehudá Makabi le dijo que no temiera, que la noche de bodas sería la noche más feliz de su vida. Cuando fueron a la casa del gobernador, Yehudá Mkabi degolló al déspota. (No confundir con Judith la de Holofernes, que es mucho anterior)

La comunidad tunecina, tanto en Francia como  en Israel,  lucha porque la tradición no caiga en el olvido. Aunque como hemos dicho también perdura entre libios, argelinos y algunos marroquíes.