SFENJ, EL BUÑUELO DE JANUKÁ DE LOS JUDÍOS DEL MAGREB

De Casablanca a Alejandría, frutas de sartén de la judería medieval hispánica que, por ser cocinadas en aceite de oliva, endulzan Januká en la judería magrebí.


Sfenj -pronunciado sfench- es una palabra árabe, prima-hermana del hebreo Sfog, de lisfog, absorver, de donde Sufganiá (la berlina popular de nuestros tiempos) No sólo se come en Januká: por ejemplo, es costumbre ofrecerlo como recibimiento a los novios al día siguiente de la boda en casa de sus padres, o  como primer bocado sólido de un niño cuando le sale el primer diente. Y los de Argelia, al acabar las slijot del mes de Elul. En Túnez también era el fin de Rosh Ha´Shaná. En todos los casos es el principio de un ciclo.

INGREDIENTES:
  • 500 gr. de harina

  • 1 cucharada de levadura para pan

  • 1 cucharadita de sal.

  • Un poquito de azúcar o miel

  • Un vaso grande  de agua tibia

 

En un cuenco mezclamos la harina con la levadura, la sal y el azúcar, hasta que queden mezclados de forma homogénea.

Añadimos el agua,  poco a poco,  hasta obtener una masa elástica y blanda, tirando a líquida sin ser del todo líquida. La masa se tiene que trabajar muy bien durante unos 20 minutos.

Cubrimos  con un trapo limpio y seco  y dejamos que aumente su volumen.

Una vez doblado el volumen de la masa, llenamos un cuenco con aceite para freír y nos untamos las manos con el aceite, recogemos la masa y vamos haciendo bolitas del tamaño de una pelota de tenis y las colocamos en una bandeja untada con aceite.

Calentamos dos sartenes, en una ponemos 5 cucharadas de aceite y subimos el fuego, en la otra pondremos aceite como para freír patatas y la ponemos a fuego medio.
 Con nuestras manos untadas en aceite todo el tiempo cogemos una bola y le abrimos un hueco en el centro, la ponemos en la primera sartén que contiene poco aceite y dejamos que se hinchen los sfenj,  siempre del mismo lado.
Una vez que se hayan hinchado lo suficiente y estén medio coloradas por debajo, las pasamos a la sartén que contiene mas aceite. Hacer a fuego lento vigilando que no se quemen.
Por último, las ponemos sobre papel absorbente de cocina para eliminar el aceite sobrante y se espolvorea con azúcar o se baña en miel.