SHUMEN

Hace unos días fueron vandalizadas varias lápidas sepulcrales del cementerio de Shumen, en Bulgaria.


En la antigua región de Tracia, hoy Bulgaria, a la misma distancia que la ribera del Danubio y el Mar Negro,  se levanta desde antiguo la ciudad de Shumen. Su nombre, de aires semíticos, proviene del rey Simeón El Grande, quien en la alta Edad Media fundó el Primer Reino de Bulgaria. El Segundo Reino sucumbió con la invasión del Imperio Otomano, que destruyó Shumen para reconstruirla en su emplazamiento actual y aplicándole grandes cambios arquitectónicos en el S XVIII. En el siglo posterior, sería atacada tres veces por los rusos.

La comunidad judía estable se remonta al S XVIII, con la repoblación de judíos del Imperio Otomano, en especial con judíos de la cercana Edirne, hoy en Turquía. La comunidad desaparece como tal en tiempos de la Segunda Guerra, cuando toda la judería se muda a Israel. Hoy no queda rastro tangible de aquellos tiempos sino dos cementerios, el Viejo y el Nuevo, que en realidad son uno, porque el Nuevo , de 1905, posee tumbas salvadas del  otro. En el siguiente documento en pdf se puede ver una lista de las tumbas documentadas (Cementerio Judío de Shumen)

En el ïndice de Bezalel Nakiss -del departamento de Historia del Arte de la Universidad Hebrea de Jerusalén- también hay documentación de la necrópolis de Shumen, como por ejemplo la gráfica (de Radovan Zev, que en 1998 fotografió la lápida sepulcral de la tumba de Menajem Philosof, de 1898, en aljamiado)

O la de Abraham Askenazi, de 1899. La familia Askenazi fue de las más numerosas y populares de la ciudad, pues en 1798, cuando el Imperio Otomano transfirió a Shumen un oficial militar, éste se llevó consigo a su médico personal, Jaim Askenazi (y a su familia) Este médico fue quien solicitó a las autoridades otomanas permitiera la emigración de judíos a Shumen para que pudiera haber minian (quorum mínimo de diez judíos, necesario para que el rito hebreo tenga validez) Muchos judíos de Edirne, la antigua Adrianópolis, se van a trasladar entonces a Shumen, haciendo florecer así una comunidad sefardí de cierta relevancia en un barrio separado por voluntad propia, Ha´Jatser Ha´Gdolá, el Gran Patio, donde construyeron , por supuesto, su sinagoga, su Talmud Torá -fundado por el reabino de Salónica r Nisim Jaím Shalóm- y una importatne escuela de L´Alliance Israelite Universelle, construida pese a la oposición del rabino de Rodas,  r. Matitiahu Tsurmany.

Tumba de Abraham Sh. Askenazi

También tenían fundada la organización humanitaria y cultural «Esperanza» (sic) que tanto ayudó en tiempos de la contienda mantenida entre Rusia y el Imperio Otomano (y que hizo pasar a Bulgaria a manos de los rusos)

Shumen fue un lugar de gran importancia para el desarrollo del sionismo búlgaro, agrupado como es habitual entorno a las asociaciones de Makabi y Ha´Shomer Ha´Tsaír y, después de la Primera Guerra Mundial, Poalei Tsión- La población judía no tuvo hasta 1933 problemas de antisemitismo con el resto de ciudadanos de Shumen. Pero en el año en el que los nazis se hicieron con el poder en Alemania los escaparates de las tiendas fueron apedreados.  Aunque la situación de alianza entre el reino de Bulgaria y la Alemania nazi no dejaba de crear cesiones a los nazis, la valiente postura del zar Boris salvó a los judíos de perecer asesinados en los campos de concentración. La sinagoga se derrumbóen 1996 y no queda rastro de ella. Quedan allí unos 20 judíos, unidos en matrimonios mixtos, totalmente asimilados al mundo búlgaro, aunque con una asociación llamada Shalom, que interactúa con las asociaciones de Sofía.