SINAN

Historia de Sinán Reis, pirata judío que surcó el Mediterráneo en el S XVI a las órdenes de Barbaroja.


Yair Al- Din, nacido en la isla de Lesbos en 1475 -y más conocido como Barbaroja, almirante bajo los auspicios de la Sublime Puerta (el Imperio Otomano) fue, durante el S XVI, desde su cuartel general en la isla tunecina de Djerba, la peor pesadilla marítima contra el emperador Carlos I de España y V de Alemania.

A sus órdenes -entre otros muchos- había un sefardí, uno de aquellos judíos que con la expulsión de Castilla y Aragón optó por refugiarse en la Península de Anatolia, recién dominada por los turcos. No sabemos  en dónde ni cuándo nació o murió; en una de las pocas imágenes que tenemos de su aspecto . una ilustración de la novena década del S XVI conservada en la Universidad de Heideberg, Alemania,  hay una leyenda en latín donde dice Smyrna mia patria. 

Sinan Reis se enroló en la piratería de Barbaroja con el objetivo de apresar cristianos de la Orden del Temple que zarpaban del puerto de Marsella rumbo al puerto eretz-israelí de Ako, pues aquellos cautivos infieles eran vendidos como esclavos. De sus andanzas por los piélagos renacentistas  de la cuenca mediterránea se sabe,  por crónicas inglesas, que  Sinán  se enfrentaba al Imperio de Carlos I de España y V de Alemania, al Tribunal de la Santa Inquisición y al Almirante de la república de Génova, Andrea Doria, y a todo lo que se le pusiera por delante, porque vivía fuera de toda ley.

No sin sorna, era llamado también “El Gran Judío” , pues el gobernador de la India portuguesa creía , muy ingenuamente, que se lo había enviado Suleymán El Magnífico para ayudar al Reino de Calcuta.

Además del tráfico de esclavos blancos, también tuvo que ocuparse de defender la red del famoso y temido  Barbaroja. Allí donde Marco Antonio librara la decisiva batalla de Actium, y que en 1538 se llamaba Preveza, participó en la lucha  contra Carlos I de España y Andrea Doria. Barbaroja, en 1529, había tomado Gibraltar; en 1534 asoló la mitad meridional de la Península Itálica y hasta atacó Túnez, puerto aliado de España y se enfrentó a los españoles cuando invadió Orán. En Preveza venció a los cristianos. El botín fue mayúsculo: un millar de doncellas , 1500 jóvenes varones, 200 adolescentes vestidos con capa de oro, una gran cantidad de objetos muy apreciados -como finos paños, vasos de oro y cálices robados de iglesias cristianas- y además,  400 000 piezas de oro. Los rescates de estos adolescentes y jóvenes trajeron grandes beneficios adicionales.

Los buenos tiempos de la piratería eran tales que el hijo de Sinán quiso seguir los pasos de su padre. Con tan mala suerte que su barco fue abordado por las naos del emperador Carlos I, que lo recluyó en la isla de Elba.  Allí, después de bautizarlo, le hizo formar parte de la Corte del Señor de Elba;  por eso mismo  la isla fue infructuosamente asolada por los corsarios otomanos. Enfurecido por no poder rescatar al hijo de Sinán , Barbarrosa hizo desembarcar a muchos de sus hombres en la isla, asoló la ciudad y recuperó al hijo de Sinán. Este no participó en la operación, sino que estaba en Suez, Egipto, ayudando a un indio a luchar contra los portugueses.

Dicen que lo enterraron en el cementerio judío de Albania, pero eso no es cierto. Allí enterraron a otro Sinán. Parece ser que lo enterraron en la mezquita de Üsküdar, en Estambúl, de donde suponemos que se había convertido al islamismo en algún momento de su carrera corsaria.