SOLO 1091 SEFARDÍES HAN RECIBIDO LA NACIONALIDAD

En sesión plenaria, la secretaria de estado para Justicia ofrece datos sobre las nacionalidades concedidas a los sefardíes.

Carmen Sánchez-Cortés,  secretaria de Estado de Justicia, en respuesta a una pregunta del senador del Grupo Mixto Jon Iñarritu, durante la Comisión de Justicia en la Cámara Alta, ha hecho públicas algunas estadísticas referentes al número de nacionalidades concedidas bajo la nueva ley de nacionalidad española para descendientes de sefardíes.

Se sabe, así, que el número total es tan sólo de 1091-.Por otro lado, el 5 de agosto de 2016, el Gobierno otorgó la nacionalidad por carta de naturaleza a otros 220 sefardíes que antes del 1 de octubre de 2015 habían acreditado debidamente su condición de sefardí de origen español ante la Dirección General de los Registros y del Notariado, pero que no entraron en el primer grupo.

En Estados Unidos o Francia, donde  residen cerca de 350.000 sefardíes, de nacionalizados es bastante insignificante, 38 y 11 respectivamente, según los datos ofrecidos por el Ministerio de Justicia. Se esperaba gran número de solicitudes de Venezuela o países donde hay urgencia por salir a otro país.

De los casi cuatro millones estimados, se calculaba la cidra de 90.000 pasaportes entregados, y no se llega ni a 2o00. No consta cuantas peticiones han sido denegadas por error de tramitación.

Para acogerse a la ley,  vigente  hasta septiembre del 2018, el solicitante tiene que acreditar su vinculación con España, certificar por medio de la autoridad rabínica local su origen sefardí, así como demostrar el uso del ladino o haquitía como idioma familiar,  además de aportar la partida de nacimiento o certificado matrimonial y el informe motivado sobre la pertenencia de su apellido al linaje sefardí. Obtener todos estos documentos no siempre es fácil, dada la diáspora del pueblo judío y la eliminación de familias enteras en el Holocausto.

Tras conseguir los documentos,  haberlos traducido ( traductor jurado)  y  haberlos legalizado vía notaría, hay que remitirlos a la Dirección General del Registro y del Notariado. A partir de ahí comienza la segunda parte . El  solicitante  tiene que viajar a España para comparecer personalmente, salvo excepciones, ante el notario designado. Además, debe superar un examen de español y otro de conocimientos constitucionales y socioculturales. El proceso  conlleva  gastos notorios . Los costes de tramitación pueden oscilar entre 3.000 y 4.000 euros. Y esto desalienta a las personas muchísimo.

Reproducción autorizada © Sfarad. es