YAAKOV SHEMLA

Nota biográfica de un intelectual y artista del movimiento de La Haskalá magrebí


Un tintero de Jacob Shemla

Yaakov Shemla fue a nacer en la isla de Djerba,  Túnez  en 1858, antes de que el país más pequeño del Magreb pasara a ser un Protectorado Francés (1881) Como correspondía, tuvo una educación tradicional en el Talmud Torá pero también secular, que ya no era tan habitual si se piensa que la primera de las cinco   escuelas de l´Alliance Israélite Universelle se fundó en Túnez  en 1878. Dominaba el hebreo, el árabe, el judeo-árabe, el francés y el italiano.

De muy joven, empezó a desempeñarse en el desarrollo de la prensa escrita en judeo-árabe, como editor de varios periódicos: El Tsader, El Jakiká, y muchos más, entre ellos el de mayor tirada, El Fayer, hasta 1915, y El Bustán. Además escribía artículos para otros periódicos.

Este papel intelectual en prensa le valió para ser considerado representante del movimiento de  la emancipación hebrea en el Magreb -la Haskalá, que no sólo tuvo proyección en Europa- no sólo porque sacó la cultura judía del melaj tunecino sino porque trabajó mucho para que las nuevas generaciones participaran de este movimiento cultural.

Portada de la traducción de El Conde de Montecristo

Paralelamente a su trabajo como periodista – de sumo alcance para la sociedad  en una época sin tv ni Internet-  Yaakov Shemla también se desempeñó como representante de acusados del Beit Din, porque conocía perfectamente las halajot relacionadas con la justicia.  Con este tema tuvo algún que otro entuerto de sus opositores, que le consideraban demasiado «moderno» en sus interpretaciones de la tradición hebrea.

Otra de sus ocupaciones , pues fue un hombre muy activo y dinámico, fue la literatura;  sobre todo se le conoce  como traductor. Uno de sus mayores logros artísticos fue traducir del francés al judeo-árabe, «El Conde de Montecristo»,  de Dumas, que es una obra ingente y que en Túnez cosechó muy buena recepción.  También tuvo mucho éxito un libro sobre la Inquisición Española de la autora sefardí e inglesa GRACE AGUILAR

Pero no sólo traducía , sino que  publicó obras propias en 1916 (Armonía y Amor) así como cuentos cortos que iba publicando en diferentes periódicos, repletos de hipervínculos con la rica tradición de los hebreos tunecinos y con el judaísmo rabínico en general.

Otra de sus ocupaciones fue la artesanía -el arte de embellecer los objetos de la vida diaria- creando un taller famoso de cerámica tradicional. Su padre era recaudador de impuestos del gremio de artesanos. Sus azulejos decoran muchos lugares de la comunidad judía – muchas casas de los barrios ricos de Túnez- pero entre todos los lugares que embelleció destaca, por supuesto, la gran sinagoga de Djerba. De sus cuatro hijos, algunos siguieron la tradición del taller de cerámica , que luego pasaron a Argelia, Francia y Estados Unidos; sus descendientes aún se dedican de forma individual al arte de la cerámica. El taller de Shemla e hijos permaneció hasta 1966. Toda la historia de los Shemla con el barro está contada en un libro que sus descendientes escribieron y editaron bajo el título «Un siècle de céramique d’art en Tunisie».

Por todo ello, la república de Francia le condecoró con la medalla de la Legión de Honor.

Falleció – z´´l- en el año de  1938, por lo cual aunque se fue de este mundo sabiendo lo que estaba pasando con Hitler, no llegó a ver la invasión de los nazis en Túnez, en 1942.