YOSEF BEN ABRAHAM ATÍAS

Reseña sobre el más famoso y aclamado editor judío de Amsterdam en el S XVII.


Durante los años 1580 y 1640, Portugal y España estuvieron unidas en un mismo reino; en esos tiempos, muchos cripto-judíos lusos, buscando prosperar, se van a radicar en ciudades hispanas, como por ejemplo la del Madrid de los Austrias, pero también en el sur, como Sevilla o Córdoba.

Pero son los años de mayor actividad de la Inquisición. Abraham (de Castro) Atías, uno de aquellos cripto-judíos, ardió en la hoguera en el CAMPO DEL MARRUBIAL de Córdoba, el 29 de junio de 1667, a la edad de unos 75 años (junto a Ya´akov Rodriguez y Rajel Nunes Fernández). Abraham Atías era hermano de r. Isaac Atías, uno de los primeros rabinos de la comunidad sefardí de Hamburgo, primero, y de Venecia, después; autor de «Tesoro de Preceptos Donde se Encierran las Joyas de los Seyscientos y Treze Preceptos que Encomendò el Señor a su Pueblo Ysrael,»

Abraham Atías, en 1635, fue padre de un niño al que llamaron Yosef. Pero en vez de quedarse a vivir en Córdoba con sus padres -y con la sombra de la Inquisición en todo patio- el niño fue enviado a casa de su tío en Hamburgo para que recibiera la educación judía que en Córdoba no podía darse. Cuando el tío marchó para Venecia, que es cuando Mensahe ben Israel llegó a Londres, él se fue a la ya muy floreciente Amsterdam anti-spinozista y anti-sabatea y anti-hispánica. Ahora bien, esta es la versión que ofrece la Enciclopedia Judía; algunos historiadores holandeses, sin embargo,  dicen que no fue a Hamburgo, sino a Recife (Brasil) y que retornó a Europa cuando la contienda en la que Portugal acabó con la colonia neerlandesa en Pernambuco.

En la capital de las Provincias Unidas de los Países Bajos -que así se llamaba entonces Holanda- por aquel entonces bullía la cultura judía sefardí por doquier. Yosef Atías se estableció allí como impresor y editor; pasado un año, sacó a la luz su primera obra, titulada «Tikún Sefer Torá», que -valga la redundancia- impresionó al público desde muchos aspectos, especialmente por la belleza formal de los tipos empleados en la imprenta, nunca vistos hasta entonces.

Después,  y durante los dos años siguientes,  se involucró por completo en la confección  de la obra por la cual pasaría a la Historia, el Tanaj de Atías. Una de las más hermosas ediciones existentes en el mundo. Fue editada en dos volúmenes. El primero, dedicado como es lógico al LIbro de Bereshit, tenía dos volúmenes de 622 páginas…En la foto principal vemos la portada del primer volúmen, anunciando la espectacular colección de ilustraciones con que fue editada. Tómese en cuenta que la representación gráfica de figuras humanas y animales no estaba permitida en el judaísmo y que este tipo de obras se adelantan un par de siglos a los pintores de la Haskalá, o Emancipación, tomados por los primeros pintores judíos que se atrevieron, no sin censuras, a representar la figura humana. Yosef Ben Atías lo hizo en 1660.

Hubo una   segunda edición de su Biblia, 1677, más cuidadosamente preparada que la primera (sin errores en la puntuación vocálica)  y con un tipo y decoraciones aún más hermosas. Para esta edición, los Estados Generales de los Países Bajos le otorgaron una medalla de oro y una cadena por valor de 600 florines holandeses, cantidad nada despreciable, además de la rúbrica de prestigio editor consagrado. Su portada la vemos en la foto principal.

Otros trabajos publicados por Atías fueron un Jumash (El Pentateuco) , Sefer Tehilim,  ( los Salmos)  con una traducción al holandés (corrector de pruebas J. Leusden)

Casa de la imprenta de Atías

En 1672, cuando los holandeses estaban en guerra con tres países, Athias tenía una enorme deuda. En sus almacenes, esperando ver la luz ,  11.000 Biblias en inglés y 10.000 libros de oraciones en hebreo para niños. Las BIblias en inglés parece ser que fueron sacadas del país de contrabando.

El negocio de impresión de Atías  fue uno de los mejor equipados de Ámsterdam. Los moldes y letras utilizados llegaron  pronto a la imprenta de Proops. Su riqueza le permitió gastar dinero en el corte y fundición de tipos, además de  poder pagar  el trabajo artístico de sus diseñadores. La edición de «Yad Ha´Jazaḳa» de Maimónides, con anotaciones en latín de  «Leḥem Mishneh»,  en 5 volúmenes, (Ámsterdam, 1702-3) es suya , pero  completada después de su muerte por su hijo Emanuel, que heredó la destreza y buen gusto del padre al mando de la imprenta.

Pero Atías quebró en 1695 y buscado con mucho celo por 22 acreedores tanto él como su hijo tuvieron que estar escondidos durante meses.

Yosef Atías murió el doce de mayo de 1700 en Amsterdam. Z´l.

En 1702, Imanuel Atías acabó vendiendo la imprenta y tuvo que desalojar la casa en 1710.