DAVID MONTEZINOS Y SU BIBLIOTECA

Linaje del bibliotecario del Talmud Torá de Ets Jaím, en Amsterdam


Raphael David Montezinos, rabino de la sinagoga hispano-portuguesa de Amsterdam, y su esposa, Esther Ferares, fueron padres de un niño el 6 de diciembre de 1828.

Montezinos y su asistente Jacob Da Silva Rosa

Por vía paterna,  la familia había llegado a Amsterdam dando un gran rodeo: el más remoto miembro de la familia que hemos podido rastrear fue un español, nacido hacia 1550, al que llamaban Luis Montezinos -esto es, converso. El apellido es de origen topográfico: al sur de la comunidad valenciana, provincia de Alicante, existe la localidad llamada Los Montesinos; esta zona fue repoblada con judíos aragoneses cuando fue reconquistada, pues nadie quería vivir en lo que hoy es Murcia. Luis, que también aparece como Ludovico, tuvo un hijo, al que llamó Antonio.

Este Antonio, según el genealogista holandés Zeev Bar, (Rena Fuks-Mansfeld De Sephardim in Amsterdam tot,  1989), pasó a vivir en Portugal, en la localidad de Vila Flor, donde trabajó como comerciante; pero en 1644 pasó a Amsterdam, donde retornó al judaísmo con el nombre de Aaron Levy. Su hermano mayor, Fernando, había dejado Portugal para radicarse en Madrid, donde se encontró con la Inquisición, de la que huyó, raudo y veloz, para radicar en Amberes, donde murió de muerte natural. Aunque fue enterrado como neocristiano, su esposa, refugiada en Amsterdam, ordenó exhumar la tumba de su esposo para enterrarlo como judío en el nuevo cementerio de Amsterdam (o al menos eso cuenta Bar, porque halájicamene parece imposible)

Podríamos pensar que Aaron Levy/Antonio de Montezinos salió de Portugal directamente hacia Amsterdam, pero no fue así, sino que marchó a América, pero con tan poca fortuna que en 1639 fue condenado por la Inquisición a un año y medio  de trabajos forzados en Cartagena de Indias (hoy Colombia)

Pocos años después, en 1655, r Menashe ben Israel, redactó «La esperanza de Israel», en el que defendía las bondades de los judíos para que fueran admitidos en Inglaterra, tras la expulsión de 1290. en esta obra , Ben Israel menciona lo siguiente:

«Ahora bien, cuando salieron de la ciudad, Montezinos se confesó a sí mismo como hebreo  de la tribu de Levi; y que el Señor era su Dios; y le dijo al indio que todos los demás dioses no eran más que burlas; el indio estaba asombrado y le preguntó el nombre de sus Padres, quien respondió a Abraham, Isaac y Jacob, pero él dijo: ¿No tienes otro Padre? Él respondió que sí, el nombre de su padre era Ludovicus Montezinus «

Contradiciendo a Bar, Antonio muere en Recife, no regresó a Europa. Pero en las páginas de genealogía si consta que fue en Pernambuco padre de un hijo ( ca. 1624) al que llamaron Isaac, quien a su vez fue padre de tres hijos: Mordejai, Yoesy y Rafael.  Lo interesante es que Rafael ya no nace en Brasil, sino en Venecia, en 1641. Y será padre de Moshé Rafael Montezinos en 1691. Este será padre de un hijo al que llama, en 1739, Rafael Moshé, que será enterrado en el cementerio sefardí de Amsterdam en 1776. Antres de morir, casó con Jana Ramos, bat David Ramos, la cual se casó con Montezinos en segundas nupcias. A Rafael le dio cinco hijos: Sara, Rivka, Jana, Isaac y Rafael. Este Rafael, con su esposa Esther,  será padre de David Montezinos en 1828 en Amsterdam. Y rabino de la congregación sefardí de Amsterdam hasta 1866.

David se casó con Dina Belifante y el matrimonio será padre de diez retoños. Su profesión será bibliotecario. Además era un gran bibliófilo, acumulando una ingente cantidad de volúmenes, referentes al judaísmo y en particular al sefardismo de Amsterdam. En 1889, tras la muerte de su esposa, donó su colección privada  de 20.000 libros a la biblioteca del seminario rabínico, que dirigió él mismo hasta su muerte. La biblioteca, hoy,  lleva su nombre y tiene el honor de ser la biblioteca judía más antigua en activo. 

Hoy en día, la colección comprende 25.000 obras impresas y 600 manuscritos, incluido el manuscrito hebreo más antiguo de los Países Bajos (fechado en 1282): el  Mishneh Torah de Ha´Rambám . Uno de los volúmenes de esta obra presenta huellas de la censura católica del siglo XVI :  se ha tachado la observación de Maimónides de que Jesús no era el Mesías de los judíos.

Otro tesoro es una temprana traducción al español del encomio Moriae (Elogio de la locura) del humanista holandés Erasmo de Rotterdam. El trasfondo de esta traducción es desconcertante, ya que el trabajo estaba en el Índice de los libros prohibidos por  la Inquisición española.

Otra de las joyas que en este lugar reposan es  la famosa Hagadá de Ámsterdam de 1695, el primer libro impreso en hebreo con grabados en cobre. Las planchas utilizadas por el grabador  Abraham Bar Jacob habían sido realizadas por Matthäus Merian el Viejo –padre de la célebre naturalista Maria Sibylla Merian– para su Biblia ilustrada Icones biblicae. Bar Jacob trató de adaptar estas placas al contexto judío de la Hagadá, una empresa cuyas deficiencias ocasionales se compensan con la pura belleza de las imágenes. La Hagadá también contiene un mapa de Tierra Santa.

La actual bibliotecaria es Heydi Wrancke.-