COMENTARIO DEL RAMBÁM A LA MISHNÁ

Breve estudio sobre una de las obras fundamentales del Rambám e incluso del judaísmo.


«Perush Ha´Mishna La´Rambám » (El comentario del Rambám a La Mishná) es una obra de gran calado dentro de la producción intelectual del Gran Aguila. No en vano, La Mishná -la repetición- es la primera compilación rabínica de la tradición oral de La Torá,  redactada por Yehudá Ha´Nasí a principios del S. III d.e.c., para que el judaísmo no cayera en el olvido y llegara a desaparecer. En varios prólogos a las distintas secciones, Ha Rambám dejó escritas nociones ineludibles para el desarrollo y estudio  del judaísmo y el pensamiento hebreo.

Además de los valores exegéticos de esta obra teológica del Rambám, también encontramos en  ella un gran valor filológico: se redactó en árabe-judío, con caracteres hebreos,  y parte del manuscrito original autógrafo se encuentra preservado como oro en paño en la Biblioteca Nacional de Israel. Ha ´Rambám declaró haberse arrepentido de escribir en árabe y anunció que él mismo la traduciría al hebreo; pero no hubo días en su vida para ello.

La obra, que implica un trabajo descomunal, la empezó a escribir en su juventud,  cuando vivía junto a su familia en Fez, hoy Marruecos;  le llevó, en principio, siete años de trabajo: desde que tenía 23 años (1161) hasta cumplir – los 30 (1168), ya viviendo en Egipto. Lo cuenta él mismo, aludiendo a su nombre como Moshé Bar Maimón Ha´Dayán. No obstante, hasta el fin de sus días retocó lo escrito, corrigió, borró, agregó a veces palabras concretas y a veces incluso párrafos definitivos. Para los semitistas, y en especial para los semitistas medievales, un paraíso de estudio para elaborar ediciones críticas (las que llevan importantes notas a pie de página)

Del estudio de esta obra se desprende que fue como la hoja de ruta de toda la obra del autor. En algunos prefacios a las seis partes en que se divide -como los seis órdenes de La Mishná- aparecen las líneas maestras de su pensamiento. En el primer prólogo informa del desarrollo histórico de la recopilación de la tradición oral, y en el prólogo al Tratado de Sanedrín aparecen los 13 principios básicos del judaísmo. En el Tratado de Avot (Patriarcas), el prólogo se ha hecho famoso con el título «Ocho capítulos del Rambám», en donde describe la composición del alma judía, el gusto por cumplir las mitzvot, etc.

Los hijos del Rambñam conservaron el manuscrito del Comentario  e incluso le agregaron alguna que otra nota, como las de r Abraham y  su nieto, David Ha´Naguid. Nacido en El Cairo en 1212, cuando gobernaba el sultanato ayubita, la familia del Rambám se vio obligada a abandonar Egipto cuando la dinastía ayubita cayó a manos de los mamelucos. El sitio elegido para refugiarse fue Aram Tsobá -Jalab en árabe y Alepo para las lenguas occidentales. Además del Codex Aleppo, que era con el que rezaban en la sinagoga cairiota de Ben Esra, se llevaron también -cómo no- todos los manuscritos del Rambám. R. Yosef Caro, en el s XVI, conocía la existencia de este manuscrito en Siria.

Pero llegó un momento en el que la familia se dispersó y el texto se dividió en seis secciones.  En el S XVII, parte del Tratado de Neziquim (derecho civil y penal según la ley hebrea) y el Tratado de Kdoshim (leyes para el rito del sacrificio y las leyes de la kashrut) fueron a caer en manos de la esposa de Abraham Ha´Kohen Diknis. Lo sabemos porque en la última página del manuscrito ella escribió una dedicatoria a la memoria de su esposo y se su hijo, Yitzjak.

No sabemos quién lo hizo, pero parte  del manuscrito (Neziquim y Kodashim)  fue vendido a Edward Pockoke, pastor anglicano en Alepo durante el S XVII. Y cuando regresó a Inglaterra se llevó consigo todos los manuscritos que pudo adquirir en Siria. Su sucesor, Robert Huntington, se las apañó para hacerse con Zeraim, el Tratado sobre las leyes agrícolas. Huntington se hizo con las partes de Pockoke y en 1693 lo acabó vendiendo todo a la Universidad de Oxford y por eso se conservan estos tres Tratados , hasta hoy,  en la Bodelian Library de la susodicha institución académica oxoniense. El Tratado de Tohorot (Purezas) desapareció en Siria y nadie sabe de su paradero.

A principios del S. XX, el rabino Ya’akov Moshe Toledano compró  a un judío sirio las secciones  de «Moed» (Fiestas) y «Nashim» (Mujeres) En 1908, Toledano se los vendió al famoso coleccionista de judaica David Solomon Sassoon, para engrandecer su impresionante colección. En los ´70, sus descendientes decidieron vender partes de la colección -para hacer frente a una gran suma de impuestos por su enorme patrimonio-  y en 1975, las dos secciones antes mencionadas  salieron a subasta en  Sotheby’s  Suiza. Si bien la Biblioteca Nacional tenía gran interés en la compra, el precio de salida  era demasiado alto. El entonces Ministro de Educación de Israel, Aharon Yadlin, hizo una petición a grupos de voluntarios, filántropos, representantes judíos del exterior y público en general para que contribuyeran a la compra de los manuscritos de la colección Sassoon. Se compraron ocho artículos, entre ellos las secciones escritas a mano del Comentario del Rambám a La Misná, que se transfirieron inmediatamente a la Biblioteca Nacional de Israel para su custodia eterna.