Nota sobre uno de los dos cementerios estrictamente sefardíes en Londres.
A mediados del S XVII, Inglaterra vivió -por única vez en su historia moderna- un breve paréntesis republicano y fue entonces cuando, mediante la diplomacia de r. Menashe ben Israel, rabino de Amsterdam, los judíos fueron readmitidos en Londres tras haber sido expulsados en 1290. Una de las primeras actividades de esa nueva comunidad a orillas del Támesis fue organizar un cementerio comprando un pequeño solar en Mile End en 1657, un año después de que se aprobara el retorno. Es el cementerio judío más antiguo del Reino Unido y se puede visitar previo contacto con la comunidad sefardí para recoger las llaves en la oficina de seguridad del campus de una institución universitaria aledaña; en él podemos encontrar tumbas como la que vemos en la fotografía, que pertenece a Antonio Fernández de Carvajal.
Pero la comunidad sefardí de Londres creció rápidamente, así que en 1733 no quedaban ya lugares donde enterrar a sus difuntos tal cual es halájico para los judíos. Así que hubo que comprar más tierra para enterrar a más gente. Concretamente nueve mil quinientas personas más. Es entonces cuando nace la dicotomía de Viejo y Nuevo Cementerio. Este Nuevo Beit Jaím dejó de enterrar a personas en 1918. Es donde están enterrados algunos de los Montefiores, (Sir Moshé está en su propio cenotafio en Ramsgate) los Sassoons, los da Costas y los Disraelis, junto a zapateros, orfebres, obreros y amas de casa, además de judíos extranjeros que murieron en Londres pero que vivían en Jamaica, Marruecos, Australia, Sudáfrica o incluso Gibraltar.
Otro grupo es el formado por sefardíes londinenses que contribuyeron al desarrollo de Inglaterra, como por ejemplo Jacob de Castro Sarmento (1691-1762), de origen portugués y que, huyendo de la Inqusición portuguesa, fue uno de los primeros judíos en graduarse de una universidad británica, además de un pionero de la vacuna contra la entonces terrorífica enfermedad de la viruela. Compaginaba su vida científica con la poesía devota y se le conoce como autor de «Exemplar de Penitencia, Dividido en Tres Discursos Para ó dia Santo de Kipur » (London, 1724)
También podemos encontrar la tumba de Solomon da Costa Athias (c. 1690-1769), que fue un escritor y comerciante que donó su biblioteca al Museo Británico, creando así el departamento de Literatura Hebrea de este importante museo.
Una de las personas más notables enterradas en el cementerio es el rabino Shalom Buzaglo, también conocido como el «Mikdash Ha´Melej» (El Templo del Rey). Nacido en Marrakesh y criado en el sur de Marruecos, huyó de la persecución del Sultán y se estableció en Londres, donde escribió y publicó numerosas obras sobre la Cabalá, incluido el primer comentario sistemático sobre el Zohar, la obra fundamental de las esferas kabalísticas.
A continuación un video de Ricardo Angoso